Porno y electrónica

Aunque las bandas sonoras de las primeras películas porno se nutrían de temas lounge, pop, funk o disco, en este artículo nos centraremos en la alianza de la electrónica con las primeras producciones del género para adultos.

Hay algo en común entre las “adult movies” y la música electrónica, y es su evolución. Las primeras producciones electrónicas y las primeras películas porno eran unas producciones cercanas a los grandes estudios, muchas de las primeras pelis porno no tenían nada que envidiar a algunos films de serie B, igualmente en el terreno de las producciones de música electrónica. Pero con los años, ambas disciplinas han evolucionado a un “hazlo tú mismo”, a una independencia técnica y, consecuentemente, a su divorcio.

Pero hubo un tiempo en el que el matrimonio parecía que iba a durar toda una vida. Uno de los primeros encuentros entre el género adulto y los músicos electrónicos se produjo en 1970, con Vangelis. Tras su paso por el grupo Aphrodite´s Child, junto a Demis Roussos, decide emprender su carrera en solitario y el primer disco con repercusión internacional lo firma como Vangelis Papathanassiou. Un álbum que es el encargo del director y crítico de cine Henry Chapier para su primera película Sex Power, la anterior incursión había sido un documental. Un film interpretado por una joven Jane Birkin, con un título que puede hacer referencia a una cinta pornográfica pero que se engloba más en el ámbito erótico. El film llegó a ganar la Concha de plata en el Festival de Cine de San Sebastián, en tiempos de Franco (sic). Y hasta hace unos años era uno de los discos de Vangelis más cotizados y buscados.

Siguiendo con la tónica softcore o erótica, Klaus Schultz es otro productor que coqueteó con este género. Durante un tiempo fue integrante del grupo Tangerine Dream, pero como Vangelis un buen día decidió emprender su carrera en solitario, que le ha llevado a tener una discográfia muy extensa, con más de 60 discos en su haber. Entre ellos esta la banda sonora para la película Body Love, donde desarrollaba su pasión por la vertiente cósmica y sintética que le proporcionaban sus sintetizadores. Un film que tuvo una segunda parte que también compuso Klaus Schultz. Ambas partes se pueden encasillar en el terreno de las cintas “S”, donde los culos y las tetas eran los protagonistas.

En el terreno hardcore, y más concretamente en el ambiente gay, hay que hacer mención especial a Patrick Cowley. Productor y remezclador, es conocido por su tema Do you wanna funk junto a Sylvester, autor de Megatron Man, y sobre todo por su remix al tema I feel love de Donna Summer, que lo encumbró en la escena disco y la incipiente Hi NRG. El año pasado descubrimos su aportación a bandas sonoras porno gays, a través del recopilatorio School Daze. En ellas daba rienda suelta a su faceta más experimental, más ambiental y menos pistera, aunque en algunos temas se puede apreciar su vena funk sintética. Unas composiciones pertenecientes a su primera época como compositor, que John Coletti propietario de Fox una de las más importantes en el terreno gay, incorporó a sus films Muscle up y School daze.

La última comunión entre electrónica y el mundo del porno la han realizado The Knife. Uno de sus últimos videoclips, Full of fire, lo ha realizado la feminista y directora de películas para adultos Marit Ostberg.