Tórtel, Soledad Vélez y DeLocksley protagonizan el mejor prolegómeno local posible para el Día de la Música en Valencia, con un concierto en Jerusalem Club a pocas horas de que la ciudad se llene de música.
Tan solo unas horas antes de que diversos enclaves de la ciudad de Valencia (y de otras capitales de todo el estado) hiervan a base de conciertos en vivo, el ciclo de directos retransmitidos en streaming Munube (Música en la Nube) se adelanta a la celebración del Día de la Música con un triple cartel. La cita es mañana viernes 21 a las 21.00 h. en Jerusalem Club, recinto histórico de la oferta cultural del cap i casal (fue Cine Jerusalem desde 1929 hasta 1985, y Sala Papillon en los años 90, cuando por allí pasaron bandas como Pulp o The Amps), con un cartel que tiene la virtud de condensar algunas de las propuestas más exportables y libérrimas del pop rock facturado por tierras valencianas.
El proyecto de Jorge Pérez, Tórtel, es el que encabeza la programación de la noche con todos los honores. Casi provoca algo de sonrojo reiterar las excelencias de La Gran Prueba (Gran Derby/El Volcán), su tercer álbum, por aquello de la repetición, pero lo cierto es que pocos álbumes tienen mejor ganada esa retahíla de parabienes críticos que ha ido cosechando desde su edición en febrero pasado. El reto de llevar el contenido del disco al directo no era precisamente fácil, por cuanto en él las programaciones han ido ganando peso frente a las guitarras acústicas, en un proceso influenciado por la psicodelia de nuevo cuño e incluso la cumbia electrónica. Pero tras su solvente estreno hace un par de meses en la Sala Russafa, solo cabe esperar grandes cosas sobre los escenarios por parte de esa formación que completan Enric Alepuz, Víctor Ramírez, Jordi Sapena y Miguel Sancho. Eso, y que el eco mediático de su obra tenga el correlato popular que-sin duda-se merece.
No le anda muy a la zaga Soledad Vélez, la compositora chilena afincada en Valencia desde hace algo más de un lustro, quien también vive un momento particularmente dulce desde que editara, a finales del año pasado, el espléndido Run With Wolves (Absolute Beginners). Con él certificó un ostensible crecimiento artístico, curiosamente también sustentado en el incremento del factor sintético, a través de unos teclados de filiación 80s que no solo no desvirtuaban la particularísima esencia de sus canciones (melodías dolientes y quebradizas, subrayadas por su imponente e inconfundible timbre de voz), sino que también emparentaban su propuesta con la de luminarias del pop vintage como Beach House. Cualquiera que haya seguido sus pasos sobre los escenarios también podrá dar fe del convencimiento en sus propias virtudes que muestra ahora aquella chica retraída que frecuentaba, ukelele en mano, los garitos de la ciudad.
El cartel se completa con DeLocksley, la banda que ganó el concurso Munube Stage. Su música quedó concretada hace un año y medio en Suelos de Palacio, un EP de seis canciones en el que defendían una propuesta bien ejecutada y pulida, con estribillos de vocación mayoritaria y contornos bastante más convencionales que los que singularizan a sus dos compañeros de cartel mañana, habida cuenta de los juegos malabares que mantienen entre el hard rock y ese indie rock bailable de nuevo cuño que tanto ha medrado en nuestra escena de festivales. Dada la contundencia de su repertorio, seguramente el escenario (y ya con nuevos temas, aún por estrenar) sea el mejor hábitat para calibrarles en toda su dimensión. Así que no faltan motivos para la puntualidad, en una noche suculenta que será amenizada por Los Átomos DJs (el núcleo duro de la web musical Redacción Atómica).
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