Camisas estampadas contra el aburrimiento estival

He abierto mi guardarropa de verano para compartir con vosotros una verdad absoluta: hay vida más allá de las camisas blancas, celestes o rosas; allende el socorrido polo de piqué.

Si en tus camisas sólo abundan los colores lisos, si atrevidos son para ti los cuadros vichy o las rayas bretonas (o si has tenido que googlear ambos términos para entenderlos); lee, bonito, que buena falta te hacen mis consejos para animar tu armario. El mío, ya ves, es puritita fiesta.

VIVERO TROPICAL: me abotono la camisa hasta arriba, opto por unos shorts con doblabillo y remato el conjunto con unas bambas al tono y de suela gorda. Eso sí, evito la orilla del mar y las sandalias cuando me pongo esta camisa porque si no, paso de ‘hipster festivalero’ a ‘guiri cocido al sol’.

FEAR & LOATH PRINT: desabrochada, esta adquisición me permite exhibir vello pectoral, enfundarme unos pitillos y rematar el conjunto con unos zapatos de rejilla en cuero negro. ¿El riesgo? Parecer un ‘serial killer’ irredento o un director de cine porno amateur. Ambas opciones habrían sido mejores que seguir mi vocación por la moda, la comunicación y el humor…

LUNARCITOS: gracias al aire entre náutico y flamenco de este estampado, me convierto en todo un Marinero de luces… Por eso, cruzo la bahía con unos pantalones blancos remangados y complemento el atuendo con unos náuticos en rojo.

REGATA STYLE: amortizo el calzado del conjunto anterior y me conformo este verano con vestir como un patrón de yate porque, grumete como soy, el presupuesto me llega justo para alquilar un patinete en Cullera.

JUANOLAS: las gargantas envidiosas carraspean a mi paso… Yo combino esta camisa con mis celebradas sneakers en tonos flúor y unos shortísimos negros de corte deportivo (con goma a la cintura y un juguetón cordón que se mueve al ritmo de mis caderas).

LEOPARDO TRICOLOR: lástima que ese día no llegara a tiempo, pero la inspiración ‘moschinesca’ de este print lo habría hecho ideal para ir a la puerta del IVAM a despedir a Consuelo Císcar… Menos mal que lo he amortizado en un par de front rows, en un festivalillo de nivel y en una buena terna de cotarros.

RAMILLETE PICTÓRICO: reivindico mi lado arty con estos capullos a brochazos que me gusta combinar con bermudas en color caramelo -los chicos carnosos tenemos buenos muslos para lucir- y un cinturón de cuero trenzado que me ciña las formas.

FESTIVAL OCHENTERO: It’s my party and I cry if I want to era una particular manera de decir que uno hace lo que le sale del ciruelo, como, por ejemplo, llevar esta camisa sin sonrojo. Yo, además, la combino con un tote-bag azul eléctrico con letras rojas.

Y ESTE: sí, tengo una camisa de color vainilla que lleva unos pavos reales geométricos estampados sobre ella en tonos rosa y lavanda… Y, sí, han sido los 40 euros mejor invertidos de mi vida.

¿A que estáis deseando descubrir los secretos de mi armario otoñal?