Las claves del “Dune” de Villeneuve

Los fans de la saga literaria Dune, escrita por Frank Hebert, esperan la nueva adaptación de Denis Villeneuve como agua de mayo. Las razones están más que justificadas. Por un lado, la versión de David Lynch fue una de las peores experiencias audiovisuales de toda su vida, con una historia innecesariamente compleja y un montaje que rozaba lo esperpéntico.

La película resultaba aburrida y su obsesiva voluntad de resultar alternativa e intelectual la convirtieron un fracaso estrepitoso. Por si fuera poco la elección de Kyle MacLachlan como Paul Atreides resultó uno de los mayores miscastings de la historia del cine. La decepción y la aflicción se intensificaron cuando se supo que, antes de Lynch, Alejandro Jodorowsky había iniciado un ambicioso proyecto que nunca vería la luz.

Kyle Maclachlan en Dune (David Lynch, 1984).

Por otro lado, en el año 2000, se estrenó una nueva versión en formato miniserie más centrada en mantenerse fiel a la novela original. Su diseño de producción resultaba atractivo, e incluso la presencia de actores como William Hurt y Giancarlo Giannini le daban cierto caché. No obstante, la serie no ambicionó otra cosa que ofrecer un producto esencialmente acorde con la novela original, sin más aspiraciones, en consecuencia, esta nueva versión, pese a su rigor respecto a la historia, pasó sin pena ni gloria. Sin embargo, resultó una forma de asimilar la obra literaria de Hebert para lectores perezosos.

La noticia de que Villeneuve encabezara este nuevo proyecto de Dune llenó de esperanza el corazón de los fans. Su maestría con obras de ciencia ficción como Blade Runner 2049 y La llegada ha probado que puede hacer de esta producción la obra que se llevaba esperando durante más de treinta años. Si a ello le sumamos el hecho de que al filme le sucederá una serie de televisión que adaptará las novelas sucesivas, el hype por esta obra ha aumentado aún más. Los fans no solo podrán disfrutar de la adaptación definitiva de la obra de Hebert, sino que también podrán ver adaptadas a formato televisivo las siguientes novelas de la saga Dune.

Timothée Chalamet es Paul Atreides en Dune.

En las primeras imágenes recientemente reveladas al público, se puede apreciar el sello Villeneuve, poniendo de manifiesto que el director francocanadiense no ha perdido su enorme devoción por la fotografía y la estética minimalistas y solemnes. Continúa apostando por la alternancia entre atmósferas claroscuristas de colores cálidos y fríos entre escenas, ofreciendo una experiencia cromática excitante.

Para esta película, Villeneuve ha fichado a Greig Fraser, quien ya ha demostrado experiencia en el género en su implicación en dos spin-offs de Star Wars: Rogue One y The Mandalorian. Ambas películas exudan un ambiente sucio y futurista, es decir, la atmófera idónea para narrar las aventuras del joven Atreides.

Villeneuve, además, procura siempre no producir filmes de ciencia-ficción en los que la acción fagocite la historia. El cineasta busca potenciar la épica intimista, obteniendo en sus obras un sublime equilibrio entre acción dialéctica y física. Hebert, con su novela, al igual que Villeneuve, no se centra únicamente en ofrecer una historia de acción, porque su relato contiene subtramas de romance, política, crítica social… En pocas palabras, una obra literaria perfecta para este director, pues concuerda con su estilo narrativo. Villenuve sabe combinar y equilibrar la tensión psicológica de los personajes con la espetacularidad artística y el movimiento.

Retrato de familia de Dune.

El casting es otra de las claves del atractivo de esta producción de ciencia ficción. La selección de intérpretes reúne un reparto internacional compuesto por la élite actoral de cada país. Timothée Chalamet ejercerá el rol protagonista como Paul Atreides, que tras su participación en films como Call Me by Your Name y Beautiful Boy ha desmostrado ser una de las más grandes jóvenes promesas del panorama cinematográfico actual. Con su elección se ofrece una imagen algo más juvenil de este personaje, en comparación con sus dos predecesores.

Otro de los fichajes más interesantes es el de Zendaya interpretando a Chani, la nativa fremen esposa de Atreides. A pesar de su breve experiencia cinematográfica, esta actriz ha demostrado ser capaz de ejercer cualquier tipo de rol. Se la ha visto en la serie Euphoria y El gran showman junto a Hugh Jackman y, recientemente, se ha interpretado a M. J. en Spider-man lejos de casa (Spider-Man: Far from Home, Jon Watts, 2019). Su personaje destacó por ofrecer una versión alternativa del clásico amor de Peter Parker. No obstante, el novedoso atractivo de este personaje habría sido en vano, de no ser por su talento interpretativo.

Zendaya, como Chani, en la nueva versión de Dune.

Stellan Skarsgård sucederá a Kenneth McMillan y a Ian Mcneice interpretando al villano de la historia, Vladimir Harkonnen. La novela lo describe como un hombre extremadamente obeso y de voz grave. Probablemente veamos al padre del clan Skarsgård cubierto de maquillaje para caracterizarle como Harkonnen. Su mirada sombría y su ancha anatomía hacen de él el candidato ideal para interpretar al antagonista de esta cinta.

A ellos se les unen Rebecca Ferguson y Oscar Isaac como el matrimonio Atreides, y no solo eso, un peso pesado de la interpretación dentro del cine europeo: Charlotte Rampling. Contará, además, con Javier Bardem, otro talento internacional, y Jason Momoa como sobrino de Harkonnen.

Finalmente, Dave Bautista y David Dastmalchian volverán, una vez más, a ponerse a las órdenes del director. Este reparto plagado de prestigiosas figuras del mundo interpretativo, sumado a la encomiable dirección de actores de Villenuve nos asegura que  tanto la épica intimista de la que hemos hablado antes, como la química entre los personajes nos ofrezcan un frenesí de actuaciones magistrales con un mayor peso de la historia.

Obviamente, todo lo expuesto no deja de ser más que pura especulación —y ferviente deseo. Habrá que esperar al 18 de diciembre para comprobar la calidad del producto final.