1. Clinton Eastwood Jr. nace el 31 de mayo de 1930 en San Francisco de California.
2. Sus 10 primeros años de vida son un continuo viaje en busca del trabajo que más le dure a su padre. En la adolescencia seguirá los pasos de éste trabajando casi de cualquier cosa.
3. Mientras cumple el servicio militar como socorrista en Fort Ord, y de regreso de un permiso para visitar a sus padres, su avión se estrella en el mar salvándose de milagro.
4. Por mediación de Arthur Lubin, director a sueldo de Universal, destinado a dirigir encargos franquicia como la serie Abbot y Costello, Clint consigue su primer papelito en la película Revenge of the Creature (1954). Su actuación recibe los mismos palos —presencia envarada, hablar entre dientes— que 10 años después se volverán felicitaciones, al crear un estilo propio e inimitable.
5. Con su 1 93 de estatura y su imagen atlética forma parte junto a otras promesas como Rock Hudson, de los llamados beefcakes (pasteles de carne) con que los estudios de cine en los años 50 promocionaban sus talentos cara al público (femenino).
6. El mayor hito de Clint Eastwood como actor, en los años 50, es una breve intervención en Francis in the Navy (1955), uno de esos vehículos que convirtieron a una mula en un icono del cine de saldo de esa década.
7. Tras una serie de papeles intrascendentes, entre ellos su primer western y la que considera su peor película (Ambush at Cimarron Pass 1958), y viendo que su carrera no va a ninguna parte, Eastwood decide aparcarla definitivamente, para buscarse la vida por otro lado.
8. Un golpe de suerte, en el que intervienen varias renuncias y muchas llamadas telefónicas, consigue a Clint Eastwood el papel de coprotagonista en Rawhide, una de esas series western que pastaban en la televisión americana de los años 50 y 60. Sin hacer demasiado ruido, Rawhide sobrevivirá 7 años (1959-1966) con índices de audiencia bastante notables.
9. El director italiano Sergio Leone, hasta entonces especializado en peplums, desea realizar una versión del clásico Yojimbo (Akira Kurosawa, 1961) ambientada en el oeste. Lo rebautiza como El magnifico extranjero y se dispone a buscar protagonista para el difícil papel del mercenario en equilibrio entre dos familias rivales. Pregunta por Henry Fonda que ni hace caso a su propuesta. Después prueba con James Coburn, y éste accede pero pide demasiado dinero. Lo intenta más tarde con el coprotagonista de Rawhide, Eric Fleming, para encontrarse con una nueva negativa. Alguien de la agencia William Morris desliza a Leone un capítulo especialmente aburrido de Rawhide. Leone es el único que percibe algo especial en los andares indolentes de Clint por la pantalla, y éste accede a pasar unos meses de vacaciones en Italia, atraído por la perspectiva de estrenarse como cabeza de cartel. Nadie puede imaginarse que está decisión inaugurará un subgénero cinematográfico que se estirará durante 15 años, y cambiará para siempre la vida de sus implicados.
10. El rodaje de Por un puñado de dólares 1964, es todo menos apacible. Clint no termina de acostumbrarse al método Leone, a los interminables primeros planos, a fumar un puro toscano por primera vez en su vida, y al galimatías de idiomas del variopinto reparto. Para colmo de males, se acaba el dinero y Kurosawa se entera que le están plagiando, y manda una carta a Leone afeándole el hecho, algo que éste interpreta como un halago. En un punto determinado Eastwood abandona el rodaje, pero es convencido por el equipo de producción, cuando ya va camino del aeropuerto .
11. Al terminar el rodaje, el director americaniza a lo bestia los nombres del reparto y le cambia el título al film, con lo cual Clint pierde el rastro de su película, y vuelve a los EUA convencido de que su primer papel protagonista ha sido un fiasco. Solo a finales de año leerá una critica en Variety alabando la interpretación de un tal Clint Eastwood en el Sleeper internacional del año. Comprenderá que la aventura italiana puede haber sido más provechosa de lo previsto.
12. Eastwood pasa a ser protagonista absoluto de Rawhide al abandonar la producción Eric Fleming. Cobro lo mismo trabajando más, dirá.
