Hace cinco años que nos dejó Prince Rogers Nelson, mejor conocido como Prince, aunque también como The Purple One, el Símbolo o, sencillamente, el puto amo de la música de los años 80. Porque puede que Michael Jackson vendiera más discos, que Madonna se mantuviera relevante más tiempo, o que los Smiths no tuvieran ni un solo fallo en su corta discografía, pero ningún artista puede reclamar una década con tanta claridad como Prince los 80.
Puede que estemos ante el artista más completo de la historia de la música pop, alguien que componía, interpretaba todos los instrumentos y voces de sus discos, los arreglaba y los producía él mismo. El tipo era un compositor a la altura de un Lennon o un Bowie, un intérprete en directo capaz de rivalizar con James Brown y un guitarrista a la altura de Hendrix, su música se extendía por múltiples géneros, funk, psicodelia, folk, soul, baladas de piano, rock, nueva ola, siendo un género en sí mismo, algo que se podía ver al comprobar como adoraba a Sly & The Family Stone y Joni Mitchell con la misma pasión, sin que le importaran géneros o roles definidos.
Es cierto que su carrera no volvió a alcanzar los picos de los 80 pero también que su periodo entre Dirty Mind, 1980, y Lovesexy, 1988, en el que publicó la friolera de ocho discos oficiales; pero en el que además le dio tiempo para hacer el Black Album, Crystal Ball y dejar cientos de joyas sin editar (no se pierdan las espectaculares reediciones de 1999 y Sign O’ The Times), dar varios éxitos a otros artistas (como Nothing Compares 2 U, que escribió para The Family, el Jungle Love que les dio a The Time o el Manic Monday que regaló a las Bangles); es uno de los momentos más fértiles en la historia de la música popular, comparable al periodo del 68 al 72 de los Stones o del 71 al 80 de Bowie.
Prince es uno de mis cinco artistas favoritos de todos los tiempos, he escrito sobre sus mejores discos, sus canciones, las versiones que se han hecho de sus canciones, pero una cosa que siempre me había parecido es que su influencia no era tan clara como la de otros gigantes como los Beatles o James Brown, o eso creía porque, echando un repaso a los últimos 30 años de música popular, puede que no exista un artista que haya influido más que él. Prince logró infiltrarse en la corriente principal, con superestrellas como Beyoncé, Justin Timberlake o The Weeknd declarándose seguidores, pero también en el mundo independiente, con alumnos aventajados como Beck, Eels, St Vincent o Tv On The Radio, claro que también se podría hablar que no ha habido un solo gran movimiento en la música negra desde su aparición que no haya llevado su ADN, desde el New Jack Swing al NeoSoul, sin olvidar su influjo en algunas de las figuras más importantes de la última década como Frank Ocean o Kendrick Lamar. Aquí van 20 pruebas ineludibles de la gigantesca marca que ha dejado su música:
TLC – “If I Was Your Girlfriend” (1994)
El 15 de noviembre de 1994 aparecía en el mercado CrazySexyCool, el segundo disco de TLC, uno de los discos más importantes de la música negra de los 90. Ya desde el título se podía apreciar el impacto de Prince en la música de este trío de chicas de Atlanta que dieron un empujón nuevo al R&B, cruzándolo con beats del hip hop sin olvidarse de las raíces soul. En temazos como “Waterfall” había influencia pero esta quedaba mucho más clara en la única versión de todo el disco, una magnífica lectura de uno de los grandes clásicos de Sign O’ The Times, “If I Was Your Girlfriend”. Prince se declaró encantado e incluso llegó a colaborar con Lisa ‘Left Eye’ Lopes en el año 2000 en una canción llamada “Make That Move” que, por desgracia, se quedó en el enorme baúl de canciones sin publicar del artista.
Beck – “Debra” (1999)
A Beck se le ha llegado a llamar el Prince blanco por eso de la variedad estilística de sus lanzamientos, aunque la prueba más evidente es que en 1999 (año perfecto para hacerlo) decidiera sacar su disco Prince. Midnite Vultures está lleno de referencias al genio de Mineápolis, desde el arrollador comienzo con el funk erótico de “Sexx Laws” hasta esa verdadera encapsulación del sonido de Prince que es la sensual “Debra”, con Beck utilizando el falsete para sonar lo más parecido a su héroe. No en vano estamos hablando de un tipo que terminó grabando un medley de éxitos de Prince (“Raspberry Beret”, “When Doves Cry”, “Kiss” y “1999”) en Paisley Park (su casa/estudio) mientras llevaba una camiseta púrpura… Posiblemente el sueño húmedo de muchos de sus seguidores.
