2021 ha seguido siendo, en términos de distribución y exhibición, un año caótico y extraño. Es cierto que no tanto como 2020, pero las consecuencias de la pandemia se siguen notando, y mucho. A la decisión de Warner de estrenar todo su repertorio en cines y en su plataforma HBO Max —política que finalmente en la major han decidido con buen criterio que no continuará en 2022—, se suman constantes cambios de fecha de estreno y cancelaciones.
Quizás por todo esto, pero sobre todo porque la industria está cambiando delante de nuestras narices, las películas estrenadas directamente en plataformas de streaming han adquirido, ya de manera definitiva, el estatus de “estreno” igual que las que llegan a salas. Basta fijarse en los tradicionales repasos a las novedades de cada viernes que se hacen en los medios de comunicación, repasos en los que ya se mezclan de manera natural tanto estrenos en sala como estrenos en plataformas.
Esta naturalización del cine exclusivo de plataformas ha sido este 2021 particularmente crucial en lo que respecta al cine de terror. Buena parte de lo mejor del género proviene de ellas, lo que demuestra la fortaleza de un género más vivo que nunca: si el futuro del cine pasa por las plataformas, algo que ya nadie duda, es evidente que el género de terror tiene y tendrá una presencia capital en ese futuro.
Aquí van las 10 películas imprescindibles para entender el género de terror en el cine de 2021. He incluido únicamente cintas estrenadas en territorio español de una u otra manera, es decir, o en salas de cine o en plataformas de streaming. Ordenadas, por cierto, de menos a más.
10. Vigilados (The Rental, 2020, Dave Franco)
El pequeño de los Franco se estrena en la dirección con una película asfixiante que, si bien no inventa absolutamente nada, por lo menos combina con acierto el thriller psicológico con el relato de suspense. El cóctel es muy, pero que muy decente para ser una ópera prima, y permite albergar esperanzas sobre los futuros esfuerzos como director de Dave Franco.
9. Cielo rojo sangre (Blood Red Sky, 2021, Peter Thorwarth)
Siguiendo en cierta medida a ejemplos clásicos del cine de hibridación de géneros como el que acuñaron Tarantino & Rodríguez en Abierto hasta el amanecer, Thorwarth propone un curioso cruce entre cine de vampiros y Jungla de cristal que picotea sin pudor tanto del terror como del actioner consiguiendo resultados más que aceptables.
8. Pasajero oculto (Shadow in the Cloud, 2020, Roseanne Liang)
Inesperado retorno a postulados clásicos, en este caso al esquema de intriga de The Twilight Zone, esta pequeña maravilla pierde fuelle en su tramo final, que es precisamente cuando los efectos digitales se adueñan de la función, pero eso no empaña todo lo propuesto hasta entonces: un cuento de terror narrado casi de manera teatral en el que Chloë Grace Moretz demuestra (de nuevo) lo extraordinaria actriz que es.
7. El lobo de Snow Hollow (The Wolf of Snow Hollow, 2020, Jim Cummings)
Una de las películas de terror más peculiares de este año, en la que Jim Cummings rinde culto al mito de la licantropía desde una perspectiva única introduciendo elementos de comedia muy poco convencionales. Cinta, pues, diseñada para expandir los límites del género que consigue sobradamente su objetivo. Y además supone una de las últimas apariciones del gran Robert Forster, por si no tuviera ya suficientes alicientes.
6. No respires 2 (Don’t Breathe 2, 2021, Rodo Sayagues)
No era nada fácil plantear una secuela de una de las películas de terror más originales de los últimos años, pero está claro que, si alguien podía llevar la empresa a buen fin aparte del director de No respires, Fede Álvarez, ese alguien era su colaborador y guionista, Rodo Sayagues. Dicho y hecho. No respires 2 supera su (a priori) condición de inferioridad respecto a la primera parte proponiendo, por un lado, un virtuosismo formal epatante (ese plano secuencia de la entrada de los intrusos en la casa es magistral), y por otro lado un estimable aumento en la dosis de violencia.
