¿Qué es publicar? Esa es la primera pregunta que debemos hacernos en un momento en que las opciones tradicionales ya no dan sentido por completo al concepto.
Vivimos una era dorada en la edición: esta afirmación probablemente no sea del agrado de los clásicos de la industria, pero es un hecho. Si quieres publicar, lo cual es una meta muy razonable que casi cualquier autor -escritor o dibujante, por ejemplo- se plantea en algún momento de su carrera, dispones de un amplio abanico de posibilidades a tu alcance. Nuestra vida diaria en internet, de hecho, se basa en leer, contemplar y publicar. Y esto es algo fundamental: la acción de publicar ha expandido sus dimensiones llegando a horizontes muy prometedores.
El universo del fanzine, sin ir más lejos, género máximo exponente del concepto de la autoedición, no para de descubrirnos grandes talentos, como los que se han reunido recientemente en el festival Tenderete, que ya va por su octava edición. Si quieres publicar, el fanzine es un campo interesantísimo, por la ausencia de restricciones a la creatividad y la independencia que ofrece.
El nacimiento de nuevas editoriales ha traído consigo ideas frescas y adaptadas a los tiempos que corren, que han materializado de forma efectiva el uso de herramientas de las que se hablaba bastante desde hace tiempo, como el booktrailer. Pégale un vistazo si no a la promo de Blackie Books para el cómic Demasiada pasión por lo suyo, de Raúl Cimas. Así, sí. Si eres un autor que quiere dar a conocer su trabajo, este tipo de recursos pueden serte de gran utilidad.
Otra buena manera de publicar tu obra no proviene del sector menos mainstream de la industria, precisamente de todo lo contrario: Kindle Direct Publishing, de Amazon, y Nook Press, de Barnes & Noble, son dos fantásticas plataformas para la venta online de ebooks, que permiten al autor tener el control total de la vida comercial de su publicación sin tener que estar bajo el paraguas de una editorial. Existen otras, pero estas son muy cómodas, aunque todavía no permiten grandes alardes de diseño.
La publicación directa de tu obra en redes sociales es una posibilidad que quizás no te parezca tan ‘seria’ como el papel, sin embargo, sus buenos resultados si lo haces bien son indiscutibles. Publicar relatos o viñetas no a través de un enlace a un blog, sino directamente como contenido en una página oficial de Facebook, de Google+ o en un tweet, ahorra un salto virtual, da lugar a la crítica y a la valoración por parte de los demás, y facilita que sea compartido con mayor inmediatez.
Vivimos una era dorada en la edición pero, ¿significa esto que debemos lanzarnos a publicar apresuradamente? Si el concepto ‘publicar’ se ha difuminado, los consejos que antes servían, han quedado obsoletos. Siempre he escuchado que mejor tener precaución y no aventurarse a ello demasiado rápido, que es preferible esperar a tener una voz más consolidada, ¿pero cómo frenar ahora algo que forma parte de nuestras vidas tanto como conversar? Publicar no es ya una esperanza: es un botón.
Nadie ha publicado ningún comentario aún. ¡Se tú la primera persona!