¿Cuánto tiempo más va a durar la gracia de The Walking Dead? Tras cuatro temporadas, la serie desarrollada por Frank Darabont para la AMC amenaza con ya haber dado de sí todo lo que se le puede pedir a una ficción seriada de zombies. ¿Se impone un cambio? No, se impone un poco más de… swing.
Vagueando el otro día delante del ordenador, la procrastinación me llevo a clicar en este video de nuevo:
Entonces fue cuando exclamé: ¡Claro! ¡Es esto! Lo que necesita The Walking Dead es convertirse en un musical. Eso sí sería un giro inesperado de los acontecimientos. De repente, la quinta temporada (que ya está a punto de verse este otoño) arranca con una gran coreografía caníbal que soluciona de manera insólita el cliffhanger imposible del último episodio de la cuarta, ese que dejaba a los protagonistas acorralados y desarmados en un vagón.
Además, si algo enseña el viral del The dancing zombie (que seguro deben haber visto Frank Darabont y los autores del cómic que inspira la serie Robert Kirkman, Tony Moore y Charlie Adlard, porque anda que no corrió) es que los muertos no-muertos aún llevan un poco de ritmo en el cuerpo, por descompuesto que esté. De hecho, eso es algo que ya aprendimos hace décadas gracias al célebre númerito de Michael Jackson, John Landis y sus bailarines en avanzado estado de putrefacción.
Tampoco hace falta que las criaturas post-apocalipsis de esta ficción de AMC bailen haciendo el símbolo de Peugeot como las del clip Jacko. Pero si se quiere poner el acento en el humor negro que de ciento en viento tiene la serie y no fusilar chistes de Zombies party o Bienvenidos a Zombieland (que el tema está ya quemadito…), incluir canciones y coreografías que expresen los sentimientos de los supervivientes y, sobre todo, la «zombierada» sería un puntazo.
De hecho, la selección musical de la serie siempre ha sido muy exquisita (The Walker Brothers, Johnny Cash, Black Strobe, Peter Gabriel, Bob Dylan, Wye Oak, Tom Waits, Sharon van Etten, Motörhead, Alela Diane…). Así que la integración total de estas canciones sería un sorprendente y, quizá, convincente paso adelante. Si es que sólo hace falta mirar a los animalicos: ¡Ya posan para la promoción como si fueran un grupo de rock!
Y si hacer bailar a los caminantes a tiros (como en el «youtubazo« del principio) no cuela, siempre se puede pensar en clave Broadway y estrenar The Walking dead: el musical, una nueva franquicia a explotar tras cómic, videojuego y serie. Cosas más raras y atroces, en más de un sentido, se han visto.
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