13. Leone quiere —y le obligan a— hacer una secuela de Por un puñado de dólares. Embarca de nuevo a Eastwood mediante unos cuantos dólares más, para volver a repetir su papel de magnífico extranjero. Otro secundario al que el director italiano recoge de la irrelevancia (Lee Van Cleef) le dará oportuna réplica.
14. La muerte tenía un precio (1965), más completa que su predecesora, muestra todas las características que hicieron diferente el cine de Leone, incluida una banda sonora aún hoy reconocible, a cargo de un genio llamado Ennio Morricone. Sigue siendo una de las películas más taquilleras de la historia del cine italiano.
15. Las brujas (1966), es un proyecto del productor Dino de Laurentiis, compuesto de cinco historias diferentes, dirigidas por Mauro Bolognini, Pier Paolo Pasolini, Franco Rossi, Luchino Visconti, Vittorio De Sica. Eastwood protagoniza una de ellas, pero al estar fuera de su hábitat, entrega una interpretación sosa y olvidable. Obtiene a cambio el Ferrari que le había prometido el productor.
16. El bueno, el feo y el malo (1966), supone la tercera parte de lo que se llamará La trilogía del dólar. Más extensa y ambiciosa que La muerte tenía un precio, supondrá la sublimación del spaghetti western.
17. A Eastwood y Van Cleef se les une un tercero en discordia, Eli Wallach, cuyo papel de pícaro lo hace centro neurálgico de la historia. Eastwood entiende que poco a poco su presencia pierde peso en el Universo Leone. Intuye que se ha cumplido un ciclo, y que debe volver a su país a consolidar su carrera. Nunca más volverá a trabajar con Sergio Leone.
18. Ya de regreso en EUA, Clint da un paso importante en su carrera. Con ayuda de su asesor Irving Leonard, funda su propia productora, a la que da el nombre de un arroyuelo que pasa cerca de su propiedad, Malpaso.
19. Intentando desencasillarse de Leone, Clint Eastwood elige curiosamente como primer proyecto Cometieron dos errores (1967), un híbrido que bebe continuamente del spaghetti western intentando acercarse a las maneras del oeste clásico.
20. Se estrenan en su país, casi simultáneamente, las tres películas de la Trilogía del dólar, con críticas demoledoras, pero tremendo espaldarazo de taquilla. Clint pasa a ser un valor seguro en la industria.
21. Sergio Leone ofrece a Eastwood participar en su siguiente proyecto, Hasta que llegó su hora (1968), uno de los westerns más celebrados de la historia. Su papel será de un pistolero al que mata Charles Bronson en el minuto 10 de la película. Clint dice no.
22. En 1968, conoce a una de las mayores influencias de su carrera: Don Siegel. El resultado es La jungla humana (1968), un remedo de western trasladado a la actualidad, y el primer producto en que Eastwood parece saltar fuera de la sombra de sus papeles italianos.
22. En La jungla humana, Clint también se encuentra dos colaboradores muy valiosos: Dean Riesner, que guionizará las aventuras de Harry el Sucio, y Lalo Schifrin, un Morricone argentino que será el responsable de muchas de las bandas sonoras de los films del actor en los años 70.
23. A las ordenes De Brian G. Hutton protagoniza dos films bélicos bastante intrascendentes (El desafío de las águilas 1968 y Los violentos de Kelly 1970).
24. Dos mulas y una mujer (1969) parte de un guión de Budd Boetticher, una gran partitura de Morricone, y un Eastwood que recupera el poncho y el cigarro que parecía haber olvidado en Almería. Shirley McLaine (la otra mula del título) termina robándole tantas escenas a Clint, que éste decide no volver a apoyarse en partenaires de altura, durante las siguientes dos décadas.
25. La leyenda de la ciudad sin nombre (1969), es el primer y único musical de la carrera de Clint, realizado en un momento en que el género entraba en grave decadencia, resultando un rodaje desastroso y un presupuesto descontrolado que devino en catástrofe financiera. A poca gente le gustó entonces, pero hoy es un clasicazo. Y vale la pena escuchar a Eastwood cantando “Gold fever”.
