fbpx

Move your soul

La nave del misterio: investigaciones en clave de rock

En Música, Move your soul 21 julio, 2019

Óscar Carrera

Óscar Carrera

PERFIL

Lo sabía Homero, lo sabía Mahoma, lo saben aún hoy los brahmanes de la India: la mejor forma de reducir el shock traumático cuando uno accede a la Verdad revelada es plasmándola en verso y preservándola en forma de canto. Investigadores del misterio, rastreadores de lo bizarro, teóricos del Espíritu…

Les dejamos con algunos personajes que construyeron teorías sobre la verdadera naturaleza del alma, la psique o las civilizaciones del pasado. Espíritus inquietos que se atrevieron, ellos también, a asomarse más allá… y regresaron con un álbum conceptual bajo el brazo.

"3 Parts of My Soul", Dr. Z

Carátula de 3 Parts of My Soul.

Dr. Z

El profesor Keith Keyes-Morris, de la Universidad de Swansea, era un hombre con una teoría: al morir, el alma se divide en tres partes, el Spiritus, la parte positiva que asciende a los cielos, el Manes, un fragmento destinado a los infiernos, y el Umbra, la faceta fantasmal que permanece para siempre en la tierra. Así resolvía los problemas teológicos en torno a un cielo o infierno eternos, y a las universales historias de fantasmas que los ponen en cuestión.

Para compartir sus descubrimientos con el mundo no se le ocurrió otra cosa que formar una banda y grabar Three Parts to my Soul (1971), un disco de rock progresivo, movimiento aún principiante, que no escucharía casi nadie (se vendieron 80 copias). No volvimos a saber de él.

¿O sí? Tenemos fundadas razones para creer que grabó un single en 1978, bajo el curioso nombre de Gorilla Grip.

Absolute Elsewhere

Erich von Däniken fue bestseller en los años sesenta y setenta por su tesis de que nuestros ancestros entraron en contacto con una civilización extraterrestre, origen de todas las religiones. Inició la socorrida tendencia de considerar los monumentos notorios de otras eras (de las pirámides egipcias a los moái de la Isla de Pascua) una muestra de tecnología alienígena, y de sospechar astronautas en cualquier representación antropomorfa difícil de interpretar. Esta explicación, que conectaba lo que hasta entonces era decenas de incógnitas, tuvo muchos adeptos, quienes a menudo viajaban por el mundo en busca de las pistas de esos dioses antiguos.

Uno de ellos fue Paul Fishman, quien consagró a estas investigaciones In Search of Ancient Gods (1976), un álbum de progresivo que anticipaba las producciones new age tanto en la música como en su temática, muy en la línea de Jade Warrior o Ethos.

Mandalaband

David Rohl, egiptólogo y aventurero, fue bautizado por el Sunday Times como el verdadero Indiana Jones. Hubo un tiempo, a principios de los setenta, en el que, como muchos de su generación, se interesó por el budismo y militó contra la invasión china en el Tíbet. Pero él llevó al arte su indignación: en 1975 se presentó con un grupo y un disco llamados Mandalaband (un maṇḍala es un plano cosmográfico realizado con diversos materiales y en ocasiones destruido cuando se finaliza). La mayor parte del álbum lo compone una larga suite bombástica llamada “Om Mani Padme Hum”, el mantra tibetano por excelencia. Fiel a su nombre, la “banda mandala” cambió todos sus integrantes para el segundo disco, después del cual se disolvió.

Con los años, Rohl se centró en la egiptología, elaborando una cronología alternativa de los pueblos del Medio Oriente, controvertida en los círculos académicos. Reconsiderando algunas fechas hasta tres siglos, afirma haber identificado personajes del Antiguo Testamento en individuos históricos mencionados en yacimientos arqueológicos.

Ash Ra Tempel y Timothy Leary

Timothy Leary era psicólogo de formación, pero en 1972 era más conocido como el contestatario Profeta del LSD, debido a su abogacía a favor de las drogas y en contra del statu quo. El doctor Leary alternaba el estudio del uso de los psicotrópicos en remotas etnias con el estudio de sus efectos en el organismo humano, particularmente en el suyo propio.

En sus ratos libres, Leary lideraba una religión que tenía el ácido por Santísimo Sacramento y hacía todo lo posible por mantener su perfil como “hombre más peligroso de América”, en palabras de Richard Nixon. Su momento más peligroso fue una candidatura para psicodélico gobernador de California en 1969, contra Ronald Reagan (fue para su campaña que John Lennon compuso, o tomó de Chuck Berry, “Come Together”).

Los problemas con la justicia de Leary, que visitaría más de treinta prisiones en las décadas de los sesenta y setenta, lo empujaron a exiliarse en Suiza en 1971. En el siempre neutral país alpino entró en contacto con la banda Ash Ra Tempel, que practicaban un kraut rock instrumental, lánguido y atmosférico.

Contraportada de ‘Seven Up’ (fragmento)

Contraportada de ‘Seven Up’

Los Tempel deseaban colaborar con alguno de los popes de la contracultura (habían pensado en Allen Ginsberg), y el líder de la Liga por el Descubrimiento Espiritual (LSD en sus siglas en inglés) les venía que ni pintado. Junto a Leary y su compinche Brian Barritt facturaron Seven Up, un álbum conceptual sobre los siete niveles de conciencia por los que transita el ser humano: supervivencia, poder, sociabilidad, sexualidad, y, más allá de eso (con ayuda de algún “estimulante”, como el que, de acuerdo con la leyenda, se vertió de extranjis en las latas de Seven Up de la banda), separación del cuerpo, hiper-sensitividad y, finalmente, disolución del yo. El objetivo no es, pues, el Seven, sino el Up: la superación de la temporalidad en la Unidad de la Conciencia.

Suscríbete a nuestra newsletter

* indicates required

Compartir:

MandalabandChuck BerryDavid RohlJohn LennonAsh Ra TempelRonald ReaganAllen GinsbergTimothy LearyRichard NixonErich von Dänikenkraut rockPaul FishmanBrian BarrittThree Parts to my SoulDr. ZJade WarriorEthos

Artículos relacionados

Comentar

Debes ser registrado para dejar un comentario.

Sin comentarios

Nadie ha publicado ningún comentario aún. ¡Se tú la primera persona!