Desde hace unos años, la entrega de los premios de la revista Cosmopolitan se ha convertido en uno de los fiestones sonados del otoño capitalino. Gracias a la cobertura mediática y a las redes sociales de actores, actrices y marcas nos hemos enterado de que todo, literalmente todo el cine español, se ha dejado caer por la alfombra rosa del evento. Y ya se sabe: quien se ponga ante un photocall, que se atenga a las consecuencias…
El ajuste del escote es problemático pero me chifla el blanco radiante del Pedro del Hierro de Verónica Echegui. Atención a los punterísimos anillos y pendientes que rematan su look.
También inmaculada, María Esteve con vestido-chaqueta noventero con abertura en la espalda que le cosió en unas horas y en el salón de su casa su amigo Javier Cortés.
Entre las que se decantaron por el negro y los estampados florales (un combo que nos vamos a hartar de ver los próximos meses), Blanca Suárez, con vestido de Jorge Vázquez y braga-faja a conjunto: hemos pasado de ir en plan «comando» a las galas, a exhibir las últimas novedades del catálogo de corsetería Bernadette.
A medio camino entre un mantón de manila y una negligé, el YolanCris que le cedieron a Anna Simón.
Cecilia Freire completa la terna de fondo oscuro y motivos primaverales con un Dolores Promesas correcto, que hubiera mejorado con mayor volumen en la falda.
Perfecta para la Semana Santa sevillana, Nya de la Rubia, a la que solo le faltaba el capirote y una señora al lado, cantándole una saeta.
Como si su estilista fuera su abuela, la cantante Natalia consigue echarse 30 años encima en un santiamén con este vestidón de crêpe negro que haría las delicias de Joan Collins. El clutch fucsia es inenarrable.
Se nota que Alba Galocha antes pisó pasarelas que platós. El mono con volante lanvinesco de Carmen March resulta fantástico.
El otro jumpsuit que acaparó flashes fue el de Anna Castillo, firmado por Dolores Promesas. El estampado, que tenía su poquito de animal print, su poquito de neón y su poquito de camuflaje, demuestra solo una fina línea separa lo grotesco de lo fabuloso. ¡Anna estaba de 10!
Mi debilidad, una vez más, cualquier trapo que se arree Leticia Dolera. La combinación de estos pantalones de cuero con la blusa pijamera de Guess y las bailarinas mule es exquisita, se ve cómoda y le sienta genial.
Adriana Ugarte, en cambio, tomó todas las decisiones incorrectas que pudo antes de salir de casa: idónea para un certamen de patinaje artístico, eso sí.
Por último, porque no sé si me encanta, me espanta o si me olvidaré de él en cuanto acabe de escribir esta línea, el vestido de The 2nd Skin Co que lució Marta Hazas. ¡Dilema!
¿Y de los chicos? ¿Con quién me quedo? Pues, flanqueado por las protagonistas de la peli No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas, con David Verdaguer, que lució con desenfado un esmoquin impecable de Miquel Suay.
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