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Phil Spector, genio y delincuente

En Música 17 enero, 2021

Sergio Ariza

Sergio Ariza

PERFIL

Phil Spector fue un asesino y un maltratador, pero también una de las figuras más importantes de la música popular del siglo XX. Podríamos enumerar uno a uno sus gloriosos sencillos de principios y mediados de los 60: canciones que han quedado marcadas a fuego en el imaginario colectivo, obras maestras encabezadas por cuatro monumentos sobre el amor/desamor adolescente, “He’s A Rebel” de las Crystals (aunque cantada por Darlene Love, más sobre eso más adelante), “Be My Baby” de las Ronettes, “You’ve Lost That Loving Feeling” de los Righteous Brothers y “River Deep-Mountain High” de Ike & Tina Turner, canciones que le garantizan un puesto entre los grandes de la música popular del siglo XX, donde encarnó como ningún otro la figura del productor creativo, inspirando con ello a Brian Wilson y a otras mentes preclaras a coger las riendas de su música y encargarse de todo.

Phil Spector

Pero que Spector nos haya regalado algunas de las mejores canciones de la segunda mitad del siglo XX tampoco le absuelve de ser un asesino convicto y una persona terrible, y aquí entramos en terreno farragoso en medio de la cultura de la cancelación actual, ¿se puede seguir disfrutando del maravilloso A Christmas Gift For You sin un poco de remordimiento? ¿No quedaba ya claro de quién estábamos hablando cuando produjo sin un mínimo atisbo de ironía la escandalosa “He Hit Me (And It Felt Like A Kiss)”? ¿No parecía evidente que este Ciudadano Kane de la música iba a terminar mal tras tantas historias sobre su afición a blandir pistolas en un estudio por gente como Leonard Cohen o los Ramones?

Pues parece que sí, pero para juzgarle ya están los tribunales y estos decididieron que se pudriera unos cuantos años en la cárcel, y a mí me parece muy bien, no creo que nadie pueda tener un trato preferencial por lo que haya hecho, una cosa es la justicia y otra el trabajo. Ya puedes haber inventado la vacuna del COVID 19, si eres un maltratador espero que el peso de la ley caiga contra ti con toda severidad… eso sí, no pienso dejar de vacunarme.

Pues lo mismo pasa con Spector, el tipo es, a todas luces, una persona terrible, con un ego descontrolado y un largo historial de abusos pero, no puedo evitar seguir emocionándome cada vez que oigo la introducción a la batería de Hal Blaine en “Be My Baby” o cuando Darlene Love pide a su chico que vuelva por Navidad. También me siguen gustando los cuadros de Caravaggio, a pesar de que asesinara a un rival en los afectos de una prostituta o Pablo Picasso, a pesar de que nunca le hubieran llamado gilipollas (como decía Jonathan Richman en una de sus canciones) cuando con toda probabilidad lo era.

Y poniéndonos en casos más graves, tampoco sé a ciencia cierta si Michael Jackson es un pedófilo o no, si lo es, espero que se cubra su nombre de fango, pero tampoco creo que se deban quemar todas las copias de Thriller u Off The Wall, como tampoco estoy a favor de, puestos a hablar de horrores, eliminar las obras de Leni Riefenstahl… Así que después de este preámbulo dejen que les hable de Phil Spector (o Spectre), una mala persona que hizo muy buena música.

Phil Spector nació en los días de Navidad de 1939, hijo de una familia de emi grantes judíos. Pequeño y débil físicamente, encontró su pasión en la música, aprendiendo primero a tocar la guitarra. Uno de los hechos que marcaron su infancia, y su vida, fue el suicidio de su padre cuando solo contaba con 10 años de edad. En la tumba de su padre se escribiría el siguiente epitafio: To Know Him Is To Love Him. Con esa misma frase por título, Spector escribiría su primer número uno a la tierna edad de 18 años. Junto a dos amigos del instituto, la escribiría y tocaría, con su amiga Annette Kleinbard en la voz principal, dando a los Teddy Bears un éxito increíble.