D’Angelo – “Untittled (How does it feel)” (2000)
La huella de Prince se puede ver por todo el neo soul, de Erykah Badu a Jill Scott pasando por Maxwell, pero, sin duda, el artista más influido por el genio de Mineápolis de aquella hornada es el líder del movimiento, un D’Angelo que ha declarado que hizo sus discos más clásicos, como Voodoo o Black Messiah, haciendo jams en las que se tocaban en su integridad discos del artista, como Parade. El autor de “Brown Sugar” nunca ha escondido su enorme admiración por Prince, haciendo conocidas versiones de canciones como “She’s Always In My Hair” o “Sometimes It Snows In April”, pero también afirmando que su canción más conocida, y con aspiraciones de ser la canción más sexy de todos los tiempos, “Untittled (How does it feel)”, está totalmente inspirada en las baladas más tórridas del autor de “Adore” o “Do Me Baby”.
Outkast – “Prototype” (2003)
Admitámoslo ya, no va a volver a salir un artista como Prince en muchos años, y tampoco tiene por qué hacerlo, cada gran artista debe ser, en cierto modo, único, eso sí, si de entre todos los que aparecen por aquí tuviera que quedarme con alguien en cierto modo parecido, elegiría a André 3000 de Outkast, uno de los mejores raperos de todos los tiempos, alguien que introdujo una nueva sonoridad en el género y que para el momento en el que grabó el último disco de la banda, el fenomenal Speakerboxx/The Love Below, ya había dejado casi por completo el rap y se dedicaba a cantar y a tocar varios instrumentos. Y es que The Love Below, el disco de Dre en ese doble álbum es el mejor disco de Prince post 1988, una maravilla que suena a Outkast y a André 3000, pero que tiene unos fuertes paralelismos con Prince, así podríamos decir que” She Lives In My Lap” es su “Ballad Of Dorothy Parker” (con un par de guiños a “She’s Always In My Hair”), “Take Off Your Cool” su particular “Sometimes It Snos In April” y “Happy Valentine’s Day“ es su mirada al funk del Black Album, pero, posiblemente, la canción que mejor refleja esa afinidad con Prince sea la maravillosa “Prototype”, con Dre también encargándose de la guitarra, sonando soul y psicodélica al mismo tiempo.
Pharrell – “Frontin” (2003)
En 2003 Pharrell Williams era conocido, principalmente, como la mitad del dúo de productores The Neptunes, junto con Timbaland, eran responsables de la mitad de los éxitos que sonaban en la radio americana. Así que Pharrell decidió probar suerte con uno de sus mitos, Prince, y le compuso expresamente Frontin’, pero el artista, acostumbrado a escribirse sus propios éxitos, lo rechazó, así que Pharrell decidió grabarla por su cuenta, llamó a Jay-Z para que añadiera unos cuantos versos, y se encontró con un éxito entre los diez primeros a ambos lados del Atlántico. Fue el primer sencillo de su carrera y, a pesar de basarse en el patrón de batería del “In My Life” de los Beatles y utilizar una línea de bajo en el puente sacada de Stevie Wonder, la canción es puro Prince.
Robyn – “Should Have Known” (2005)
La Madonna sueca es una máquina de hacer gigantes canciones pop y esta es una de ellas. La primera versión de la misma apareció en su tercer disco, Don’t Stop The Music, en 2002, pero la definitiva apareció tres años más tarde en su disco homónimo, Robyn, en una versión minimalista, con poco más que una batería electrónica que resaltaba mucho más la melodía. Cuando a partir del minuto tres se queda sola con su voz, sus armonías y la percusión sintetizada es puro Prince del Sign O’ The Times, con canciones como “Forever In My Life” o “It” como referentes.
Justin Timberlake – “Sexy Ladies” (2006)
Este “Sexy Ladies” parece sacado de 1999, puro funk de Mineápolis, así que dejemos que el propio Timberlake explique, tras su muerte en abril de 2016 del propio Prince, la influencia de éste en su música: Más que un artista de “una vez en la vida”… Un artista de UNA VEZ EN LA HISTORIA. Todavía estoy en shock mientras escribo esto y siento una pena abrumadora. Pero, todos deberíamos apartarnos de eso y HONRAR a este músico que cambió todas nuestras vidas, nuestras perspectivas, nuestro sentimiento, todo nuestro ser. ¿De otro planeta? Probablemente. De la realeza, seguro. ¿Nosotros dignos…? Ridículo.
TV On The Radio – “Crying” (2006)
Una canción de Dear Science que suena como la mezcla definitiva entre Prince y Bowie, con un poco de funk y una apuesta muy “1999” de bailar a pesar de que el mundo esté en llamas. Otra prueba más del amor del indie del Siglo XXI por Prince en una de sus bandas fundamentales que tampoco se olvidaron de hacer su “Purple Rain” en directo.