26. En 1970 protagoniza a las órdenes de Siegel una de las películas más brillantes y perturbadoras de su carrera, El seductor, sobre un soldado confederado acogido en una residencia de mujeres. Totalmente diferente al tipo de personaje que suele interpretar, la cinta pasa injustamente desapercibida.
27. Clint aprovecha su creciente estatus para probarse como director con un proyecto menos modesto que lo que sus intenciones traslucen: Escalofrío en la noche (1971). Deudora de las maneras de Siegel, esta historia de obsesión fatal demostrará que Eastwood sabe ajustarse a un calendario y un presupuesto, y será su lanzamiento a una brillante carrera detrás de las cámaras, que ya se acerca al medio siglo de vida.
28. El segundo gran espaldarazo de la carrera de Clint Eastwood llega con el personaje del inspector Harry Callahan, la primera de una interminable serie de justicieros que detestan a los malos casi tanto como al sistema que no los ata en corto. El papel es tan goloso que medio Hollywood se pelea por él, pero Eastwood llega primero y, de nuevo a las ordenes de Siegel, crea un ícono políticamente incorrecto, cuya influencia se extiende a la cultura popular, pese a todas las voces que lo tachan de panfleto fascistoide.
29. Por primera vez en casi 3 décadas, Clint Eastwood desbanca a John Wayne como la estrella más taquillera de Hollywood. La relación entre ambos siempre será distante.
30. Harry el Sucio marca también el ocaso de la relación con Don Siegel, que entiende que Eastwood se está convirtiendo en algo demasiado grande como para manejarlo.
31. Joe Kidd (1972), puede ser considerado hoy un western del montón, pero a la estrella le sirve para canibalizar a buena parte del equipo técnico de su director, John Sturges. Esta troupe (Ferris Webster, Fritz Manes, Bruce Surtees, James Fargo) seguirá a Eastwood en todos sus proyectos de los años 70 y parte de los 80.
32. Infierno de cobardes 1973, western alrededor de la venganza y los abusos de poder, es sin ser redondo, el proyecto más personal de Eastwood hasta ese momento.
33. El inspector Callahan demuestra estar listo para ser franquicia, con la secuela Harry el Fuerte (1973), bastante menos interesante que su predecesora, y mucho más taquillera.
34. La historia de amor intergeneracional de Primavera en otoño (1974), marca el primer proyecto dirigido, pero no interpretado por Eastwood —quien cede el testigo a William Holden—, lo cual se traduce en que hoy apenas la conozcamos. Clint tardará 24 años en repetir la experiencia.
35. Un botín de 500.000 dólares (1974), opera prima de Michael Cimino, es de las películas más conseguidas de Eastwood en los 70, y la primera que llega a asomarse a los Oscar. Con un Jeff Bridges en estado de gracia, el film está plagado de situaciones que llevarán a la crítica a mandar este caramelo envenenado a la estrella: Clint también sabe actuar.
36. En Licencia para matar (1975), Eastwood intenta acercarse a James Bond, resultando todo un insulso collage de postales de alta montaña.
37. A poco de empezar el rodaje de El fuera de la ley (1976), Clint (que la produce y protagoniza) despide al director Phil Kauffman, y concluye inesperadamente una de sus obras más celebradas. El cazarrecompensas Josey Wales figura entre los tops de su filmografía.
38. En El fuera de la ley, conoce a Sondra Locke, su pareja sentimental y profesional durante los siguientes nueve años. Mejor actriz de lo que siempre se la ha considerado, logra dar cierta personalidad a esta parte más bien denostada de la carrera de Eastwood.
39. Ruta suicida (1977) es un exceso divertido que cuenta la típica historia del individuo contra el sistema corrupto, con un final tan increíble que no hay otra que creérselo, y supone la mejor química entre Eastwood y Locke en un film.
40. Ese mismo año rueda Harry el Ejecutor 1977, la tercera (y más bien olvidable) parte de las aventuras del inspector Callahan.
41. Clint da un giro de 180 grados a su carrera buscándose un chimpancé de ayudante y protagonizando Duro de pelar (1978), una comedia gruesa que ha envejecido fatal, pero que en su momento fue la segunda mayor taquilla de año, casi alcanzando a Superman the Movie.
42. El último hurra del tándem Eastwood-Siegel llega con Fuga de Alcatraz (1979), curiosa incursión en el cine carcelario, a la que le falta un punto más de suspense para llegar a ser interesante.