Pero Spector, que era muy ambicioso, vio que la gran parte del pastel se iba a manos de los productores y comenzó a intentar hacerse un hueco en ese departamento. Conoció a Lester Sill y no paró hasta que este le presentó a sus ídolos, Jerry Leiber y Mike Stoller, en poco tiempo consiguió escribir junto al primero la maravillosa “Spanish Harlem” para Ben E. King. Leiber y Stoller, en agradecimiento, le comenzaron a recomendar sus primeros trabajos como productor, entre los que se encontraba la versión original del “Twist & Shout”, aunque su primer gran éxito en ese departamento llegaría cuando en enero de 1961 el “Corrine, Corrina” que produjo para Ray Peterson se coló entre los 10 primeros de las listas.

Al poco tiempo, volvería a triunfar con el “Pretty Little Angel Eyes” de Curtis Lee, una canción doo wop en la que desataba su enorme amor por el género, principalmente por el malogrado Frankie Lymon. No había cumplido los 22 años y ya era uno de los productores de moda, Sill le propuso grabar uno de los grupos que llevaba, las Paris Sisters y Spector se puso manos a la obra para conseguir que triunfaran, eligió una canción de Barry Mann, “I Love How You Love Me”, que le recordaba a su “To Know Him Is To Love Him” y alquiló su estudio de grabación favorito, el Gold Star de Hollywood, con su gran eco.

Spector se puso a trabajar incansablemente en un arreglo de cuerdas junto a Hank Levine, haciendo unas 30 mezclas distintas del mismo, escuchándolo incansablemente durante días, y noches, hasta que lo consideró perfecto. La primera de sus sinfonías para adolescentes estaba lista y salió al mercado en agosto de 1961, colándose entre los cinco primeros de las listas.

A finales de ese año Spector convenció a Sill para formar una compañía de discos juntos, tenía 22 años y ya estaba en la cúspide de la industria, el nombre no era muy original, era juntar el nombre de sus dos socios principales Philles, pero en esa compañía aparecerían algunas de las canciones más importantes del siglo XX. Spector se especializaría en grabar a grupos de chicas, le primero que firmaron fue a las Crystals, para las que grabaría “There’s No Other (Like My Baby)” y “Uptown”.

Pero mientras el grupo estaba de gira promocionando esos sencillos, Spector escuchó el “He’s A Rebel” que había compuesto Gene Pitney (al que le había producido “Every Breath I Take”) y supo que allí había un éxito. La canción iba a ser grabada por Vikki Carr para Liberty, pero Spector corrió a Gold Star para grabar su propia versión, como su grupo estrella no estaba decidió utilizar a las Blossoms, el grupo que hacía coros en la mayoría de canciones, y a su cantante, Darlene Love, como voz principal.

Fue el primer pico del Muro de Sonido de Spector, toda la Wrecking Crew, los músicos de sesión a los que Spector convirtió en leyenda, reunida en Gold Star, con el gran Hal Blaine a la batería, Carol Kaye al bajo o Steve Douglas al saxo, los arreglos de Jack Nitzsche y Larry Levine como ingeniero. Más de 40 personas, entre músicos, cantantes, arreglistas, compositores y demás trabajando a las órdenes de Spector para sublimar el amor adolescente como nunca antes de ellos.

La canción subió a lo más alto de las listas, pero Spector decidió sacarlo al mercado bajo el nombre de las Crystals, su grupo estrella, y olvidarse de Love y las Blossoms. Mientras las Crystals seguían de gira, vieron como una canción bajo su nombre, con la que ellas no tenían nada que ver, se convertía en la canción más pinchada por las radios. Tuvieron que introducirla en su repertorio pero su cantante principal, Barbara Alston, era incapaz de cantar como Darlene Love, así que fue sustituida por la componente más joven del grupo, Dolores «LaLa» Brooks a la que Spector daría los siguiente éxitos del grupo, las increíbles “Then He Kissed Me” y “Da Doo Ron Ron”, (una canción que le hizo decir a su empleado Sonny Bono: ¿Oyes eso? Es oro saliendo de los altavoces).

Para ese momento Phil Spector ya había puesto de patitas en la calle al hombre que le había dado sus primeras oportunidades; con el ego inflado, no quería compartir beneficios, pues pensaba que él era la única estrella, el que elegía a las canciones, a los intérpretes, el que decidía el arreglo y el que supervisaba hasta el último detalle de cada canción. Así decidió comprar la parte de Sill y, aunque este luchó, se quedó con todo.

