Fin de la trilogía: últimas imágenes y alguna conclusión. Los imaginarios son inaprensibles, la justicia una rareza y la tierra un esferoide oblato achatado por los polos, con un abultamiento alrededor del ecuador y una ligera inclinación hacia el mal gusto, la crueldad y el pensamiento reaccionario.
11. El cine pide justicia
Para comenzar quisimos quitarle ranciendad, que no rigor, al derecho. Recordamos que la ingeniería o la medicina son saberes igual de serios pero no por ello se adornan de telas e ínfulas medievales. Quisimos, por así decirlo, acercar el derecho al lego y lector de EL HYPE. Acudimos a las imágenes. La cinematográfica no es mala cultura para decir algo del derecho. De hecho, ¡hoy el cine pide justicia!
Hay mucho más.
12. Un imaginario
Sí, hay mucho más. Para todos la idea del derecho (y de la justicia) comenzó, en un momento inasible del pasado, con una imagen (la de un juez, la de un policía, la de un jurado en un telefilm). El campo es enorme: iconos, símbolos, fotografías, films y representaciones figurativas –pictóricas y escultóricas- tanto del universo normativo considerado metafórica, simbólica y abstractamente (justicia, orden, poder, verdad, etc.) como de las concretas revoluciones políticas y luchas específicas por el derecho.
13. Mujeres, hombres y viceversa
La diosa egipcia Maat como la griega Temis son ejemplos de cómo la justicia ha sido comprendida como mujer. La injusticia, ¡ah, sabias imágenes las de Giotto!, queda estupendamente como hombre con barba, serio e impasible: los frescos de la Capella degli Scrovegmi de Padua recuerdan el ánimo suizo con el que se lucha hoy contra la corrupción.
14. Libertad
En la actualidad toda definición de justicia incluye valores como los de igualdad y libertad, el escultor figurativo Zenos Frudakis ha querido aprehender un sentimiento en Freedom.
15. Derechos humanos
Las representaciones píctoricas, arquitectónicas y escultóricas de la justicia y los valores a ella asociados son numerosas, no hemos puesto, por conocida, la libertad de Delacroix, y por difícil la Jurisprudence de Gustav Klimt. Observemos la Cúpula de la Sala XX de los Derechos Humanos y de la Alianza de Civilizaciones de la ONU de Miquel Barceló.
16. El cine es contrario a la pena de muerte
Otras veces, el cine ha puesto el acento en el relato. Nótese que cuando la justicia se incorpora en una narración interesante el delincuente se vuelve humano, es por ello, que la mayoría del «cine con derecho» se muestra contrario, por ejemplo, a la pena de muerte.
Hemos de acabar.
Dejemos para la reflexión del inteligente lector de EL HYPE, unos apuntes.
17. Los monstruos no existen: la lección de Herzog (Werner)
El gusto por el castigo, la cárcel y la violencia parece más propio de fanáticos y medievales que de juristas-bien. A mí me gusta recordar en clase aquella célebre frase de ese gran director y ser humano alemán que es Werner Herzog: «el hombre hace cosas monstruosas sin ser él, propiamente, un monstruo».
18. El cine es ecológico
Que nuestro planeta se está convirtiendo en un estercolero recalentado es algo que el cine se he preocupado desde hace tiempo en denunciar.
La fallida Interestelar (Nolan, 2014), ¡por qué los astronautas no se callan!, parte de la premisa del crecimiento insostenible o lleno de polvo.
19. Es la desigualdad, estúpido o la alegoría del tren: Snowpiercer.
El principal problema que en términos de justicia tiene nuestro planeta es la extrema desigualdad. El hecho de que unos pocos tengan más que millones de personas y que tantas de ellas tengan que ver a sus hijos morir de hambre es una aberración que el cine, disciplina sensible, ha recogido también. Entre los recientes estrenos ha sido la última película de ese magnífico director que es el surcoreano Bong Joon-Ho (autor de una obra maestra del cine negro: Salinui chueok (Memories of Murder) la que más explícitamente muestra el insoportable contraste entre las existencias más frívolas y las más terribles.
20 El derecho: argumentación e interpretación
El derecho es complejo pero sobre todo, más que en operaciones lógicas, mecánicas o formales, consiste en argumentar bien. ¿Argumentar verdades? No. Las verdades no se argumentan. Se argumenta en el mundo de lo convincente, lo razonable, lo plausible, a ser posible no olvidando que a menudo el derecho es la única arma que tiene el débil frente al poderoso.
21. Reivindicación del pensar
Una sociedad que valore la literatura y el arte y que enseñe bien desde la escuela primaria los cuatro saberes que permiten comprendernos mejor (la sociología, la antropología, la historia y la filosofía) tendrá una sociedad más sabia y reflexiva y como exponente de ella un derecho más justo.
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