43. Bronco Billy (1980) supone el primer intento de su director y protagonista por hacer un cine más academicista y menos plano. La historia de unos perdedores consumados intentando llevar adelante su circo ambulante, es quizá la primera paleta gris con la que Clint pinta al mundo. Éste no se lo reconoce aún.
44. Inmediatamente después de Bronco Billy, llega la primera película notable del Eastwood realizador, El aventurero de la medianoche (1982), donde narra el ocaso del cantante country Red Stovall y su viaje al fin de la noche, por los caminos del alcohol y la Gran Depresión. Su hijo Kyle, que 25 años después compondrá el score de Cartas desde Iwo Jima, cumple en su debut como hijo de Stovall.
45. Firefox (1982) es una de las cuotas patrioteras a pagar por la estrella, en los años 80 de la Guerra fría. Los efectos especiales (ni muchos ni especiales) terminan convirtiéndola en lo más caro y aburrido de Eastwood hasta el momento.
46. Impacto súbito (1983) es la primera aventura de Harry Callahan que dirige Eastwood y se nota, enhebrando una historia de venganza que se acerca a los logros del original.
47. En la cuerda floja (1984) nos trae un relato más crudo de lo habitual, donde el detective adicto al sexo, que interpreta Eastwood, parece continuamente víctima y asesino.
48. Ciudad muy caliente (1984) era un proyecto de Blake Edwards que marchaba por un lado, hasta que aparecieron Eastwood y su sequito para Clintinizarlo. El resultado final no es ni la mitad de divertido de lo que pudo ser.
49. Vanessa en el jardín (1985) forma parte de los mediometrajes de la serie televisiva Cuentos asombrosos. Con guión de Steven Spielberg, será la última presencia de Sondra Locke a las órdenes de su director y pareja.
50. Clint Eastwood pasa a un nivel superior en El jinete pálido (1985), un remedo de Raíces profundas atravesado por una atmosfera espectral, donde descolla el papel del predicador que regresa (aparentemente) del otro mundo para ajustar cuentas pendientes. Las críticas: Buscando a John Wayne, Eastwood se ha encontrado con John Ford.
51. Como para desmentir el reciente entusiasmo de la crítica, el actor-director pasa en El sargento de hierro (1986), a hacer una apología militar tan desmadrada y excesiva, que mucha gente la interpreta aún como fina ironía a costa del cuerpo de marines.
52. El personaje del inadaptado sargento de artillería Highway depara el mayor número de tacos y de frases para el recuerdo de toda la carrera de Eastwood.
53. Quien aún no lo supiera, descubre ese año las ambiciones políticas de Clint Eastwood, cuando éste se convierte durante dos años en alcalde de la localidad donde reside, Carmel. Son tiempos en que incluso coquetea con la idea de apuntar más alto políticamente, aprovechando que entonces hay un presidente actor en la Casa Blanca.
54. Bird (1987) es la primera obra magna de Eastwood. Con un Forrest Whitacker excelso como Charlie Parker, este biopic desgarrador e inmisericorde descubre a un autor de 57 años, que hasta entonces había ocultado muy bien su sensibilidad a la hora de afrontar (y contar) historias tan interesantes.
55. En unos años en que Eastwood simultanea oro con purpurina, La lista negra (1988) es la cuota comercial del año, y el quinto y último capítulo de Harry el Sucio. Una divertida persecución con coche bomba de juguete, y el debut como secundarios de Liam Neeson y Jim Carrey, lo único destacable.
56. Tras muchos años, Leone e Eastwood se reencuentran y fuman su pipa de la paz particular, unos meses antes de que el primero fallezca de un infarto. Eastwood siempre ha pensado que Sergio vino ese día a despedirse de él.
57. El Cadillac rosa (1989) muestra reunidos los peores defectos del cine de Eastwood, y supone el primer gran batacazo comercial de su estrella. Clint piensa que ha perdido el feeling con su público. Los problemas derivados de la ruptura con Sondra Locke, han llenado páginas de tabloides y enturbiado su imagen pública.