Phil Spector

En el acuerdo final se estipulaba que el siguiente sencillo de Philles sería el último en el que se repartirían los dividendos y Spector sacó a relucir su verdadera cara. Sacó un sencillo de título “Let’s Dance The Screw – Part I & (b-side) II” que duraba más de 5 minutos, una duración considerada irradiable, en la que no había ni rastro de su Muro de Sonido, en concreto solo había un piano y en el que una voz repetía monótonamente el título sin una sola palabra más. Por si no quedaba claro, solo se imprimió una copia, que Spector envió personalmente a la casa de Sill.

Quedaba claro que Spector no era ningún santo, aun así estaba a punto de entrar en el periodo de esplendor absoluto de su carrera y vivir una historia de amor que, como no podía ser de otra forma, acabaría fatal. En 1963 Spector descubrió a las Ronettes en una actuación en Nueva York y no dudó en ficharlas para su sello, lo primero que le cautivó fue que su cantante, Veronica Bennett poseía una voz similar a la de uno de sus ídolos, Frankie Lymon. Primero se enamoró de la voz, poco después del resto de su persona. Las Ronettes eran el grupo de chicas con más actitud y carisma de todo el lote, sus peinados desafiaban la ley de la gravedad y eran las chicas malas definitivas.

Phil Spector había encontrado el vehículo perfecto para sus sinfonías de adolescentes, pero las chicas no tardarían en comprobar el tipo con el que estaban grabando, las cuatro primeras canciones que grabaron para Spector aparecieron acreditadas como las Crystals… Eso sí, esta vez Spector estaba buscando la canción adecuada para lanzar al grupo y al final la encontró, junto a Ellie Greenwich y Jeff Barry, en la forma de “Be My Baby”, una de las canciones pop más perfectas jamás escrita, interpretada y producida.

El inicio a la batería de Hal Blaine es uno de esos momentos míticos que anuncian que algo grande está a punto de pasar, luego entran esas castañuelas que Spector sabía utilizar tan bien, junto al resto de músicos, luego la increíble voz de Veronica, o Ronnie como todos lo llamaban, hasta desembocar en uno de los estribillos más irresistibles de todos los tiempos. Cuando Brian Wilson la escuchó tuvo que hacerse a un lado de la carretera con su coche porque su cabeza estaba a punto de estallar de emoción. Al poco tiempo compondría “Don’t Worry Baby” y se la ofrecería al grupo pero el celoso Spector no quería compartir crédito.

Aun así, el romance musical y personal seguía viento en popa, en otoño del 63 llegaría la magistral “Baby, I Love You” y en invierno aparecería el disco navideño más increíble de todos los tiempos. Spector reunió a sus grupos predilectos, las Ronettes (“I Saw Mommy Kissing Santa Claus», «Frosty the Snowman» y «Sleigh Ride”), las Crystals (“Santa Claus Is Coming to Town”, “Rudolph the Red-Nosed Reindeer” y “Parade of the Wooden Soldiers”) o la increíble voz de Darlene Love, a la que, por fin, acreditaba por su nombre.

Como si quisiera compensarla, a Love le tocó el gordo del disco, además de abrir el LP con “White Christmas” y cantar una versión de “Marshmallow World”, se quedó con la increíble “Christmas (Baby Please Come Home)”, la única canción original del disco (compuesta otra vez junto a Greenwich y Barry) y el único sencillo que se publicó del único disco de larga duración acreditado a Phil Spector. Increíblemente ni el álbum, ni el sencillo fueron grandes éxitos, eso sí, la fama del disco no ha hecho sino crecer y somos muchos los que lo tenemos como banda sonora oficial de la Navidad.

La llegada de los Beatles hizo que el éxito de los sencillos de Phil Spector se viera afectado pero, aun así, las Ronettes consiguieron cuatro sencillos entre el Top 40. Los propios chicos de Liverpool eran seguidores acérrimos y propusieron al grupo que abriera sus conciertos en EEUU, pero el celoso Spector lo impidió. Además, ahora que Ronnie había caído en sus brazos, ya no estaba tan confortable con el éxito del grupo y se centró en una nueva aventura, los Righteous Brothers.

