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Música

Back To The Future: Rave On!

En Slow Movement, Música 26 junio, 2019

Alejandro Serrano

Alejandro Serrano

PERFIL

Fue nuestro momento de punk rock, fue como si ya no existiera todo lo que había pasado antes. Era el año cero, estábamos empezando de nuevo, y uno era parte de eso o no lo era.  (Pete TongWhat We Started).

Quizá esta mirada al pasado sea una forma de dar sentido a un presente que va demasiado deprisa. (Elizabeth GuffeyThe Culture Of Revival).

Para muchos, Amberes no es una ciudad que venga a la mente a la hora de trazar la historia de la música electrónica, aunque los flamencos, y los belgas en general, han estado bailando a base de ritmos mecánicos, pinchando discos a baja revolución y festejando muchos años y años atrás. Incluso ya existía el concepto de rave. Pero mientras que la autopercepción de la mayoría de los países está impregnada de narrativas de excepcionalismo, el complejo tejido político, geográfico y social de Bélgica proporcionó las condiciones ideales para una apertura musical. Es esta flexibilidad histórica la que ha fomentado la música electrónica, el nuevo ritmo belga y el rave techno, por no mencionar una de las modas más extravagantes y vanguardistas del mundo.

Actualmente, hay una fascinación por esta época dorada de la electrónica, cuando el entusiasmo y el sentimiento de comunidad se respiraban en las salas. Y aunque los días que se vivían en la Bélgica de finales de los ochenta eran grises, sus noches eran de todos menos oscuras. Bélgica influyó poderosamente en Manchester, en 1988, hasta dar origen a una escena que puso The Haçienda como lugar de peregrinación clubber en el mapa global, y con ello, una escena rave brillante cuya onda expansiva llegaría hasta 1991.

Hoy, en cambio, miramos de cerca aquella época con nostalgia y buscamos en las pistas de baile esa magia, ese sentimiento de pertenencia, de identidad colectiva, de celebración de la vida. Ahora bien, ¿por qué no dejamos de buscarla? ¿Cabría la posibilidad de un tercer verano del amor? ¿Acaso no estamos utilizando aspectos del pasado para maquillar réditos del presente insuficientes? ¿O quizá miramos atrás, como apuntó Agustín Fernández Mallo, no porque sea mejor, sino por lo mismo que nos obsesiona la idea de que los bombeos del corazón se repitan o el movimiento de los pulmones no se detenga: somos seres que buscan curvas cerradas, hechos que se repitan (eso hacen las ciencias, por ejemplo); lo que no se repite no es entendible?

En cualquiera de los casos, aprovecho estas cuestiones para ponerlas en común con varias figuras de la escena electrónica actual. Ellos son el dj, productor musical y promotor del club Gordo: Pablo Ramón (aka. Finalversion3), la artista y promotora de la sala Umbral: Adriana Petit, junto a Diego Amador y Andrea Arlandis, el dj valenciano Luis Bonias,  residente de discotecas tan emblemáticas como Barraca o Puzzle, el periodista, dj, miembro del equipo Audition y promotor de Volumens: H4L9000, el gran label manager de NNY Records: HUMNEEB (aka. Spieldose), el dj y promotor Orco, dj y periodista de Vicious Radio: Víctor Soriano

Rave On

¿A qué crees que se debe que volvamos a recuperar estilos musicales como el New Beat? Artistas como Younger Than Me, Ejeca, KI/KI, Luca Lozano, DJ Normal 4, Eris Drew, Job Jobse, David Vunk o Skatebård, son claros ejemplos de recuperación de ese espíritu en sus sets.

Adriana: Creo que estamos ante la misma sensación de apocalipsis que hubo entonces. Aunque nuestro apocalipsis posmoderno vendría a ser ya absolutamente catatónico y funesto porque al menos en los 80 hubo sensación de hermandad, el aislamiento que padecemos hoy es aterrador. Por otro lado, nuestra disociación con nuestra parte más primaria es cada vez más irreconciliable, el club bien entendido te traslada a esa animalidad perdida, a ese sentimiento de colectividad arquetípica. Fuego y tambores. Luces estroboscópicas y bombo. ¿No es acaso lo mismo?

