Paul Schrader es una figura clave para entender el cine americano de los últimos cuarenta años. En su momento, mano derecha de Martin Scorsese y guionista estrella del Nuevo Hollywood, el cineasta de Grand Rapids tiene también una carrera interesantísima como director. Filmes como El beso de la pantera, American Gigolo, Hardcore: un mundo oculto, Blue Collar o Posibilidad de escape, son clásicos absolutos.
Ahora bien, en una filmografía como director de más de veinte títulos, también hay lugar para otras películas que no han sido tan mediáticas o celebradas, y que sin duda merecen atención. Aquí sugerimos cinco obras a redescubrir de Schrader.
Rock Star (1987)
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Mirando su filmografía, se trata de una rareza por ser uno de sus trabajos más convencionales pero, ojo, con interés. Un drama familiar bastante clásico con el mundo del rock de fondo protagonizado por un Michael J. Fox que en esa época trataba de escapar de su imagen de niño bonito.
Escrita y dirigida por Paul Schrader, la película se beneficia de una magnífica Gena Rowlands que pone cara a la madre de Fox y a su hermana en la ficción, la cantante de rock Joan Jett, que aquí se estrenaba en el cine. Rock Star es una agria disección de sueño americano, y cuenta con una canción central compuesta por Bruce Springsteen.
El placer de los extraños (1990)
Una de las películas a rescatar con urgencia de la filmografía del norteamericano. El placer de los extraños parte de una novela original de Ian McEwan, adaptada al cine por el dramaturgo inglés Harold Pinter, para proponer un filme de atmósfera perturbadora, sobre vampiros que no chupan la sangre sino el alma.
La pareja de monstruos está formada por unos memorables Christopher Walken y Helen Mirren. Mientras que el papel de víctimas va para Rupert Everett y Natasha Richardson. La relación enfermiza que se establece entre estas dos parejas tiene lugar en una Venecia que parece salida de Amenaza en la sombra, iluminada de forma magistral por Dante Spinotti.
Forever Mine (1999)
Otra película de Paul Schrader que pide un rescate urgente. Una mezcla atrevida y desbocada entre thriller y melodrama amoroso en la cual el guionista de Taxi Driver se suelta la melena a nivel formal. La puesta en escena y tono de Forever Mine son casi operísticos, y remiten al Brian De Palma de El precio del poder.
Ray Liotta lo borda como el villano de la función, un político corrupto y desalmado que será el objetivo de una venganza bigger than life. Para ver en una sesión doble con esa joya de Tony Scott que es Revenge (Venganza).
Desenfocado (2002)
La última gran película del director de El beso de la pantera. De hecho, es un título que supo dar la vuelta a uno de los géneros cinematográficos más trillados y aburridos: el biopic. Desenfocado cuenta, principalmente, el descenso a los infiernos de Bob Crane, la estrella televisiva de la serie Los héroes de Hogan. Interpretado por Greg Kinnear, en el mejor papel de su carrera, se trata de una historia alucinada sobre lado oscuro de Hollywood, llena de vitriolo y una comicidad salvaje.
El compañero de Kinnear en esta cuesta abajo llena de excesos es Willem Dafoe, que pone cara al compañero de juergas de Crane, John Carpenter, conocido por ser unos de los pioneros en la aparición del video doméstico.
Como perros salvajes (2016)
Quizás no sea una de las mejores obras de Paul Schrader, pero si una de las que más ha polarizado recientemente a sus seguidores. Para unos una astracanada sin gracia, y para otros una película provocadora llena de nervio. Sea como fuere, Como perros salvajes es un thriller ultraviolento que gasta una incorrección política pasadísima de vueltas en el que el propio Schrader participa como actor.
La película realiza una radiografía despiadada y surrealista de los Estados Unidos actuales de la mano de sus tres protagonistas, un trío de delincuentes zoquetes formado por Nicolas Cage, Willem Dafoe y Christopher Matthew Cook.
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