Entre los festivales convertidos en eventos multiculturales, el Sziget Festival 2019 ha destacado con una edición repleta de joyas. De entrada, en su vigesimoséptima convocatoria ha batido un récord de presupuesto con unos considerables 35 millones de euros. Para hacernos una idea, con una duración de 7 días, que se mantiene año tras año, el último día del Sziget acapara el mismo fondo que la semana entera de la edición del 2016.
Lo interesante es que está inyección económica se emplea, en su mayor parte, para traer a los mayores artistas de tendencia al main stage, entre otros hemos contado con Foo Fighters, Ed Sheeran, Florence+The Machine, Post Malone, Twenty One Pilots, The 1975, The National, Franz Ferdinand y Martin Garrix con un inesperado cameo de Macklemore, junto con algunos más que me llevo a casa como Johnny Marr y Honne.
Y es así como más de 1.000 artistas, actores y activistas han logrado atraer a su paso por la isla a un total de 530.000 visitantes (vs. los 40.000 de su apertura en 1993). Aunque no hay que asustarse, puesto que el máximo de 95.000 personas circulando simultáneamente por la isla queda lejos de los 3 millones de asistentes del Donauinselfest que se aglomeran a lo largo de tres días en Viena, en otra isla del Danubio de menor tamaño.
De toda la euforia y estallido de colores, sonidos y experiencias, destacaría este año a los músicos que actuaron en el A38 Stage. El line-up de este épico escenario está gestionado por la reencarnación del buque de transporte ex-soviético ucraniano A38 que lleva 15 años encallado en la orilla del Danubio en Budapest, acogiendo a los artistas más innovadores del momento.
Una vez la fiesta empieza a llegar a su fin en el A38 (a eso de las 5 de la mañana) no hay mejor after que el Colosseum, donde encontramos al aire libre y entre columnas de palés de madera el verdadero techno-beat con artistas a la altura de Anna y su potente sonido de marca propia.
Y es que la escena techno no queda relegada en un festival que alberga absolutamente toda clase de géneros musicales. Si por el contrario lo tuyo es más el EDM, aparte de encontrar artistas en el main stage como Martin Garrix, te encontrarás realmente a tus anchas en el escenario de Bacardí. Este año tuvimos la oportunidad de participar en la despampanante fiesta china de elrow con artistas como De La Swing y Paco Osuna, a la altura del listón que ha dejado la organización. Con una tradición familiar en el seno del mundo del espectáculo, desde clubs y bares a teatro y cine, pasando por el boom de las raves, las fiestas de elrow ya son referente internacional con presencia en más de 33 países.
Otro de mis puntos favoritos en la isla es el Cökxpôn Chill Garden que en las últimas ediciones se ha unido a la playa en el extremo norte de isla. Además de ser el sitio perfecto de chill, es el único punto de la isla con música en directo las 24 horas del día, lo que lo convierte en el after del after y a su vez en un excelente sitio para descansar con sus pufs a media mañana.
Ahora bien, si eres de los que llevan el ritmo en la sangre no te decepcionará el escenario Afro-Latino-Reggae Village, que aparte de marcar el buen rollo de la zona es el epicentro de una variedad de actividades y shows, clases de salsa, marionetas gigantes y mucho más.
Justo al lado encontrarás otro ritmo que hipnotiza, el Global Village, que reencarna al antiguo World Music Stage, reúne artistas de todos los rincones del mundo y albergó cada noche una hoguera armonizada con música folk americana y húngara de la mano del dúo DanMark.
En el Europe Stage, que acogió a artistas llegados de Italia, Finlandia, Polonia, Holanda y el resto del continente, descubrimos a dos bandas peculiares salidas de casa. La Ganga Calé es un grupo nómada madrileño que mezcla una fusión rumbera con funk, ritmo latino y pop-rock, así como si nada. Por otro lado, los cinco integrantes de la banda barcelonesa Maruja Limón incorporan un flamenco lozano con matices de son cubano.