Pablo: Esta regresión y nostalgia no solo empapa a la música electrónica sino prácticamente a todas las artes y costumbres sociales. El futuro nos ha cansado, recibir cada día miles de impulsos publicitarios nos agota, nos agobia y nos produce ansiedad. Mientras, vemos cómo la huella humana destruye a una velocidad implacable los recursos que nosotros mismos necesitamos para vivir y eso nos llena de temor y de ganas de vivir en una tierra más virgen y pura, plantando nuestros propios alimentos para huir del plastificado-transgénico-tóxico de las multinacionales.

HUMNEEB: Creo que este último revival se basa en un desencanto de la electrónica actual en todo lo referente al house o al techno, en rasgos generales. Esto ha servido para que mucha gente con inquietudes musicales más inconformistas descubran que en los eventos electrónicos se pueden encontrar programaciones, con un abanico casi infinito de estilos, en las que incorporan a artistas que realmente te pueden sorprender, fuera de lineups o estilos que siempre han sido el sota, caballo y rey en gran parte de España.

Luis: Como toda efervescencia revival, yo creo que tiene una causa de querer vivir en el presente aquello que te han contado tus mayores, o que lo ha rescatado el mundo digital en el que vivimos, de ahí su difusión tan rápida. En aquellos tiempos, todo era más underground y se necesitaba más tiempo para que las escenas locales tuvieran repercusión.

H4L9000: Creo que no se han ido, el industrial que nació en los 80 se ha hibridado con el techno más crudo y oscuro de la actualidad. Quizás es más aceptado por el público ahora. Hemos pasado la recesión de la crisis y la gente está más dispuesta a escuchar estas propuestas. Hay revisiones, hibridaciones y exploraciones por territorios que nos pueden trasladar a aquellos tiempos, pero en general, como la vida misma, los géneros musicales son mutantes.

Víctor Soriano: La industria esta generando cambios, cambios en busca de nuevos públicos. Hoy día no es como antiguamente que te conformabas con lo que había, con la música que llegaba a la tienda de discos, puesto que existe una gran cultura electrónica. Muchos buscan qué es lo que funcionaba en los 80, y eso les motiva para introducirlo en sus sonidos para distinguirse de los demás.

Orco: Yo creo que no, hoy en día, o eres guay o tienes presencia en las redes o no haces nada. Prima el postureo ante la calidad, humana y musical.

Rave On

¿Qué nos fascina tanto de aquellos primeros ravers?

Adriana: Yo no soy tanto una nostálgica de la primera expresión del concepto rave (es algo que me parece más bien anecdótico y hasta gracioso, véase la entrañable cultura gabber), sino más bien de unos años concretos (que coincidieron con la explosión de la música electrónica) en los que seguía habiendo romanticismo, soterrado bajo un nihilismo herido. Es fácil ser nostálgico de algo que no vivimos, por otro lado lo que se hubo perdido entonces en la actualidad lo hemos asesinado sin piedad.

HUMNEEB: Hoy en día, la electrónica está plagada de artistas que realmente son un producto comercial, cosa que en esta escena siempre ha sido mucho más real, en el sentido de que no existía la máxima de endiosar al artista en cuestión, y de hecho, se puede confirmar en la mayoría de eventos en los que he estado, que hasta el propio artista está receptivo a juntarse con la «plebe» en la pista tras su actuación.

Luis: Lo que fascina de estos tiempos es la conexión directa de la diversión con las drogas de recreo, las pocas reglas que habían y todo lo que conllevan los inicios de la música electrónica con la revolución informática de esa época. Recuerdo que cuando fui a pinchar a Frankfurt (Dorian Gray / Techno Cub) y Heidelberg (Milk) en el 92, allí todavía se llevaba esa iconografía de ir ambientado según la fiesta, y estaba de moda lo post-nuclear, con caretas antigás incluidas…

H4L9000: Considero que calificarlos como ravers es una licencia, yo no los veo así.

Orco: A principios de los 90 viví mis primeras raves, y para mí nada que ver con lo que planteas. Bueno, eso sí, está volviendo esa revisión que antes comentaba ahora en su caso del breakbeat, hip hop (hoy en día trap), y el volver al goa y al psytrance, pero bajando las revoluciones como hacen Ivkovic & Willikens.

Rave On

¿Hemos perdido esa luz y buscamos recuperarla en el pasado ?

Adriana: La luz se ha ido apagando progresivamente hasta no enterarnos de que estamos completamente a oscuras. Ahora a ciegas buscamos el interruptor. Yo por mi parte no pararé de hacerlo.