58. Cazador blanco, corazón negro (1990) cuenta la historia de John Huston, y su obsesión por cazar un elefante en los preliminares del rodaje de La reina de África. Fue este un proyecto muy personal que demuestra a los escépticos que Bird no fue una casualidad.
59. El principiante (1991), es un Harry el Sucio disfrazado de buddy movie. Más excesivo y salvaje que aventuras anteriores, supondrá el fin de los proyectos comerciales de corto recorrido del cine de Eastwood.
60. En 1992, Clint Eastwood desempolva Los asesinatos de William Munny, un viejo guión que llevaba macerándose nueve años, acerca de un pistolero asesino que se redime por amor, hasta que ya en su madurez alguien vuelve a requerir sus servicios. Clint se rodea por primera vez en muchos años de luminarias: Gene Hackman, Morgan Freeman, Richard Harris. El resultado es su obra maestra definitiva: Sin perdón.
61. Sin Perdón no solo supone un ejercicio de estilo pausado en comparación con los habituales rodajes frenéticos de Clint. Warner Bros. ve un caballo ganador y la promociona adecuadamente para los Oscar. Por primera vez Eastwood es nominado, y por partida triple, como director y productor y actor. Ganará los dos primeros. Tanto en los agradecimientos como en los créditos de la película aparecerá una dedicatoria especial a Sergio y a Don, las dos grandes influencias de su carrera.
62. Unos meses después de Sin Perdón llega otro taquillazo para Eastwood, esta vez a las ordenes de Wolfgang Petersen y con la ayuda inestimable de John Malkovich. En la línea del fuego (1993), es la historia de un guardaespaldas presidencial que en 1963 no pudo evitar el asesinato de JFK, y que varios años después vuelve a encontrarse a las puertas de que se repita un magnicidio.
63. Un mundo perfecto (1994), habría sido protagonizado por Eastwood si se hubiera filmado en los 70. Aquí delega en Kevin Costner, y por única vez en su carrera interpreta un papel secundario. El resultado es una historia dura y enternecedora a partes iguales, con final esperado pero no por ello menos estremecedor.
64. Los puentes de Madison (1995) es otro de esos guiones apetitosos procedentes de bestseller que llevan tiempo circulando por Hollywood, y al que Eastwood echa el lazo, aunque el tema parezca fuera completamente de su estilo. Tras no pocas dudas, decide también dirigirlo y contratar de partenaire a Meryl Streep, la cual le servirá como acicate para brindar una interpretación compleja y creíble dentro de una hermosa historia de amor otoñal.
65. Tras uno de esos raros años sabáticos en su carrera, Eastwood interpreta en Poder absoluto (1997) a un ladrón de guante blanco ya talludito, que presencia involuntariamente el lado oscuro del presidente de los EUA, encarnado por Gene Hackman. Esto le lleva a ser perseguido por el servicio secreto de la Casa Blanca, ahora que sus planes pasaban por sentar la cabeza y reconciliarse con su hija.
66. Medianoche en el jardín del bien y del mal 1998, es un cóctel de ambiente sureño donde hay lugar para pasiones, crímenes, juicios y hasta un punto de santería., con un atractivo reparto en el que, por primera vez en muchos años, no figura Clint pero sí su hija Alison, que sin duda es uno de los aciertos de una cinta en su momento sorprendente, y hoy semiolvidada.
67. Ejecución inminente (1999), trae consigo una contrarreloj con corredor de la muerte de por medio, que la estrella realiza con el oficio habitual, pero a la que parece siempre faltarle chispa. James Woods es de lo poco salvable del conjunto.
68. Clint Eastwood llega a los 70 y al año 2000 con una completísima retrospectiva en el Festival de Venecia, y con una simpatiquísima aventura de astronautas del IMSERSO: Space Cowboys (2000). Aunque a menudo lo que pasa en la película (en especial la aventura en el espacio) no es demasiado interesante, se da por bien empleado al contemplar juntos a mitos como Donald Sutherland, Tommy Lee Jones y Janes Garner.
69. Deuda de sangre (2001) sonaba durante mucho tiempo como el sexto capitulo de las aventuras de Harry el Sucio. Clint interpreta a un inspector de policía que se nos presenta en una persecución eterna para un protagonista de 71 años y que, inevitablemente, termina en infarto. Es entonces cuando debe averiguar quien asesinó a la donante del corazón que le ha permitido sobrevivir. La premisa es buena pero el desarrollo bastante menos.
