Hoy y siempre, sobrarán razones para amar las creaciones de Lanvin, por encima de las tendencias y de los aciertos/errores de los sucesivos directores creativos que han sucedido a la fundadora de la casa,
#1 Por ser la maison más longeva
Puede presumir de ser una de las marcas más duraderas del sector de la moda. Es, de hecho, la única de las grandes maisons que no ha cerrado jamás, ni tan siquiera durante las dos guerras mundiales. En 2017 cumplirá 128 años.
#2 Por su adorable fundadora
Jeanne Lanvin es una de las grandes figuras de la moda del s. XX y una de las mujeres que más ha influido en lo que hoy, quienes compran o no Lanvin, tienen en sus armarios. Comenzó diseñando sombreros y completa, junto a Elsa Schiaparelli, Madeleine Vionnet y Coco Chanel, el póker de reinas que convirtió la alta costura en arte.
#3 Porque Lanvin es fruto del amor
La devoción de Jeanne por su hija fue el germen del que brotó la casa. La diseñadora le hacía vestidos tan hermosos que las clientas pedían reproducciones pero en talla de adulto. El logo de la marca reproduce, de hecho, un baile entre madre e hija durante una fiesta de disfraces. Y hasta Arpège, su icónico perfume, se inspira en las notas que Marguerite practicaba en sus lecciones de piano.
#4 Por haber acuñado el azul Lanvin
Schiaparelli tendrá el rosa shocking y Valentino el rojo, pero Lanvin hizo suyo para la eternidad un azul, el azul Lanvin. Con las infinitas gamas que van del añil al lavanda, la diseñadora tiñó vestidos, propuestas de interiorismo, packagings… Ella misma reconoció haber tomado ese color y sus múltiples matices de las pinturas del Quattrocento italiano.
#5 Por haber creado el vestido perfecto
Este modelo bordado, precursor del little black dress de Chanel y del new look de Dior está considerado como el diseño definitivo: favorece a cualquier mujer, independientemente de su figura, y fue una idea de Lanvin. Los expertos lo conocen como el robe de style.
#6 Por reivindicar el volante
La seña de la casa son estas tiras fruncidas que envuelven la silueta femenina. En versión mini o en tamaño XXL, allá donde haya un volante, está el legado de Lanvin.
Modelo de 1930
Modelo de la colección Resort de 2014.
#7 Por habernos descubierto a Alber Elbaz
Jeanne Lanvin es irrepetible, pero uno de los directores creativos que mejor ha interpretado su legado ha sido Alber Elbaz. Estuvo al frente de la maison durante casi 15 años y, además de devolverle esplendor, dejó para los anales de la publicidad de moda este divertidísimo baile al ritmo de Pitbull:
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