El dúo formado por Bill Medley y Bobby Hatfield estaba muy alejado de los grupos de chicas con los que normalmente trabajaba, pero Spector volvió a sacarse un as de la manga y consiguió su mayor éxito hasta la fecha con la inmaculada “You’ve Lost That Lovin’ Feeling”, posiblemente el Muro de Sonido llevado a su máxima expresión.

Phil Spector

En esta ocasión, la canción venía firmada por Spector junto a Barry Mann y Cynthia Well. Mann escribió la mítica primera frase (You never close your eyes anymore when I kiss your lips) como el reverso de su “I Love How You Love Me”, creando una de las canciones de desamor definitivas. Spector la ajustó a la increíble voz de barítono de Medley, y ante las protestas de Hatfield, que le preguntó sobre que se suponía que tenía que hacer hasta que entraba su voz en el estribillo, recibió otra de esas respuestas demoledoras de Spector: Puedes ir directamente al banco.  (Y, por si fuera poco, le arregló una increíble versión de “Unchained Melody” para que se luciera con su voz)

Su confianza se vio recompensada y la canción fue número uno, unos años después Elvis Presley haría una increíble versión en directo, dejando en el aire la gran pregunta ¿qué podría haber hecho el productor más importante junto al rey de los intérpretes? Una pregunta que el Coronel Tom Parker nunca nos dejó contestar pero que sigue haciendo que algunos salivemos sobre lo que hubiera resultado…

Tras su trabajo con los Righteous Brothers, Phil Spector volvía a sentirse en la cima, así que decidió grabar su obra maestra definitiva, la canción por la que querría que se le recordase. Poco antes había descubierto a Ike & Tina Turner en un club de Sunset Strip y había quedado prendado de la energía de Tina. Ella sería la que pondría voz a esa canción con la que soñaba Spector. La había compuesto junto a su pareja favoritas de compositores, Jeff Barry y Ellie Greenwich, un matrimonio que se había disuelto un año antes pero que seguía trabajando juntos, “River Deep-Mountain High” surgió de tres melodías diferentes para tres canciones que cada uno de los compositores tenía.

Phil Spector

Antes de grabarla, Spector compró el contrato de Ike & Tina Turner a una subsidiaria de Warner Records por unos 20.000 dólares y pagó una cantidad no conocida por mantener a Ike fuera del estudio. Spector no quería a Turner por allí porque era otro tipo obsesivo, violento y posesivo como él, vamos otro cabrón absoluto al que era mejor mantener al margen. Para la sesión Spector llamó a algunos de los mejores de la Wrecking Crew, allí estaba Carol Kaye al bajo, Leon Russell al piano, Barney Kessel y Glen Campbell a las guitarras, además de una orquesta entera.

El arreglo de Jack Nitzsche era colosal, si las producciones de Spector eran wagnerianas, entonces River Deep era sus Valquirias, en los coros estaban Darlene Love, Fanita Barrett, Jean King, Gracia Nitzsche y Clydie King, y el productor pidió innumerables tomas a Tina hasta que decidió que aquello era perfecto. La propia cantante recordaría la grabación Debí haber cantado aquello 500.000 veces. Estaba empapada en sudor. Tuve que quitarme la camisa y quedarme en sujetador para cantar.

El resultado es la perfección hecha canción, como dijo George Harrison No se puede mejorar nada en ella, pero fue un pequeño fracaso en los EEUU donde se quedó en un pírrico puesto 88º en las listas de Billboard, su éxito en Europa (número tres en Reino Unido y uno en España) no consoló a un Spector que decidió retirarse a su Xanadu particular, la mansión Alhambra donde terminaría encerrando a la pobre Ronnie Spector cuando se casaron en 1968.

