¿Quién fue el primer dj de la historia?
¿Qué fue antes? ¿El disc-jockey o la discoteca?
Estos términos que nos resultan muy familiares ahora, incluso casi sinónimos, no siempre fueron así. Aunque ahora no concebimos una discoteca sin dj, sí podemos encontrarnos disc-jockeys en diferentes ámbitos: festivales, radios, restaurantes, eventos, etc. La historia nos dice que existió la figura del dj antes que la discoteca, algo muy posterior y moderno, y nos desvela que la asociación más fiel a la de disc-jockey, se produce con la radio.
Los primeros años del siglo pasado fueron vertiginosos a nivel de inventos. Entre ellos, hay uno que marcaría el devenir de la historia contemporánea, la radio. Años antes, en 1877, Thomas Alva Edison, había inventado el fonógrafo cilíndrico, un invento que abriría la caja de Pandora. Pero hasta que no se encontraron el gramófono y la radio, no podemos concebir la figura del dj.
En 1907, el norteamericano Lee DeForest conocido también como “el padre de la radio”, puso en su laboratorio del Edificio Parker de Nueva York el primer disco William Tell Overture de Giachino Rossini, pensando que él había sido el primero en poner voz y música en las ondas radiofónicas.
Nada más lejos de la realidad, un año antes, en 1906, a las nueve de la noche de la nochebuena, otro ingeniero estadounidense, Reginald Fessenden, que había trabajado para Edison, envió señales de radio sin codificar de Estados Unidos a Escocia, desde Brant Rock cerca de Boston, recibidas con sorpresa por varios operadores de telégrafos de barcos. Así pues, se considera a Fessenden el primer dj del mundo y el tema que lo encumbró al podium, fue el Largo de Xerxes, ópera de Händel.
No fue hasta el año 1935, cuando se acuñó el término disc-jockey. El comentarista norteamericano Walter Mitchell usó este término en referencia a la forma de transmitir el secuestro de Lindberg, por el locutor Martin Block. En su programa reproducía discos, creando la ilusión de estar en una sala de baile, mientras se resolvía este secuestro. Su programa radiofónico Make Believe Ballroom fue un éxito instantáneo. Walter Mitchell se refirió a Block como disc-jockey, porque de esa forma juntaba dos conceptos que el locutor desempeñaba en sus programas radiofónicos. Por una parte disc, haciendo referencia a los discos grabados, y jockey, como operador de la máquina.
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