Pablo: Tenemos envidia de la magia del descubrimiento fortuito, de tener que ir a un lugar para enterarte de lo que está sucediendo, de disfrutar la experiencia sin toneladas de información previa y de poder vivir la historia sin miedo al spoiler. Los movimientos espontáneos interesantes se viralizan en minutos cuando en la era pre-redes sociales tardaban años en expandirse. Nos imaginamos cómo eran las cosas antes de que llegásemos al mundo y cada día que pasa echamos más en falta cosas que en realidad no hemos vivido. Estamos en una era de falsa nostalgia colectiva que resucita cadáveres cinematográficos, artistas enterrados y formatos olvidados. Parece que nos motiva más pinchar con vinilo y revelar carretes que la música adaptativa en Soundsystems 3D y las experiencias de realidad aumentada.

HUMNEEB: Ya hay gente recuperando la esencia, solo hace falta ver la cantidad de movimientos que tenemos en España, en cuanto a creación de sellos discográficos (la mayoría, independientes) o colectivos y salas que apuestan por algo distinto.

H4L9000: La música del pasado en mayor o menor medida influye. En los 80 el afterpunk estaba influenciado por la Velvet o The Stooges, y dio origen a un estilo nuevo. Los New Romantics estaban influenciados por el glam, y crearon una tendencia nueva. El punk se alimentó del Garage de los 60. En la actualidad, podríamos dar muchos ejemplos: el Trap del Hip Hop, el Nu Disco del Boogie y Disco…

Víctor Soriano: Sí, creo que sobre todo los que tenemos más de cuarenta añoramos aquella esencia clubber del pasado, y los mas jóvenes, gracias a las redes sociales, han visto que aquellas cosas de las que disfrutaban sus hermanos erans más genuinas de las que ellos están viviendo. Y si a ello le añadimos quela escena europea está ayudando a todo ello… Sinceramente, creo que vamos por buen camino.

Orco: Parodia no sé, pero la verdad es que la vida que llevamos, con tanta inmediatez, hiperconexión, etc., hace que todo, si lo piensas fríamente, parezca ridículo. Prima la fachada ante la calidad humana, y eso es un problema.

Rave On

¿Es la actualidad una parodia fría de todo lo que fue aquello?

Adriana: Podría verse así, pero sería demasiado fácil ser derrotistas. Todo se regenera, vuelve a renacer y nunca se puede rehacer algo exactamente igual que antes.

Luis: Sí, estamos en un momento algo paródico, pues se vive mucho de fachada. Existe un sentimiento de comunidad, pero enlazado en lo digital, donde siempre prevalecen las imágenes antes que el trasfondo cultural y filosófico de lo que se buscaba en aquellos sonidos.

H4L9000: La parodia la aplicaban grupos que nacieron en aquella época, y siguen en activo, como Laibach o The Residents, o grupos que son de culto como Joy Division, con los espasmos de Ian Curtis. Así que la parodia es una fórmula para la posteridad.

Rave On

¿Existe de verdad ese sentimiento de comunidad que resplandecía por entonces en clubs y raves?

Pablo: Desde mi punto de vista, es genial poder vivir la magia del pasado y que nuestro arte actual pueda rendir cierto homenaje a décadas anteriores, pero hemos de tener los pies en el presente y la mirada en el futuro para que las próximas generaciones no hereden un refrito de refrito de refrito. El muerto al hoyo y el vivo al bollo.

H4L9000: Vivimos otros tiempos. Ahora la comunidad está en los grupos de WhatsApp o Telegram, o en los sitios por donde nos relacionamos.

Víctor Soriano: En los noventa éramos cuatro djs, y más dentro de la etiqueta underground. También había, colectivos y promotoras pero se abrían mucho a todos los djs. Yo he tenido la suerte de trabajar con muchas promotoras y colectivos de aquella época. Ahora es más complejo, la gente etiqueta por lo que le dicen, sin conocer de verdad el trabajo que haya detrás. Quizá falte más hermandad en la escena.

Orco: Yo creo que no, hoy en día cada uno va a su bola, y ni acude a los bolos que montan otros, únicamente en la cultura rock, punk& hardcore creo que sigue ese sentimiento. Mucho postureta es lo que veo yo en los clubes, y con poco criterio o cultura musical. Todo viene dado por la alienación del individuo que vivimos y con un hedonismo desmesurado.

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