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El Movimiento Moderno: Charlotte Perriand

En Cultura 9 diciembre, 2017

Rosario Ibáñez Sanz

Rosario Ibáñez Sanz

PERFIL

La arquitecta y diseñadora francesa Charlotte Perriand (París, 1903-París, 1999) es una de las representantes destacadas del Movimiento Moderno, cuyos muebles para los modernos hogares siguen el postulado de abandonar su carácter de objeto artístico autónomo para destacar su funcionalidad y relevancia en la vida doméstica. Perriand, que estudió durante cinco años diseño de muebles en la Unión Central de artes decorativas acabó renegando del enfoque artesano Bellas Artes del centro, más interesada en el estilo y estética maquinista, propio de los vehículos motorizados y las bicicletas que en los años veinte comenzaban a invadir las calles de la Ville Lumière.

Tras darse a conocer a los 24 años con el exitoso Bar bajo el techo de acero cromado y aluminio  anodizado, presentado en el Salón de otoño de 1927 inició su duradera colaboración con Pierre Jeanneret y Le Corbusier.

Charlotte Perriand

Bar bajo el techo (1927).

La responsabilidad de Charlotte Perriand fue el «equipamiento de la habitación», es decir todo lo necesario para hacer habitable la vivienda, y su primer trabajo conjunto fue expuesto de nuevo en el Salón de otoño dos años más tarde, con el título de El equipamiento de la habitación: estanterías, sillas y mesas.

Charlotte Perriand

Comedor del taller de Perriand en Saint Sulpice (París).

El nuevo proyecto se extendía en 100 metros cuadrados e incluía los sillones que se convertirían en clásicos instantáneos: la silla B 302, la silla giratoria B 302, la Chaise Longue B 306 y el sillón Gran Confort diseñados en 1928. Sus bases eran tubos de acero cromado y su funcionalidad diferente, así el B 301 se dedicaba a la conversación, el LC2 Gran Confort a la relajación y la icónica Chaise Longue directamente servía para dormir.

Charlotte Perriand

Silla B 301. Metal y cuero. Diseño de Le Corbusier, Pierre Jeanneret y Charlotte Perriand.

El salón presentado era muy espacioso: una cocina –separada del comedor por estantes sin fondo que permitían pasar los platos de una dependencia a otra-, dos habitaciones y un cuarto de baño. El suelo era de losas transparentes, sobre una capa de arena.

Charlotte Perriand

Sillón LC2 Gran Confort. Metal y cuero, estructura de tubo de acero lacado, cojines de plumas  revestidos de cuero. Diseño de Le Corbusier, Pierre Jeanneret y Charlotte Perriand.

La colaboración de los tres diseñadores duró diez años, produjo algunas de las propuestas más interesantes en el ámbito del interiorismo, durante el periodo de Entreguerras.

Charlotte Perriand

Perriand relajándose en la Chaise Longue B 306. Metal y cuero. Diseño de Le Corbusier, Pierre Jeanneret y Charlotte Perriand.

Charlotte Perriand

Silla giratoria y mesa extensible, 1927. Pies de acero cromado. Sobre de madera recubierto con una lámina de caucho e inserto en un marco de aluminio.

Charlotte Perriand

Silla giratoria y mesa extensible, 1927. Pies de acero cromado. Sobre de madera recubierto con una lámina de caucho e inserto en un marco de aluminio.

Charlotte Perriand tomó conciencia social tras la Gran Depresión y se erigió en prescriptora, ya que influida por sus convicciones políticas, diseñó espacios baratos adaptándose a las dimensiones reducidas de las viviendas más populares. Así, participó en la Exposición Universal de 1935, en colaboración con René Herbst, Louis Sognot, le Corbusier y Pierre Jeanneret, con La casa del hombre joven. El habitáculo se dividía en dos partes, la zona espiritual y la corporal. Mientras que Le Corbusier se encargó de la parte intelectual, René Herbst se ocupó de la sala de gimnasia, pintada al fresco por Fernand Léger, en la que se instaló material deportivo y su silla Sandow.

Charlotte Perriand

La casa del hombre joven.

La sala de estudio contaba con mobiliario hecho a partir de materiales naturales, como un sillón en madera, y en una de las paredes Pierrand pintó con tiza la planta de la vivienda además de citar al CIAM,    (Congreso internacional de arquitectura moderna) y a la UAM (Unión de artistas modernos).

Charlotte Perriand

Sala de estar para un presupuesto modesto. Salon des Arts Ménagers, París, 1936.

El compromiso político de Charlotte Perriand se mostró también en su participación en el Salón de las Artes Domésticas de 1936, en el que acondicionó un espacio de 3×4 metros, equivalente a la habitation a bon marché. La sala de estar estaba amueblada con piezas low cost y se habría a una terraza. Otra aportación de Perriand fue el fotomontaje La gran miseria de París, que mostraba un París anárquico, de urbanismo caótico, que la identificó con las ideas comunistas.

Charlotte Perriand

A partir de 1940, el estilo de Perriand evolucionó a consecuencia de un viaje por Extremo Oriente y, en especial, gracias a su estancia de dos años en Japón, entre 1940 y 1942, donde trabajó como asesora de diseño industrial para el Ministerio Imperial de Comercio e Industria de ese país. Fue entonces cuando incorporó a sus diseños materiales naturales y formas de inspiración orgánica.

En 1946, regresó a Francia y reanudó su carrera profesional, colaborando con Jean Prouvé y con otros arquitectos y diseñadores —incluido, de nuevo, Le Corbusier—y lo siguió haciendo hasta su muerte a finales de la década de 1990.

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