70. Mystic River (2003) inaugura una nueva etapa en la carrera de Clint Eastwood. En ella su actividad primordial estará detrás de la cámara, sabedor de que no puede seguir representando personajes mucho más jóvenes, y de que el cupo de los que sí se le ajustan es más bien escaso. En un reparto estelar donde destacan Sean Penn y Tim Robbins (ambos oscarizados), Kevin Bacon interpretará al sosias de Clint en una de las historias más oscuras (no solo visualmente) de su carrera.
71. En Mystic River, Clint da un paso más en su faceta de hombre orquesta, sumando a todas su labores la de la banda sonora, en un principio como forma de ahorrarse la minuta de Lennie Niehaus, su compositor habitual. La experiencia será de su agrado, y veremos a menudo el nombre de Eastwood en los créditos musicales de sus films.
71. A las manos de Clint llegan inesperadamente una serie de historias cortas sobre boxeo de F.X. O’Toole. Paul Haggis las hila en un guión imbatible, y Hillary Swank lo borda como la white trash que solo puede sacar cabeza a través de su perseverancia. Clint vuelve delante de la cámara para su posiblemente, mejor papel protagonista. Como en Sin Perdón, llueven los Oscars para Million Dollar Baby (2004). El de mejor actor, que es el que más le interesa, vuelve a perderlo en favor de Jamie Foxx.
72. La misma noche de los Oscar, Clint se reencuentra con Steven Spielberg. Juntos deciden llevar a la pantalla el proyecto más ambicioso de Eastwood hasta la fecha. La batalla de Iwo Jima contemplada desde las ópticas americana y japonesa. La primera historia, Banderas de Nuestros padres (2006), cuenta de nuevo con guión de un Paul Haggis en la cresta de la ola, y se centra en la maniobra patriótico-publicitaria que trae consigo la mítica foto de los soldados americanos izando la bandera en la isla. Pero la historia es demasiado larga y nunca termina de arrancar, y casi toda la emotividad y carga crítica se pierden por el camino. La recepción es tan tibia que no deja lugar a otra cosa que el fracaso.
73. Eastwood intuye que la segunda parte de este díptico, mucho más intimista, puede salvar el conjunto. Rodada íntegramente en japonés y con una prodigiosa fotografía en blanco y negro, Cartas de Iwo Jima es uno de los ejercicios de estilo más importantes de la carrera de su director y el que, posiblemente, lo consagra hasta para los más escépticos, como gran auteur en plena forma a sus 77 años. Para el recuerdo, el personaje del comandante japonés Kuribayashi, fantásticamente interpretado por Ken Watanabe.
74. El intercambio (2008) trae consigo una sólida historia soportada por una muy convincente Angelina Jolie y es, al mismo tiempo, la primera de una serie de películas (casi todas ellas biopics) que confirmarán que el mejor momento de Eastwood ya ha pasado. Con ella, prueba suerte por tercera y última vez en Cannes, pero solo recoge una trifulca a cuenta de las provocaciones de Spike Lee.
75. Clint Eastwood no solo compone música para sus películas. La partitura de Grace is gone (2008) es nominada a dos Globos de Oro, siendo la primera vez que una de sus bandas sonoras opta a premios importantes.
76 . Al igual que dos años antes con Cartas de Iwo Jima, Gran Torino es el film tapado de Eastwood para 2008. Se trata de la historia de un veterano de guerra racista y cascarrabias, que termina redimiéndose y sacrificándose por sus vecinos, hasta entonces objeto de sus ataques y prejuicios. Aunque lo que se cuenta no es un prodigio de originalidad y aunque el film tiene un problema serio con la calidad del reparto, lo que queda al final es la película más recordada del Clint de este siglo.
77. Tras Gran Torino Eastwood confirma que sus días de actor han pasado a la historia. De ahora en adelante se limitará a dirigir.
78. Invictus (2009), narra la historia de los primeros años de Nelson Mandela en el postapartheid, y su necesidad de reivindicar a todo un país, a través de una finalísima de rugby contra los entonces poderosísimos Old Blacks. Morgan Freeman encarna el papel para el que parecía estar toda la vida destinado.
