Bruselas se disputa constantemente con Amberes ganarse el reconocimiento de ciudad belga con mejor red de salas de conciertos, además de echar el resto para lograr no quedarse muy rezagada de las capitales europeas de primer orden. Aunque la ciudad portuaria no concentre ni la mitad de población que Bruselas, se afana en consolidar temporada tras temporada una oferta musical potente que hace que Bruselas no deba relajarse. Sin ir más lejos, Bruselas falló el tiro y este año Bob Dylan ha escogido el Lotto Arena de Amberes como sede belga en su gira europea.
Toda ciudad cosmopolita con unas altas expectativas culturales, si aspira a ser referente y a presumir de una escena musical sana y potente, debería propiciar el caldo de cultivo genuino para promocionar el talento local e impulsar las jóvenes promesas musicales, así como contar con una programación de radiofórmula potente, capaz de atraer a fenómenos internacionales que revientan las listas de éxitos.
Se cuentan por decenas los conciertos de artistas internacionales de primera fila que Bruselas ofrece. En cuanto al tejido musical autóctono, la apuesta bruselense es notable pero siempre mejorable. Faltan líneas y sobran ganas para enumerar al detalle cada recóndito lugar musical ubicado en Bruselas. EL HYPE revisa los locales que realizan una tarea más señalada por mantener viva la escena musical de la ciudad. He aquí la selección:
Las citas internacionales megamultitudinarias tienen cabida en tres enclaves situados en la periferia de la ciudad. Sin contar los superconciertos que muy puntualmente congregan al número uno de las listas de éxitos en el estadio nacional Koning Boudewijnstadion, (estadio Rey Balduino, en su traducción del neerlandés), Forest National es el recinto más grande de la ciudad y uno de los mejores equipados de Bélgica. Se sitúa en la comuna de Forest y en él han actuado grandes nombres como U2, Metallica, Coldplay, Pink Floyd, Led Zeppelin o The Rolling Stones. En los próximos meses The XX, M. Pokora, Saez o Sigur Ros pasarán por allí. No obstante, persigue la fórmula de multiespacio, por lo que también acoge espectáculos infantiles o eventos deportivos.
También desafiando el perímetro de la ciudad, pero en las coordenadas opuestas, en Laeken se encuentra Palais 12, emplazado en el complejo Brussels Expo, como consecuencia de las exposiciones universales de Bruselas en 1935 y 1958. Reformado y reinaugurado hace tres años, es un espacio concebido para albergar entre 2.500 y 15.000 personas. Figuras nacionales como Stromae e internacionales como Kylie Minogue, Eros Ramazzoti o Muse, por mencionar algunos, han pasado por allí. Pero recientemente en su calendario no consta ningún concierto, aspecto que no ha estado exento de crítica.
Ese problema no lo tiene Ancienne Belgique, donde la localización juega a su favor. En pleno casco histórico, es uno de los lugares más emblemáticos en el desarrollo de la cultura musical de Bruselas y uno de los locales del país que más invierte en ello. En los 80, fue pionero en el desarrollo del new beat, mientras Bélgica producía su propia música electrónica para los post-punkers que querían algo más duro y más bailable que Kraftwerk. Es más pequeño que Forest National, pero lo suficientemente grande como para albergar grandes conciertos. En la actualidad, el edificio consta de tres salas (la más grande con un aforo de 2.000 personas y otras dos óptimas para un formato más íntimo) que disfrutan de una programación insaciable. Con hasta dos conciertos cada noche, Ancienne Belgique apuesta por la música contemporánea, sobre todo en clave pop-rock, de modo que cualquier artista susceptible de ser cabeza de cartel del festival internacional veraniego de turno, si actúa en Bruselas, actúa allí. No obstante, ofrece sus escenarios a talentos emergentes y, además, en abril organiza su propio festival, BRDCST. Artistas en la línea de Iron & Wine, Bonobo, Sampha, Band of Horses, Warpaint o L.A., hasta Jain, Amy McDonald, Sum 41 o Tokio Hotel pasarán por sus escenarios próximamente.
También céntrico, el jardín botánico de Bruselas es una parada obligatoria para los music lovers. Le Botanique tiene un programa muy acertado y cuidado, tanto como la decoración de sus salas, que crea una atmósfera idónea para albergar esos conciertos de audiencia reducida. Apuesta por la canción de autor, el folk o la americana y trae a la ciudad pequeños diamantes en bruto que, de otra forma, no pasarían por Bruselas. El pasado febrero la catalana Joana Serrat actuó allí con The Handsome Family y durante las próximas semanas pasarán Francis & The Lights, Jawgar Ma, Gnash, Lisza o The Seshen.
En la línea de los conciertos céntricos e intimistas, encontramos La Madeleine, sala regentada por la misma empresa que Palais 21, y también tiene pocos eventos marcados por ahora en el calendario. Los organizadores aseguran apostar por el indie y mainstream, términos que si en algún momento del 2000 fueron antítesis ahora dan como resultado que el español Álvaro Soler actúe allí próximamente.
Les Ateliers Claus es esa pequeña joya de la corona escondida en la comuna de Anderlecht. Con una capacidad de 180 personas, ha acogido a Steve Gunn, Kurt Vile o The Dead C, además de ceder el escenario a talentos belgas de diferentes estilos. Por otro lado, Cirque Royal, un antiguo circo, es probablemente una de las sedes de espectáculos más bellas de Bruselas. Le Botanique y otras empresas organizan regularmente allí sus conciertos, donde en los próximos meses tocarán Peter Doherty, The Cranberries, Suarez, Warhaus, Camille, Mountain Bike o Mariza.
Con una apuesta diferente pero igual de remarcable, gracias a Muziekpublique la música del mundo tiene su espacio en la ciudad. En su programación semanal se pueden encontrar tanto bandas belgas como internacionales.
Los estilos más ruidosos y vanguardistas parece que no funcionan en el centro de la ciudad, bien porque suponen una escena musical complementaria o bien porque lo minoritario tiende a estar en zonas menos concurridas. La psicodelia, el garage rock, el dub, electro y la música más experimental tienen cabida al otro lado del canal. Se programan en VK concerts, una sala flamenca que se esfuerza por promover a artistas internacionales tanto como locales, enmarcados en estas escenas. Ídem ocurre con Magasin 4, una sala de conciertos centrada en organizar eventos de punk, rock alternativo, experimental o ska.
Además, tenemos que citar los centros de creación multidisciplinares que participan en la configuración de Bruselas como un actor cultural, como Beursschouwbourg, Atelier 210, Maison de la création, Recyclart, Art-base, LE BRASS o La Tricoterie. Todos ellos combinan la programación internacional (han sido escenario de artistas como Future Islands y Ty Segall) con el fuerte compromiso por ser la plataforma de visibilización de bandas autóctonas.
Como bonus track, los cafés y pubs que programan pequeñas actuaciones en su labor por promover el tejido cultural local más allá de los eventos grandilocuentes o de carácter institucional, como Maison du Peuple, Aux 12 Chaises, Toogenblik, Depot Café, Club Clandestin, La tentation o Sound Jazz Club. Así como las salas Fuse o Bonnefooi, que sentaron las bases electrónicas de las que beberían artistas belgas como 2ManyDJs, Aeroplane, Glimmers y The Magician y que ahora actúan como discoteca multiespacio y presentan conciertos puntuales como el Justice recientemente.
Nadie ha publicado ningún comentario aún. ¡Se tú la primera persona!