Los sandwiches que pergeña este padre británico para que su hijo se los coma quedarán muy imaginativos en foto pero, en mi opinión, este esfuerzo creativo no revela maña sino fracaso: este tipo no ha sabido educar el paladar de su descendencia.
Que haya chavales que sean de mal comer no justifica los alardes artístico-culinarios que algunos progenitores, redes sociales mediante, se dedican a airear. Una cosa es la tradición nipona del Bento y otra, lo que hacen algunos: con pan de molde y cuatro tomatitos, Mark Northeast lleva cinco años deleitando a la blogosfera con sus creaciones sandwichiles. El tío ha editado un libro, imparte talleres por todo el Reino Unido y disfruta de su éxito que es, según dice, haber conseguido “animar a los niños a comer de forma variada y sana”. A continuación, evalúo nueve de las muchas abominaciones que en este tiempo ha creado y con las que ha logrado -¡oh, milagro!- incluir en la dieta de sus hijos pan, tomate y dos rodajas de pepino chuchurrío. Bravo, Mark.
9. Sandwich “Me da una pájara”. Cuatro cortezas, una loncha de pepino, un cacho de manzana. Veredicto: mejor una pechuga de pollo o de cualquier ave de esas que vuelan y luego acaban en la cazuela.
8. Sandwich “No lo remedia ni un mago”. Media rebanada, algo naranja, una hebra de cebollino y el exterior de un mini BabyBel. Veredicto: mejor usar tu magia para que Harry coma algo que no le haga echar la “potter”.
7. Sandwich “He venido de otro mundo”. Lleva pan, algo de pan, un poco de pan y dos botones del costurero de la abuela. Veredicto: el único pan de molde que no merece el calificativo de ‘tierno’.
6. Sandwich “Pies de Cadáver, perspectiva”. Pan de pita -efecto planta verrugosa- y cinco rodajas de zanahoria -efecto uña encarnada-. Veredicto: mejor que el niño use los pies para acercarse al horno más cercano y comprarse una napolitana.
5. Sandwich “Mátame, por favor”. Simpático -o algo así- cangrejo elaborado con papel kraft -porque pan esto no es, señores-, dos mitades de oliva a modo de expresivos ojos, algo parecido a una loncha de queso y cuatro hojas de limonero. Veredicto: un palito de surimi es nutricionalmente más completo.
4. Sandwich “¿Feliz Navidad?”. Un cracker, la mondadura de un pepino, raspaduras de zanahoria, piel de tomate y varios yo-que-sés sobre lecho de migajas. Veredicto: ¡Dale al niño roscón, criminal!
3. Sandwich “Enlace real”. Las rebanadas de los extremos del pan de molde, esas que siempre se tiran, y todo filamento de colores que encuentres en el cajón de la nevera. Veredicto: Catalina y Guillermo seguro que se lo dan de comer al pequeño Jorge…
2. Sandwich “Oruga psicotrópica”. Sobras de las anteriores recetas, jamón -para variar- y el trozo de lechuga que se queda pegado al final de la bolsa de Florette. Veredicto: mejor que el niño se fume la hoja esa verdusca, a juzgar por los efectos que comerla ha causado sobre este personaje sin par.
1. Sandwich “Se va el caimán”. A estas alturas el niño ha muerto de inanición, así que qué más da lo que le pongas mientras uses tus recurrentes pepinos sin pelar, salsa rosa y dos chicles de fresa a medio masticar. Veredicto: huye, servicios sociales viene a quitarte la custodia.
Bonus-pan: Mark se vino a España y una conocida marca le pagó por retratar a la selección. Qué queréis que os diga, pero Casillas da cosilla.
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