¿Ya has sido sobrevolado por uno de ellos? Si no es así no te preocupes, pronto ocurrirá, porque los drones tienen cada vez más presencia. Ahora también una red social.
Vuelan sobre ti y no están tripulados. Algunos son inocentes soportes con hélices para cámaras, otros, mensajeros capaces de llevar mercancías; los más inquietantes, armas preparadas para actuar en combate. ¿De qué hablamos? De drones, por supuesto. Una palabra que significa zángano y que ha venido para quedarse en nuestro vocabulario y en nuestra vida. Cada vez más gente los usa para distintos fines, como comentábamos, pese a las dificultades que entraña -por ejemplo- regular el uso que hacen del espacio aéreo.
Si no has visto ninguno en acción, pronto lo harás. Muchos de ellos se emplean ya para tomar fotografías desde las alturas en eventos de todo tipo. La primera vez que te pasa por encima un aparato de este tipo con su vuelo de insecto impersonal, la sensación es extraña. Es un coche teledirigido algo más avanzado, sí. Pero también es la normalización social de una tecnología que plantea dudas, como por ejemplo: ¿qué pasa si un drone falla y cae sobre mí? De momento sería un accidente muy desafortunado debido a la poca implantación de estas máquinas, pero la tendencia apunta a que poco a poco irán aumentando en número. Otro aspecto que a algunos nos hace mirar con recelo a la versión ‘familiar’ de estos vehículos es su parentesco con los drones militares, aunque sea un vínculo lejano. Estamos siendo testigos del papel que comienzan a adquirir en guerras, convirtiendo el acto de asesinar personas en una aberración gamificada.
Por supuesto ofrecen también fantásticas posibilidades; la idea que comentamos a continuación tiene precisamente que ver con su capacidad para registrar imágenes. Dronestagram es una red social creada para compartir fotos efectuadas desde un drone: paisajes urbanos, entornos naturales, actividades deportivas. Una gran cantidad de fotografías aportadas por los usuarios de la plataforma, que nos muestran una belleza difícil de admirar desde nuestra situación terrenal.
Porque a ojo de drone la perspectiva cambia. Y la responsabilidad también: ¿quién es el fotógrafo tras el drone que me retrata en el jardín de mi casa?
Nadie ha publicado ningún comentario aún. ¡Se tú la primera persona!