El pasado domingo día 30 de mayo concluyó la última edición (la vigésima cuarta) del DOCSBarcelona, uno de los escaparates nacionales más respetados del circuito de cine documental. En esta edición híbrida (online y presencial), tergiversada como consecuencia de los últimos contratiempos del Covid-19, el festival recuperó parte de su flujo habitual de espectadores mediante un panel de obras de valor.
No solo el festival de la ciudad condal puso de manifiesto la bonanza del género en esta primavera de transición, también la programación inserta en las actuales plataformas de contenido señalan la buena salud de la no ficción. Pasamos a sortear los designios de los algoritmos con este menú de documentales a tener en consideración.
Gunda (Viktor Kossakovsky, 2020)
La ganadora del festival barcelonés se estrenó el pasado viernes dentro del circuito de salas. La propuesta del veterano documentalista Viktor Kossakovsky se perfila como un maravilloso fresco de la vida animal de una pequeña granja, mediante el seguimiento de una cerda madre y su camada. Bajo ese dispositivo, aparentemente fútil e insustancial, se aloja un poderoso dibujo sobre la maternidad, los estadios vitales y lo insoslayable de la vida.
Igual de absorto deja su dispositivo formal: una cámara infiltrada en las interioridades de esa familia porcina, y las de otros personajes secundarios, que fortalece el perfil humano que define a estos animales. Sin diálogos, sin guion, en blanco y negro, y con la producción de Joaquin Phoenix, y la reverencia de Paul Thomas Anderson, Alfonso Cuarón y Alexander Sokurov impresa en su póster como gancho para los cinéfilos, Gunda es uno de los picos del género y la arma arrojadiza definitiva para animalistas y veganos.
Lobster Soup (Rafael Molés y José Andreu, 2020)
Otra pieza de ese cine documental de apariencia austera y contemplativa, de discurrir casi pausado e imperceptible, pero que de su interior afloran brotes de autenticidad y verdad. En este caso a cuenta de otro micro retrato: el de una cafetería levantada por unos pescaderos de la zona más gris de Islandia. A través de este punto de encuentro sus responsables, Rafael Molés y José Andreu, trazan una entrañable galería de perfiles singulares debatiendo sobre problemas mundanos y existenciales. Bajo ese microclima idílico se oculta un giro amargo cuando el éxito inesperado del negocio los empuja a tomar una decisión irrevocable.
Balandrau, Infern glaçat (Guille Cascante)
Goroka, la productora detrás del exitoso True Crime «Crims» (TV3), pone su sello en uno de los documentales más impactantes vistos durante el último Docs. Guille Cascante firma este relato de valor, supervivencia y trauma alrededor de los supervivientes de un terrible temporal de nieve que sepultó la vida de ocho alpinistas de la cordillera catalana en diciembre de 2000. A través de meritorias recreaciones, el testimonio a cámara de los que (sobre)vivieron la terrible experiencia, un guion astuto e inteligente que juega con las expectativas y la dosificación de información y ese molde formal que tan buenos resultados ha dispensado en la adaptación televisiva del Crims de Carles Porta, su responsable consigue apoderase de la atención de quien observa; formulando una angustia acelerada que no cesa ni a posteriori.
El crimen del siglo (Alex Gibney, 2021)
La plataforma HBO puso a disposición de sus usuarios un documental de dos partes sobre la evitable crisis de los opiáceos que sacude al país del dólar. La clarividencia del oscarizado Alex Gibney desmenuza todo el entramado avaricioso y amoral que ha provocado esta gran crisis de salud pública en los Estados Unidos que ya se ha cobrado medio millón de muertes por sobredosis desde el inicio del siglo. Un atribulado documento sobre la prevalencia de los intereses económicos por encima de los colectivos y los de salud.
Los hijos de Sam: Un descenso a los infiernos (Joshua Zeman, 2021)
Los atiborrados de True Crime y algo cansados con las últimas comandas, encontrarán un reenganche al adictivo subgénero televisivo con esta miniserie de cuatro dosis que indaga en los asesinatos del hijo de Sam (David Berkowitz) en el Nueva York comanche de 1976-77 a través de la obsesiva investigación llevada a cabo por el periodista Maury Terry, quien convirtió este caso, básicamente, en su razón de ser. Pese a sus conclusiones inconclusas, la miniserie gana adeptos al desmarcarse de la propia secuenciación de esos macabros hechos para trazar un inquietante y fascinante vínculo de Berkowitz con cultos satánicos de escala nacional y un retrato amargo sobre obsesiones enfermizas que terminan desdibujando almas.
1971: The Year That Music Changed Everything (Asif Kapadia, Danielle Peck, James Rogan)
La tesis de Asif Kapadia y de sus productores es que 1971 fue el año clave para configurar la acción política y social a través de la música. Al menos, eso es lo que se intenta desplegar en esta docuserie de seis episodios del conglomerado Apple al ritmo de algunos himnos musicales de ese período y del testimonio de los artífices que ayudaron a producir esa cosecha imperecedera que cambiaría el curso de la historia música popular.
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