Margaux Dereume: Candy Crush Intergaláctico

La propuesta de Margaux Dereume se suma a la euforia por la geometría desde una óptica retrofuturista, de André Courrèges a Barbarella.

No es ningún secreto: vivimos la era de los estampados. De los diseñadores independientes patrios (con mención especial para la vena pop de Planet Palmer o la apuesta retro-naïf de la pluriempleada Miranda Makaroff) a la flora y fauna (no sólo) felina de las grandes cadenas de moda, apenas hay retal que se libre del print, ese vibrante toque de modernidad que viene a recordarnos que este verano (oh, sí) el derroche enérgico-calórico va a ser épico.

Más allá de pintalabios y arranques selváticos, que un gran número de retailers llevan arrastrando desde hace varias estaciones, si por algo destacan los motivos de la presente temporada es por su marcada inspiración arty: del  pop-art de Prada al expresionismo abstracto de Céline o los retablos renacentistas de Dolce&Gabanna, la oferta se despliega en una gama en la que la abstracción gana por goleada a la figuración.

Encuadrada en un ámbito, por lo demás, especialmente pródigo en sus posibles declinaciones, la propuesta de Margaux Dereume se suma a la euforia por la geometría desde una óptica retrofuturista que debe tanto al Courrèges primigenio como a la Jane Fonda de Barbarella y el cine sci-fi de los 70.

Rabiosamente contemporánea en sus materiales (neopreno, red), sus técnicas (corte láser, estampado digital), sus prendas y sus siluetas (crop tops, faldas cocoon, sudaderas, cortes mini, cut-outs estratégicos o camisetas con espalda de nadador), la diseñadora francesa reinterpreta hits de otras épocas (ahí están los hot-pants 50´s o el tye-dye de los 90) con un filtro hi-tech que juega al candy-crush aliando un grooming casi vampírico con tonos turquesas y chicles circunscritos en polígonos y formas libres de contornos marcados, en un repertorio donde las prendas monocromas sólo tienen cabida como agente pacificador.

Mención especial para las gafas-ortoedro, el toque perfecto para soportar impertérrita las inclemencias de la nave Prometeus mientras atendemos las indicaciones de nuestro H4L 9000.