El arte fotográfico de Luigi Ghirri parece plantear más preguntas que respuestas.
El trabajo de este sumo fotógrafo italiano (desaparecido prematuramente a la edad de tan sólo 49 años en 1992) presenta de hecho una búsqueda continua sobre el significado de la imagen y sobre como ella puede suscitar sensaciones y pensamientos imposibles de expresar con la palabra. Sus fotografías proceden de un tiempo lejano, pero al mismo tiempo muestran algo que todavía no ha sido del todo percibido y que parece llegar de un lugar todavía desconocido, pero presente en lo más intimo de todos nosotros.
© Luigi Ghirri. París. De Fotografie del periodo iniziale (1969-1972), Courtesy Fototeca Biblioteca Panizzi, Reggio Emilia © Eredi Ghirri
Teórico de “fotografiar caminando”, Ghirri nos conduce un paso hacia el futuro y otro hacia el pasado. De esta forma nos pone delante un presente, que es más un “sentimiento” del presente que un “ser” del presente y donde el ojo percibe la atmósfera en el conjunto que se construye gracias al detalle que, sin embargo, está casi a limite de lo invisible, con una capacidad de observar la realidad que no busca apoyo en la técnica o en la belleza por sí misma como tampoco en el impacto de la actualidad. Estos elementos la distinguen de la fotografía entendida como simple reportaje.
© Luigi Ghirri. Versailles, 1985, Courtesy Fototeca Biblioteca Panizzi, Reggio Emilia © Eredi Ghirri
Ghirri esta lejos de esto y es en todo y por todo un artista del medio fotográfico. Por esto, los aspectos de su obra ahora citados, que sin duda tienen una carga poética de gran impacto, llevan el espectador a una forma de visión que se acerca más a la percepción de la pintura que de la fotografía.
© Luigi Ghirri. Capri, 1981. Serie Paesaggio italiano, © Eredi di Luigi Ghirri – Courtesy Fondo di Luigi Ghirri
Esto es algo que me ha resultado patente visitando la exposición Luigi Ghirri. Pensare per immagini, que se le ha dedicado en el marco de la edición 2014 de “Fotografia Europea” en Reggio Emilia. La ciudad emiliana ha realizado un debido homenaje a su conciudadano (Ghirri nació en Scandiano en 1943 a pocos kilómetros de Reggio) trayendo la muestra ya presentada el año pasado en el MAXXI de Roma. Exhibiendo copias originales vintage sacadas (por el mismo autor con la colaboración del impresor Arrigo Ghi) de sus negativos originales, ahora conservados en el número de 180.000 en la Biblioteca Panizzi de Reggio Emilia.
© Luigi Ghirri. Luigi Ghirri – Venezia, 1987. Serie Paesaggio italiano, © Eredi di Luigi Ghirri – Courtesy Fondo di Luigi Ghirri
En este caso los espacios del Los Claustros de San Pedro (un antiguo monasterio benedictino del siglo XVI restaurado hace poco para ser sede de exposiciones) han ofrecido un marco incomparable. Las fotos de Ghirri – presentadas en formatos diferentes, pero en general bastante pequeño (todo un alivio en esta época de búsqueda obsesiva de la foto de formato gigante)– se fundían a la perfección con la austeridad de las paredes desnudas de las salas y los pasillos en la primera planta de conjunto. Gracias a un recorrido basado en tres temas “Iconos”, “Paisajes” y “Arquitecturas” el visitante consigue tener una visión absolutamente única del conjunto de la obra de este “caminante solitario”. Cuya ligereza en la mirada es igualada sólo por la profundidad de su visión, ofreciendo un instrumento imprescindible en nuestro tiempo, avaro de sensaciones y prodigo en demasiadas falsas experiencias.
© Luigi Ghirri. Capri, 1992. La última foto © Eredi di Luigi Ghirri – Courtesy Fondo di Luigi Ghirri
La exposición – que sin duda sobresale a lado de otras dedicadas por “Fotografía Europea” a fotógrafos importantes, pero demasiado estetizantes como Sarah Moon y Herbert List – se puede visitar hasta el 27 de julio.
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