Of Montreal – “Gallery Piece” (2008)
Kevin Barnes fue un fan fatal del autor de “Raspberry Beret”, pero sus primeros discos, todavía bajo la sombra sesentera de Elephant 6, no lo reflejaban, poco a poco, a partir de Sunlandic Twins la sombra de Prince fue aumentando en su música y para cuando apareció Skeletal Lamping, Barnes ya hablaba del mismo como su disco Prince. No era para menos, el álbum giraba alrededor de su alter ego, Georgie Fruit, un hombre afroamericano (Barnes es blanco) que se ha cambiado varias veces de sexo. Muchos quisieron ver paralelismos con Ziggy Stardust pero la influencia evidente era el Camille de Prince, algo que se puede comprobar a la perfección en este “Gallery Piece” en el que desde las armonías vocales de fondo a ese “I Wanna Paint Your Nails” de la letra, suenan 100 % a nuestro protagonista.
Jazmine Sullivan – “Don’t Make Me Wait” (2010)
Una de las mejores voces del R&B de la segunda década del siglo XXI se sacó de la manga este homenaje a Prince, en concreto a uno de sus grupos protegidos, Vanity 6. Un tema de electro funk, con connotaciones eróticas y un mensaje claro Don’t make me wait to long, just play my favorite song, I’ll get my Vanity 6 on. Una referencia al “Nasty Girl” que Prince escribió y produjo para aquella banda en 1982.
The Weeknd – “Glass Table Girls” (2011)
De Abel Tesfaye siempre se habla de su enorme afinidad con Michael Jackson, sobre todo vocalmente, pero puede que la huella de Prince en su música sea todavía mayor, como él mismo ha comentado Prince fue un experimentador mucho más arriesgado que Jackson y supo conjugar elementos de la Nueva Ola con su ADN R&B, algo que también ha hecho el propio Tesfaye que construyó su canción “House Of Balloons” sobre un simple de Siouxsie & The Banshees, claro que es en la canción que la sigue, “Glass Table Girls”, donde más se puede notar la influencia de Prince, con esas frías baterías programadas y esos sintetizadores tan afines al autor de “Little Red Corvette”.
https://www.youtube.com/watch?v=34abRvcR1Sc
Miguel – “Do You” (2012)
A Miguel, otra de las voces fundamentales del R&B contemporáneo, le han llovido las comparaciones con Prince desde su primer disco, su estilo provocativo y sexual tiene un claro antecedente en él, pero a pesar de canciones tan en la onda de Prince como este notable “Do You” o “Flesh”, de su siguiente disco, el cantante sigue tirando de modestia ante los paralelos: ¿Cómo puede alguien compararse con Prince, de verdad? Hay tantas capas en su arte, ¿sabes lo que quiero decir? Escritor, virtuoso y genio, en realidad, cuando se trata de él como músico… Es genial que la gente elija partes de él que ven en mí porque es una de mis mayores influencias. Creo que es genial que lo vean si lo hacen, pero nunca me compararía con él.
Beyoncé – “Rocket” (2014)
Beyoncé no es solo una de las cantantes de más éxito del Siglo XXI, también es una absoluta fan de un Prince con el que compartió escenario en los Grammy de 2004. Su rastro en su música se ha ido haciendo cada vez más grande hasta llegar al máximo en la época de su alabado quinto disco homónimo, publicado en 2014, donde aparecían canciones como “Blow”, en la que daba la vuelta al “Head” de Dirty Mind y en vez de hablar de una felación lo hacía de un cunnilingus, claro que el momento de más claro homenaje a Prince llegaba con la sensual “Rocket”, coescrita con otros tres grandes fans del artista, Miguel, Justin Timberlake y Timbaland. En opinión de la cantante la canción era un homenaje al “Untittled (How does it feel)” de D’Angelo pero acabó sonando como la fuente original de aquella gran canción.
Mark Ronson & Bruno Mars – “Uptown Funk” (2014)
“Uptown Funk” fue uno de los mayores éxitos de la pasada década y Prince casi podría haber pedido una parte de los royalties de esta imparable bomba funk que es, básicamente, una relectura de esa otra bomba funk que Prince escribió para The Time, llamada “Jungle Love”.
Rihanna – “Kiss It Better” (2016)
Esta canción de Rihanna comienza con un solo que es puro Prince, interpretado por Nuno Bettencourt de Extreme, por no hablar su influencia en las letras más abiertamente sexuales, hay que recordar que fue el hecho de descubrir a su hija escuchando “Darling Nikki” lo que llevó a Tippi Gore, la mujer de Al, a proponer que los discos con un lenguaje explícito llevarán una etiqueta alertando a los padres. Precisamente esa canción de Purple Rain es la que eligió la artista de Barbados para hacer una versión durante una de sus giras. Y es que es evidente ver los paralelismos, aunque solo sea porque ninguno de los dos tiene pelos en la lengua.