Al año siguiente volvería tímidamente con un nuevo éxito, “Black Pearl”, y cuando el grupo más famoso del mundo, los Beatles, decidiera recurrir a él para que hiciera lo que pudiera con las sesiones de Get Back, el resultado sería muy del agrado de Lennon y Harrison, que le utilizarían para producir sus primeros discos en solitario, los imprescindibles Plastic Ono Band, Imagine y All Things Must Pass, pero le ganaría el odio eterno de Paul McCartney por el arreglo de cuerdas de “The Long And Winding Road”.

Phil Spector

A pesar de seguir codeándose con las estrellas de rock más grandes, el comportamiento de Spector se convirtió en más errático, solo dejaba salir de casa a Ronnie en coche si esta llevaba un muñeco hinchable de él en el asiento de copiloto para que no pensasen que iba sola. Su megalomanía se confirmaría con el regalo de Navidad más escalofriante de la historia, Phil decidió sorprender a su esposa regalándole un par de gemelos (no, no me refiero a los de una camisa) como regalo. Un día decidió que estaría bien tener dos hijos, sin consultárselo a su esposa. Todo terminó con Ronnie fugándose de su jaula de oro con la ayuda de su madre, saltando la valla y sin ni siquiera unos zapatos en los pies.

Phil Spector

Era 1972 y, a partir de entonces, la vida de Spector cayó en una espiral de alcohol y armas que empeoraría cuando sufrió un terrible accidente de tráfico en 1974. Seguía siendo inmensamente rico y talentoso, pero puede que pasara los días pensando en su Rosebud particular.

Aun así, entre 1975 y 1980 produjo tres discos fascinantes de tres artistas consagrados, pero totalmente diferentes entre sí, todos esos discos llevarían más su sello que el de sus propios autores. Otra cosa que los une es que los tres artistas terminarían renegando de ellos, pero se convertirían en auténticas obras de culto con los años. Se trata del Born To Be With You de Dion, el Death Of A Ladies Man de Leonard Cohen y el End Of The Century de los Ramones.

El primero era, sin duda, el emparejamiento más probable, Dion era uno de los grandes del doo wop, pero para 1974 estaba tan fuera de moda como el propio Phil Spector. Aun así el disco que hicieron juntos, con Spector volviendo a los estudios Gold Star y contando con los sospechosos habituales, es uno de los favoritos de gente como Bobby Gillespie de Primal Scream o un Bruce Springsteen que no dudó en pasarse por el estudio para presenciar a dos de sus ídolos. En un año revolucionaría el mundo del rock con un disco en el que quería sonar como Roy Orbison, cantando letras de Bob Dylan y producido por Phil Spector.

El segundo disco es el más extraño, nunca un disco de Leonard Cohen sonó menos Leonard Cohen que Death Of A Ladies Man, un disco en el que Spector incluso logró que el impasible canadiense se desgañitara recordando las calabazas de Nico en la maravillosa “Memories”. Durante su grabación, a altas horas de la madrugada, con abundantes dosis de alcohol y visitas de Dylan y Allen Ginsberg borrachos, Spector se acercó a Cohen, le rodeó el cuello mientras sujetaba una pistola y le dijo Te quiero Leonard, la respuesta del bardo fue más realista que poética, Muy bien Phil, pero no me dispares.

Por último, Phil Spector produjo a los Ramones entre pistolas e innumerables tomas. Solo Joey pareció disfrutarlo, el cantante era un fan absoluto, pero el resultado fue mucho mejor de lo que la gente piensa y canciones como “Danny Says” o “Do You Remember Rock’n’Roll Radio?” están entre lo mejor de la discografía de los de Queens.

Poco más que reseñar sobre Phil Spector antes de su retiro final y su vuelta a los titulares en 2003 tras disparar, y matar, a una camarera aspirante a actriz, Lana Clarkson. En los últimos años las llamadas de John Lennon se convirtieron en mensajes de compañeros de prisión como Charles Manson, y sus deteriorados huesos siguieron, con justicia, entre rejas, hasta su fallecimiento por COVID-19 el 17 de enero de 2021.

No creo que merezca ningún tipo de compasión por habernos dado las joyas que aparecen en el fundamental Back To Mono (un recopilatorio que debe estar en la casa de cualquier persona que se precie de melómana), pero tampoco creo que debamos dejar de disfrutar de su trabajo solo porque su creador fuera un hijo de puta…

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