Si por algún motivo no te convence la programación de alguno de los casi 20 escenarios simultáneos de música distribuidos por la isla, siempre puedes optar por algo más retro y zambullirte en una de mis carpas favoritas, el Slager FM Greatest Hits Stage que ofrece dance hits de los 80’s y los 90’s sin pausa. Otra opción que ofrece el Sziget, para los fanáticos de esas icónicos grupos que, lamentablemente, se vinieron abajo tras la defunción de su cantante principal, es el Youtube Music Tribute Stage, en el que bandas húngaras rinden tributo sacando a la luz las canciones Queen (Hungarian Rhapsody), Nirvana (Lugosi Dani & Takács Vilkó), David Bowie (Bowie and Friends) o The Doors (Doors Emlékzenekar).
¿Pero estamos en Hungría no? La cultura húngara está por todas partes en el festival: voluntarios que apenas hablan inglés, puestos de comida típica y el núcleo de actividades locales, el Hungarikum. Y ya para una inmersión total nada mejor que darse una vuelta por Budapest, ver el casco antiguo, los bares ruina, presentarse en un buen free tour (pregunta por Gabriel) y disfrutar de sus muchos centros termales, de los cuales algunos tienen remanentes turcos.
Para todo esto lo mejor es comprar un CityPass nada más llegar al aeropuerto o en el propio festival, dado que nos incluye transporte por toda la ciudad (incluso al aeropuerto) y un pase para el baño termal de tu elección. Personalmente, recomiendo los baños Rudas, que tienen en la parte superior un jacuzzi al aire libre enfrente del Danubio (una vista de muerte). También son esenciales la visita en altura al Palacio Real y la colorida Iglesia de Matthias, así como el parque al norte de la ciudad en el que se encuentra el precioso recinto del Castillo de Vajdahunyad, que data de 1908 (originalmente hecho de madera y cartón para la Exposición Milenaria húngara de 1896).
A la hora de alojarse en el Sziget, y entre las opciones de camping, es imprescindible mencionar la libertad que nos ofrece el festival para acampar absolutamente donde nos dé la gana dentro de la isla y, aunque puede sonar tentadora la idea de acostarse al lado del escenario principal, hay otras opciones algo más tranquilas e incluso estimulantes.
Tenemos las zonas temáticas como Siesta Camping, eminentemente español, el Ápero Camping francés, que tiene un ambientazo con su propio DJ e incluso un puesto de crêpes y galettes bretonas (y buenas) o el Alternativa Camping, de habla italiana y con un pequeño escenario propio, el Light Stage. Pero si quieres llevar el festival a otro nivel nada como la piscina del VIP Camping, que a su vez ofrece taquillas con llave in situ y duchas mejoradas.
En el tema siempre importante de la intendencia, una novedad que encontramos este año en el Sziget es la aparición de un supermercado ALDI dentro de la isla, ¡y eso no es todo, porque sus precios son de súper de verdad! Al fin tenemos una alternativa a los puestos de comida de la isla (incluyendo el típico Lángos húngaro), que para la gula de fast food están muy bien, pero lo cierto es que a lo largo de los 7 días de festival llegan a cansar. Además, la mayor ventaja que le encontramos al mini-súper es que se acompaña de una carpa en la que cocineros, uniformados con el logo de la marca alemana, te preparan a la parrilla los productos que hayas adquirido sin ningún coste adicional.
Así que si a estas alturas no te he convencido de lo único e increíble que es el festival Sziget te sugiero leer la segunda de las crónicas, Sziget 2019: mucho más que música.
Music Venues:
Main Stage, A38, Bacardí Arena, Colosseum, Europe Stage, Volt Festival Stage, Music Box, Global Village, Afro-Latin-Reggae Village, Magic Mirror, G-Spot, House of Hungarian Music – Classical/Opera/Jazz Stage, Light Stage, Slager FM Greatest Hits Stage, Unicum Bar, Cökxpon Chill Garden, Youtube Music Lounge & Tribute Stage, Hungarikum Village.
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