Blood Orange – “E.V.P.” (2016)
La única posibilidad para que esto suene todavía más al Prince de Dirty Mind es que Dev Hynes la interpretase con tanga, botas de tacón alto y una gabardina hasta los tobillos… Además cuenta con otro icono de finales de los 70 y los 80 ayudando con el estribillo, se trata de Debbie Harry de Blondie.
Frank Ocean – “Self Control” (2016)
Frank Ocean ha sido la gran figura del R&B en la última década, un tipo lleno de talento que calificó a Prince como El Dios original y que cuando éste murió escribió un precioso obituario en el que reconocía a “When You Were Mine” como su canción favorita de todos los tiempos. Ocean es tan bueno que todas las influencias de su música se diluyen para sonar a sí mismo pero aun así uno puede ver el precioso guiño que hizo a aquella maravilla de Dirty Mind en este temazo de Blonde. No es solo el hecho de construir la canción sobre unos simples acordes de guitarra, tocados por cierto por Alex G, sino en la letra de la misma cuando Ocean dice eso de Keep a place for me, for me, I’ll sleep between y’all it’s nothing, it’s nothing, it’s nothing, Keep a place for me es imposible no pensar en aquellas frases de “When You Were Mine”: I never cared (Don’t care), I was never was the kind to make a fuss, When he was there sleeping in between the two of us.
Janelle Monáe – “Make Me Feel” (2018)
Janelle Monáe tuvo la suerte de tener en Prince una especie de mentor, con el genio púrpura llegando a aparecer en su disco Electric Lady, por eso hubo quien quiso ver al artista detrás de esta maravilla de canción que fue el sencillo principal de Dirty Computer. Lo que está claro es que “Make Me Feel” es un trallazo en toda regla que recuerda, para bien, a “Kiss”, una canción con la que tiene mucho en común, desde la ambigüedad sexual, la sublimación funky y las increíbles ganas de salir a bailar, además de un sensual video lleno de referencias al original de Prince.
Lizzo – “Crybaby” (2019)
Lizzo comenzó su carrera profesional en Mineápolis en 2011 y tuvo su primera gran oportunidad cuando Prince la ofreció colaborar en su canción “Boy Trouble” de su disco de 2014 Plectrumelectrum. Así que es normal que cuando, en 2019, la cantante publicó su tercer disco, el primero en una multinacional y el que le convirtió en una estrella, la influencia de éste se viera reflejada en su música. La canción en la que más se nota es este “Crybaby”, que hubiera sido perfecta para que la cantara Apollonia (o incluso Morris Day) en la película de Purple Rain: Algunas chicas tienen tiempo para esta mierda, honestamente, yo no.
Childish Gambino – “24:19” (2020)
La influencia de Prince en Donald Glover ya se podía apreciar en “Redbone”, una de las mejores canciones de su carrera pero se ha hecho todavía más evidente en el disco que publicó el año pasado en plena pandemia, 3.15.20, un disco que no fue especialmente bien recibido pero que a mí me pareció fascinante. Sobre todo gracias a canciones como “24:19”, puro Prince destilado, tanto en la melodía, como en la producción o en la forma de cantar (que suena calcada a su alter ego Camille de la época de Crystal Ball). Es una gran canción que da la oportunidad a Glover de demostrar su versatilidad como cantante, sonando entre medias de Prince y Frank Ocean. La canción cambia en su segunda parte, a la que llamaremos “Thank You”, que continúa el mismo sentimiento y retrotrae a otro gran nombre de la música negra que tanto Glover como Prince también admiraban, Sly Stone.
https://www.youtube.com/watch?v=OVG7NTVzfSA
Bola extra: Kendrick Lamar
Quiero terminar hablando de la admiración mutua ente Prince y Kendrick Lamar, el rapero más importante de la actualidad. Lamar intentó que Prince apareciera en el mejor disco de la última década, To Pimp A Butterfly, y se fue hasta Paisley Park con una maqueta de “Complexion (A Zulu Love)” para que Prince cantara el estribillo, a este le gustó el tema y se pusieron a hablar sobre el siguiente disco del artista, cuando se quisieron dar cuenta el tiempo había pasado y no habían grabado nada, aun así Prince invitó al rapero al concierto fiesta de esa noche y, ante su sorpresa, le subió al escenario para que improvisara sobre “What’s My Name”, Lamar lo hizo y así pudimos ver juntos al puto amo de los 80 junto al dominador de la última década, y es que puede que Drake venda más discos, pero Kendrick los hace mejores y más arriesgados, siendo el equivalente actual a Michael Jackson y Prince.
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