5. Misa de medianoche (Midnight Mass, 2021, Mike Flanagan)
No me extenderé demasiado con esta miniserie puesto que, en su momento, ya comenté aquí mismo que es uno de los productos de género fantástico más apasionantes de los últimos años. Y que revalida a Flanagan como uno de los principales autores de género en activo, un tipo al que seguirle la pista haga lo que haga.
4. La maldición de Lake Manor (Il nido, 2019, Roberto De Feo)
Qué pena lo de esta película. No sólo llegó a nuestras pantallas con cierto retraso, es que además lo hizo muy pero que muy mal con ese título torpe y oportunista que pretendía aprovecharse del éxito, unos pocos meses antes, de la miniserie de Flanagan La maldición de Bly Manor. O quizás estoy diciendo que es un título torpe y oportunista porque, en realidad, estoy escondiendo el tremendo secreto que aguarda a quien ose adentrarse en esta estupenda muestra de cine de terror italiano, rodada con un exquisito gusto visual, e interpretada por unos actores espléndidos (con mención especial para los dos chavales protagonistas). La única manera de averiguar si el título tiene o no algo que ver con la película es, por supuesto, viéndola. Que es lo que deberíais hacer todos. Ya.
3. In Fabric (2018, Peter Strickland)
Hablando de películas estrenadas con retraso, más de dos años ha tardado en poder verse aquí esta bizarra, extrañísima, pero fascinante producción despachada habitualmente con la frase “la del vestido asesino”. Sí, hay un vestido asesino, pero creedme si os aseguro que lo que menos le importa a Strickland es la cuestión del vestido. Hasta el punto de que deviene un mero MacGuffin para lo que realmente le importa: proponer una aterradora alegoría acerca del consumismo trazada con una caligrafía retro que remite al cine italiano de los años 70. Indispensable bajo cualquier punto de vista.
2. The Empty Man (2020, David Prior)
Probablemente hayáis leído en varios sitios que la causa del fracaso de esta película está en la pandemia, pero no, las cosas ya se habían torcido mucho antes. Para empezar, la película se rodó nada menos que a finales de 2016, con filmación adicional en septiembre de 2017, lo que nos da una idea de que su desarrollo fue cualquier cosa menos un trayecto plácido. Víctima (como tantas otras) de unos test screenings desastrosos, Twentieth Century Fox se puso nerviosa y montó una versión de 90 minutos, unos 45 menos que el montaje de David Prior. Pero resultó que este montaje más corto puntuó incluso peor que el original en los nuevos test screenings. A partir de aquí, por si las cosas no estaban ya complicadas, vino la compra del estudio por Disney, con la decisión de cambiar el nombre por el de Twentieth Century Studios y de relegar al ostracismo todo el catálogo del mítico estudio.
Y después vino la pandemia, claro. La tormenta perfecta para hundir en la miseria a una película que, ojo, parece a simple vista una vulgar versión de Slender Man o de Candyman, el dominio de la mente, pero es en realidad un inteligente producto que decide conscientemente anclarse en las reglas clásicas del género. De esta manera, el resultado es extraordinario: The Empty Man es terror puro, sin contaminaciones de género, sin desvíos innecesarios, no le sobra nada, no le falta nada. Y da mucho, mucho miedo.
1. Maligno (Malignant, 2021, James Wan)
La película de terror de-fi-ni-ti-va de este 2021. Si el género es una fiesta, Maligno es una rave desbocada y salvaje, una imprevisible montaña rusa en la que James Wan se siente más cómodo que nunca. Portentosa en su formalidad (ese plano picado que recorre la casa es de los mejores vistos en cine este año), desacomplejada en su empeño por forzar los límites del género, Maligno se erige como un impecable homenaje/asimilación de las coordenadas de las películas de terror de serie B de los años 80. A Wan poco le importa la total coherencia interna de todos los elementos que maneja, porque sí, claro, Maligno es una película imperfecta. Pero es justamente porque arriesga, porque se lanza al vacío con lo puesto, que deviene la película de género más imprevisible y sorprendente del año. Un regalo para todos los amantes del terror, Wan nos quiere y eso se nota en cada plano de Maligno, película que, además, le reafirma como uno de los autores imprescindibles para entender el cine de terror de este siglo XXI.
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