La andadura del Festival internacional de cine de Tiflis (Tbilisi International Film Festival) comenzó en la capital de Georgia con el nuevo milenio, en el marco del evento artístico Gift, con el propósito de hacer llegar al público de ese país las novedades cinematográficas art house, de producción nacional y mundial. La tradición cultural y la fidelidad de los georgianos —que siguen paseando la avenida Rustaveli para asistir a sus tertulias en los cafés— a las representaciones de teatro y ballet —la ciudad fue cuna del cantante de ópera y compositor Meliton Balanchivadze, fundador de la Ópera y el Teatro del Ballet de Tiflis, progenitor del llamado Shakespeare de la danza, Georges Balanchine—, convirtió la cita en una oportunidad ineludible para afianzar el desarrollo de la industria del cine, que había experimentado como otras manifestaciones artísticas sus esperanzas en un resurgimiento nacional tras la larguísima rusificación.
Sin embargo, dos años más tarde se cernía la amenaza de cierre sobre el festival, que felizmente pudo ser conjurada gracias a un grupo de amigos cinéfilos —entre los cuales siguen los actuales directores del festival Gaga Chkheidze y Nino Anjaparidze— y el apoyo incondicional de estudiosos como Erika y Ulrich Gregor, cofundadores de Forum (Festival de Berlín) que ejercen de consultores entusiastas, consiguiendo mantener el certamen en el Cinema Art Center Prometheus de una capital que abrió su primera sala de cine en 1896. La solidez y el éxito del festival atrajeron el interés del gobierno, y fue así como en 2004 se consiguió que el Georgian National Film Centre aportara, junto a patrocinadores privados, el apoyo financiero imprescindible para consolidar un proyecto cinematográfico clave en la región. Las proyecciones se alternan indisolublemente con actividades docentes (masterclass, talleres…) y encuentros que favorecen el intercambio y los eventos de industria, para estimular y desarrollar el talento en un ambiente artístico profesional, que convierten el Festival de Tiflis en una cita imprescindible para creadores, productores y distribuidores no solo del sur del Cáucaso sino a nivel mundial.
A lo largo de 18 años, han sido numerosos los cineastas y críticos atraídos por el certamen, entre los que podemos citar a Bob Rafelson, Vanessa Redgrave, Leos Carax, Mike Leigh, Krzysztof Zanussi, Mika Kaurismaki, Bruno Dumont o Jafar Panahi, y por supuesto los creadores georgianos como el gran Otar Iosseliani, Mikheil Kobakhidze, Irakli Kvirikadze, Nana Jorjadze, Nino Kirtadze, entre otros.
Del 3 al 9 de diciembre, tendrá lugar la 19 edición del Festival, en el que cabe destacar sus secciones a competición internacional y nacional (Georgian Panorama). En la primera, además, se entrega el premio a la contribución poética más destacada, con el nombre de otro insigne teflitano, Parajanov. En la presente edición, los filmes seleccionados son la italiana Boys Cry, de Damiano y Fabio D’Innocenzo; la francesa Breath of Life (David Roux, 2018); la alemana Country Noise (Lisa Miller, 2018); Crystal Swan , coproducción Bielorusia-EUA-Alemania-Rusia (Darya Zhuk, 2018); la alabada Girl (Lukas Dhont, 2018), que ha sido nominada como Mejor película europea sobre Derechos Humanos. Completan la programación la búlgara Irina (Nadejda Koseva, 2018), la polaca Silent Night (Piotr Domalevsk, 2017), la germano-ucraniana Volcano Roman Bandarchuk, 2018) y por último Yesterday, una coproducción entre Hungría, Alemania, Francia, Holanda y Marruecos, dirigida por el húngaro Bálint Kenyeres.
Por otra parte, en Georgian Panorama se proyectarán en competición largometrajes, cortometrajes (A New Year, Giorgi Sikharulidze, Downpour, Ana Kvichidze) y documentales. El Foro de cine europeo, que nació con el Festival de Tbilisi, dada la vocación europeísta innata al proyecto, reúne una selección de filmes continentales que se acercan así al público georgiano y se complementa con Horizontes, compuesta por filmes de otras procedencias. En la programación de este año se han incluido, entre otros, los filmes de Cédric Kahn The Prayer, La favorita, de Yorgos Lanthimos, Treinta almas, debut en la ficción de la directora y editora (Júlia ist) Diana Toucedo, que también firma el guion. Así mismo, se proyectarán en Tbilisi el hit de Berlín 2018 Touch Me Not de Adina Pintilie, Mug (Malgorzata Szumowska), A Paris Education (Jean-Paul Civeyrac), Cold War (Pawel Pawlikowski), Genesis (Árpád Bogdán) o I Do Not Care If We Go Down in History as Barbarians, de Radu Jude.
Made in Germany es el nombre de la sección que desde 2005, en colaboración con el Goethe Institute, presenta las novedades de esta cinematografía, que en la edición de 2018 presenta cinco filmes, entre ellos The Silent Revolution (Lars Kraum, 2018) y 3 Days in Quiberon (Emili Atef, 2018).
Otra de las secciones tradicionales del Festival es Director in Focus, que consiste en un retrospectiva sobre la filmografía de un director invitado, el cual participa en coloquios sobre el público y suele dirigir una Master class para estudiantes interesados en la industria del cine, este año protagonizada por Sergei Loznitsa. Por último, las sesiones especiales acogen anualmente a conocidos directores, productores actores y directores de fotografía, que en un ambiente distendido mantienen un meet and greet con la audiencia. Además, el festival homenajea en Tbilisi la obra de directores nacionales que han aportado valiosas contribuciones para el desarrollo de la cinematografía de Georgia, como fue el caso de la celebración del centenario de Nato Vachnadze o los 80 de Sergey Parajanov.
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