Con el recuerdo imborrable de El padre (2014) muy presente, no ocultaremos nuestro prejuicio ante In the fade, de Fatih Akin, proyectada en sección oficial y protagonizada por Diane Kruger. Se trata de una tragedia en la que Katja debe enfrentarse a la muerte de su hijo y su marido a causa de un atentado neonazi. La actriz alemana tiene un duro cometido que ejecuta con suficiencia, en todos los giros del dolor, la depresión, la ira y el ansia de venganza.
Dividida en tres partes, las dos últimas se desarrollan durante el juicio a los culpables y la decisión de vengar la muerte de su familia. Por desgracia, el tono del filme de Fatih Akin es desigual, sobre todo a partir de la mitad y lo que nos interesaba y nos atraía del tratamiento del argumento se ha escorado del lado de la tv movie, en un estilo similar a lo que ha sucedido a autores como Atom Egoyan en Condenados o Cautivos.
La última película proyectada en sección oficial ha sido You were never really here, de Lynne Ramsay (Tenemos que hablar de Kevin, 2011), adaptación de la novela de Jonathan Ames, en la que un ex soldado y ex agente del FBI (Joaquin Phoenix), que trabaja rescatando jóvenes de la trata de blancas, ve cómo su último contrato se complica al ser manipulado con ocultos intereses.
El cine de Ramsay viene siendo cada vez más interesante, pero esta película -a pesar de que si alguien sabe matizar la expresión de la tortura emocional es Phoenix y aquí no es menos- ha producido una división de opiniones. La personalidad de la directora es indudable, construye imágenes y sugiere visualmente con un pulso admirable, la fotografía de Thomas Townend es virtuosa y la banda sonora de Jonny Greenwood, perfecta.
No podemos dejar de destacar la presencia de la niña Ekaterina Samsonov, que hace buena pareja interpretativa con Joaquin Phoenix. Sin embargo, hay algo que escapa, una sensación de vacío o quizá atropello, que nos impide degustar el filme por completo y, en ocasiones, nos parece estar viendo un Paul Thomas Anderson bastardo.
You were never really here (Lynne Ramsey, 2017)
La sección Un certain regard se ha cerrado con la proyección de Posoki, del director búlgaro Stephan Komandarev. Su argumento, más antiguo que Noche en la tierra o Taxi Teherán enhebra diversas historias de la Bulgaria actual, con el hilo conductor de diferentes taxis y sus conductores. La extorsión es el desencadenante de un suceso sangriento, que los noticiarios de la radio no cesan de recordar y debatir con oyentes, mientras los pasajeros del taxi suben y bajan, comentando con el chófer sus penurias.
Historias de todo tipo se van desgranando a lo largo de la noche, desvelando la realidad de un país, que para uno de los viajeros ya está muerto. Desesperanza, falta de horizontes y cuentas pendientes con el viejo régimen, suicidas arrepentidos, así como el atractivo del dinero fácil, componen un retrato social colectivo interesante, pero formulado sin inspiración.
Posoki (Stephan Komandarev, 2017)
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