El combo colombiano Meridian Brothers investiga con espíritu surrealista y subversivo los ritmos populares latinoamericanos y los pone a jugar con la psicodelia, la música atonal, el pop, el rock y el noise, con resultados felices y radiantes.
¡Oh! ¡Pero qué falta nos hace la osadía. Pero cómo agradecemos a esos valientes que nos saquen del sopor de la imitación. ¡Oh! ¡Bienaventurados los genuinos! La alabanza va dirigida a la audacia de Eblis Alvárez y su banda, los inmensamente originales y poéticos Meridian Brothers, que desde el Festival Chico-Trópico llevamos años amando y queriendo programar.
No es tontería andar caminando sobre territorio de nadie, justo en ese espacio de vértigo entre dos mundos irreconciliables: el de la música popular (latinoamericana y, entre ellas, especialmente la colombiana) y el de la música contemporánea y experimental. El art-combo colombiano Meridian Brothers se atreve a no casarse con nadie para hacer algo realmente atrevido: investigar en la plasticidad de los ritmos tropicales desde el humor y la irreverencia.
Si a su aventura musical realmente intrépida sumamos unas letras provenientes del mejor linaje surrealista, la cosa acaba por dar a luz una propuesta extraterrestre y extraordinaria, inconformista y absolutamente necesaria, sólo comparable a la odisea poética de Dick El Demasiado.
Procedente de Bogotá (Colombia), Meridian Brothers es el art-combo comandado por Eblis Alvárez, músico integrante de algunas de las bandas más estimulantes de la escena de nueva psicodelia tropical latinoamericana como Frente Cumbiero y Los Pirañas.
En el paisaje sonoro de Meridian Brothers se dan cita el surrealismo, la música popular colombiana y caribeña, revisada desde los códigos de la música electroacústica, desde la distorsión, la atonalidad y el juego, que les lleva a resultados extraños y audaces. La música de raíz por fin más allá de clichés, la identidad como un territorio de exploración y no como un corsé que llevar bien apretado al cuello. Gozo a pleno.
Cumbia, noise, minimalismo, vallenato, electrónica, salsa, afro-funk o psicodelia están presentes en la música de esta formación de espíritu subversivo, que ahora en junio sacará con el sello británico Soundways su último y quinto trabajo, Salvadora Robot, donde cabe desde la lírica surrealista de Doctor trompeta a un regueatón triste como Baile último.
Si bien las investigaciones de Eblis Alvárez, compositor formado en la Universidad Javeriana y con estudios en composición y música electrónica en el Conservatorio Real de Dinamarca y en el Danish Institute for Electronic Music, vienen de atrás, es desde 2005 que el proyecto se redimensiona más allá de su figura y comienza a girar por Europa y América y a editar álbumes con títulos tan evocadores como El advenimiento del castillo mujer (Distritofónica, 2009) o su anterior disco Desesperanza (Soundways, 2012), con hits absolutos como Salsa caliente.
Desde Chico-Trópico, os alentamos a escuchar con fruición a esta banda que ampliará nuestras mentes y caderas desde la poesía y el divertimento. Otra vez: alabados.
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