Alvar Aalto (Kuortane, 1893-Helsinki, 1976) estudió arquitectura en el Politécnico de Helsinki, donde se licenció en 1921. En 1923, abrió su primer estudio de arquitectura en la ciudad de Jyväskilä, después de ampliar su formación con un largo viaje de estudios por diferentes países europeos. En 1927 trasladó su estudio a Turku, abriendo su sede definitiva en Helsinki, en 1933.
Su primera obra importante, en la que demostró su valía, fue el Sanatorio de Paimio (1929-1933), cuyo proyecto se mantuvo fiel a los principios del Movimiento Moderno.
El siguiente edificio que construyó, la Biblioteca Municipal de Viipuri (1930-1935), anuncia la tendencia orgánica que acabará dominando su estilo.
En 1939 Alvar Aalto construyó el pabellón de Finlandia en la Exposición de Nueva York. El edificio tiene planta rectangular y está atravesado diagonalmente por una enorme pared ondulante confeccionada con listones de madera, de tres plantas de altura, ligeramente inclinada hacia adelante para potenciar la sensación de dinamismo que transmite su diseño. La superficie de esta pared de madera se divide en tres secciones, separadas por molduras del mismo material.
La misión que cumple esta pared es doble, por una parte sirve de soporte para la exhibición de fotografías, carteles y otros objetos relacionados con la función del pabellón. Este soporte es bien distinto de otros similares realizados según criterios racionalistas. De acuerdo con estos, un soporte no debe destacar sobre los objetos expuestos sino todo lo contrario. Aalto actúa a la inversa, convierte la pared del pabellón en un elemento plástico de primer orden, que identifica inmediatamente el recinto y hace referencia a la orografía finlandesa y a su producto más común (la madera), incluso recordando la ondulante forma de una aurora boreal.
Por otra parte, la pared diseñada por Alvar Aalto divide el espacio interno del pabellón en dos zonas bien diferenciadas. De ellas, una se dedica a exposición, mientras que la otra se utiliza como bar y restaurante. Ambas tienen una superficie aproximadamente triangular.
En 1949 fallece su esposa, Aino Marsio, con quien había trabajado desde 1927, habiendo empezado como asistente. El pragmatismo y excelente dominio del dibujo de Marsio contribuyeron al éxito de los proyectos de Alvar Aalto, que generalmente iban firmados por ambos. El segundo matrimonio del arquitecto también fue con una colega de profesión, Elissa Mäkiniemi (1922-1994).
Aalto fue miembro del CIAM (Congreso Internacional de Arquitectura Moderna) y participó de manera activa en las reuniones de Frankfurt (1929) y Atenas (1933). La actividad como arquitecto de Aalto abarca un número importante de tipologías, destacando su aportación en el ámbito de la arquitectura industrial, donde sobresale especialmente la fábrica de celulosa que construyó en la localidad de Sunila entre 1937 y 1939.
Como los arquitectos de la Bauhaus, Aalto consideró que el problema de la arquitectura era inseparable del problema del mueble y del objeto doméstico. Por esa razón, fundó y dirigió junto a Aino Marsio, una fábrica –Artek—, donde diseñaban muebles en serie, en madera de abedul prensada y curvada.
El uso de la madera no es una reivindicación anacrónica de Aalto. Recurrió a este material de manera intencionada por tres razones: porque abunda en Finlandia y funciona como tarjeta de presentación del país en el extranjero; porque, en su opinión, la madera prensada y curvada tiene un coeficiente de elasticidad superior al del metal y, finalmente, porque, desde su punto de vista, el cuerpo humano solo debe estar en contacto con materiales orgánicos.
Para plantear la solución de la Cchaise longue 43, Aalto se inspiró en las ballestas de las carrozas antiguas. Por otra parte, el modelado del respaldo y del asiento son anatómicos. Además, Aalto prescindió de los tapizados. En determinadas zonas de algunos muebles de Aalto (fundamentalmente en las juntas de las patas con los asientos o con los tableros de las mesas) introdujo un motivo ornamental característico. Se trata de un discreto relieve en abanico, que hace referencia al crecimiento de las formas orgánicas.
El sillón 41 fue el primer éxito importante de Aalto en el diseño de muebles. Se trata de una pieza, fechada en 1930, resultado de tres años de experimentación con maderas contrachapadas. Asiento y respaldo están formados por una única lámina de madera contrachapada curvada, que se sostiene sobre un armazón de abedul laminado. Sobre esta pieza, el crítico de The Architectural Review, dijo en 1933: Aunque flexible como un muelle, el asiento-respaldo es prácticamente irrompible.
La silla se inspira en el sillón Wassily de Marcel Breuer y se utilizó por primera vez en el sanatorio de Paimio; de ahí su nombre.
Nadie ha publicado ningún comentario aún. ¡Se tú la primera persona!