79. Clint entra en los 80 con una historia dividida en tres episodios, todos centrados en experiencias paranormales que tienen que ver con el afterlife. Más allá de la vida (2010) no es el tipo de film que suele realizar Eastwood y se le nota incómodo en él, pero tampoco es un filme a despreciar. Contiene además diez minutos modélicos sobre cómo filmar una catástrofe (el tsunami de 2004), de lo que debió tomar nota Juan Antonio Bayona para su Lo imposible.
81. J. Edgar (2011), es un proyecto largamente acariciado por Eastwood: Poner la lupa en los entresijos del larguísimo reinado de Edgar Hoover como jefazo del FBI. La presencia de Leonardo di Caprio lo convertía en el hype más esperado de Clint en años, pero la película desaprovecha un tema interesante, y se eterniza en detalles que sirven de bien poco a la historia. Tampoco ayuda el desafortunado maquillaje para resaltar el paso del tiempo de sus protagonistas.
82. Aunque había prometido retirarse de la interpretación, Clint encarna a un viejo ojeador de beisbol en Golpe de efecto (2012), un favor personal a su amigo y productor Robert Lorenz, en la primera aventura de éste en la dirección. Intrascendente.
83. Tras no concretarse fechas para poder realizar con Beyoncé el biopic musical Ha nacido una estrella (Bradley Cooper y Lady Gaga recogerán años después el testigo), Eastwood finaliza el hiato más grande de su carrera presentando en sociedad Jersey Boys (2014), que pasará sin pena ni gloria y hará preguntarse a más de uno si el director de 84 años debería aflojar el ritmo.
84. American Sniper (2014) es la historia de Chris Kyle, el francotirador con mayor número de blancos en la Guerra del golfo, y el contraste con su vida civil más bien caótica. Contada con un esquematismo e imparcialidad que parte de la crítica entiende como permisividad hacia un asesino, proporciona a Clint la última nominación al Oscar de su carrera
85. American Sniper toca cierta fibra sensible en el público estadounidense, de tal forma que se convierte en la película más taquillera del año, y de toda la carrera de Clint Eastwood.
86. En 2016 el director de 86 años presenta Sully, un nuevo y bastante logrado biopic alrededor de otro héroe por accidente, el piloto Chesley Sullenbeger, que salva a toda su tripulación amerizando en el rio Hudson con un avión sin motores, para después ser acusado de incompetente. Tom Hanks borda el papel del protagonista que no entiende de que se le acusa.
87 .Con su siguiente película, 15:17 Tren a París (2018), Eastwood decide dar tanta veracidad a la historia, que no se le ocurre nada mejor que hacerla interpretar por sus propios protagonistas. Esta interesante premisa lleva consigo el germen de su fracaso, pues el trío amateur pone una voluntad insuficiente, además de que la historia apuesta el máximo en su clímax final, dejando de lado los 70 minutos anteriores.
88. Cuando ya nadie podía soñar con ello, Clint Eastwood encuentra a un protagonista no demasiado joven para interpretar al horticultor Leo Sharp, reconvertido a los 80 años en correo de la droga del Cartel de Sinaloa. Mula (2018) es un proyecto honesto, a ratos fascinante, y con un Eastwood que realmente clava su interpretación, tras casi una década sin actuar. Un final insulso y conformista termina por echar por tierra muchas de las bondades del film, tan infravalorado como sobrevalorado fue en su momento Gran Torino.
89. Eastwood ya quiso llevar a la pantalla, con Leonardo di Caprio, las desventuras del vigilante de seguridad que encontró una mochila bomba y con ello salvó muchas vidas en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, para más tarde ser acusado de terrorista. Con muchos puntos en común con Sully, Richard Jewell (2019) es para muchos críticos lo mejor de Eastwood en esta década que ahora termina, pero también ha resultado su mayor fiasco comercial.
90. El 31 de mayo de 2020 Clint Eastwood cumple 90 años. Poca gente se atreve a aventurarle una fecha de caducidad, máxime cuando su ritmo de producción se mantiene cercano a una película anual. Es, sin duda, el último director de cine clásico.
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