El accesorio más comentado de la alfombra roja de los Goya 2018 no ha sido una joya, un bolso ni una pajarita. Un sencillo abanico rojo de plástico con el lema #MásMujeres ha resultado el complemento perfecto para unos looks más atrevidos, más audaces y con mayor poderío que otros años. ¡Qué reconfortante es admirar un desfile así!
Citó a Lorca al entregar un premio y lanzó, con pantalón y zapato plano, un valioso mensaje de empoderamiento femenino. El mejor calificativo para Leticia Dolera es referente. Brava, bravísima.
Con tacones, en cambio, Eduardo Casanova. El traje de Palomo Spain resulta incluso discreto, para a lo que actor/director y diseñador nos tienen acostumbrados.
Una revelación, en la pantalla y sobre la alfombra roja: Sandra Escaneda defiende como nadie este florido Dolores Promesas.
La primavera, aunque en una escala más tímida, florece sobre el Dsquared de Macarena García: un vestido que podría haber sido un gran NO se convierte en un rotundo SÍ cuando ella lo defiende. ¡Genial!
Como invitados a una gala, Macarena Gómez y Aldo Comas son garantía de elegancia, vanguardia y acierto. Avellaneda firma el esmoquin de él, con una reminiscencia a Schiaparelli que raya en el plagio al Lobster Dress que firmó con Dalí… ¿Es el rosa de los zapatos un homenaje a la gran Elsa? Teresa Helbig la viste a ella con plumas y una sensualidad abrumadora.
También de la diseñadora catalana Teresa Helbig, Marta Nieto. El vestido es la suma perfecta de originalidad y clase. ¡Estupenda!
De Gucci, Javier Calvo y Javier Ambrossi. Su “llamada” no fue atendida y la Academia les dejó sin Goya. Sobre la alfombra roja, en cambio, fueron los más toreros. Mocasín, dobladillo y calcetín carmesí gritan “Olé”, pero no como vítor…
Outsiders Division viste a Brays Efe de azul y patchwork de colorines. El alter ego de Paquita Salas, por el contrario, patina en la elección de un calzado, que parece excesivamente conformista.
Penélope Cruz, de Versace, hace un guiño a su último papel en la pequeña pantalla: la de Alcobendas es Donatella en la última serie de Ryan Murphy, sobre el asesinato de Gianni. ¡Fantástica, sin dejar el abanico de lado!
La Paredes, más ella que nunca. Tenía el Goya garantizado y sabíamos que lo recogería enfundada en un Sybilla, su firma de cabecera. No por previsibles, tanto el premio como el modelo dejaron de ser lo mejor de la noche. ¡Eterna, Marisa!
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