The Politician ha llegado a Netflix de la mano del productor, guionista y director Ryan Murphy, el Midas de la televisión que sorprendió con la serie de FX Nip/Tuck y que asociado a Brad Falchuk, produjo para Fox lo mejor de su ficción, elevando la calidad con productos rompedores en las distintas temporadas de American Horror Story, Glee, Scream Queens y Pose.
Tras la adquisición de los estudios de cine 21st Century Fox y parte de su división de TV, por Disney (52.4 billones de dólares), y —según palabras del propio Murphy— por la admiración que siente por sus contenidos, el creador de Feud firmó un contrato de cinco años con Netflix por un valor de 300 millones de dólares, siguiendo el mismo camino de productores como Shonda Rhimes (Anatomía de Grey, Scandal), que abandonó ABC por la tercera parte que él.
La nueva serie de Ryan Murphy, que inaugura su nueva etapa, es un trabajo en equipo en el que comparte guion y dirección con Ian Brennan y Brad Falchuk, consta de ocho episodios y tendrá una continuación con la segunda temporada que todavía no se ha escrito. The Politician no fía solo su gran baza en el carismático protagonista, Ben Platt, porque una vez más, el dream team del streaming ha concebido un producto diseñado milimétricamente para triunfar. Estas son las siete razones por las que te seducirá o la abandonarás.
#1 La historia
Payton Hobart, un estudiante de la Saint Sebastian High School (Santa Bárbara), vislumbró a los siete años su meta profesional y, decidido a llegar hasta el Despacho Oval de la Casa Blanca, inicia un camino cuyos primeros pasos incluyen conseguir la presidencia de la Asociación de alumnos del instituto. Para ello, diseñará una campaña donde no falta un equipo entregado, el manejo de datos y encuestas permanentemente actualizados y una serie de recursos electorales escalados a nivel bachillerato y ejecutados con la mayor profesionalidad, intento de magnicidio incluido.
En la estela de la inolvidable Tracy Flick (Reese Whiterspoon) de Election (Alexander Payne, 1999), basada en la novela de Tom Perrotta (The Leftovers), la obsesión de su protagonista nos acerca y aleja a la vez, haciéndonos pensar si todo esto vale la pena, si la ambición está absolutamente desligada del sentido último de la representación del votante o si ese afán adolescente de protagonismo y atención legítima, parejo a su propio coming of age no merecerían mejor propósito que su carrera electoral.
[SPOILER]
El curso de la narración, el salto temporal del último episodio y el final de la primera temporada nos confirman que hemos asistido a una batalla, que la guerra será larga y quizá lo visto se pueda quedar en una maravillosa precuela.
#2 House of Cards según Wes Anderson
El delicado equilibrio entre la parodia y la enunciación lo tendrá que dilucidar en más de una ocasión el propio espectador, que se hallará ante un relato construido con estrategias, manejos de crisis, renuncias y sacrificios, lavados de imagen y alianzas tanto verosímiles como absurdas. La oscuridad, malas artes o juego sucio inherentes a la lucha por el poder se modulan en The Politician a través de una mirada compasiva, incluso complaciente hacia Payton, atrayendo la simpatía que dedicamos al débil frente a sus acosadores del patio o a la cenicienta que merece más el cariño de sus padres que sus odiosos hermanastros.
Murphy & co. glorifican los personajes no normativos, cuyas heridas familiares Anderson sublima en sus filmes transformándolos en seres únicos más o menos adorables, como recién salidos de una vitrina del salón. En un viaje a la inversa, Ben y sus compañeros de reparto podrían haber vuelto a la vida desde sus ataúdes de celofán en la tienda de merchandising.
#3 El reparto y los personajes
Ben Platt, ganador de un Tony en 2017 por Dear Evan Hansen encarna al político Payton, el hijo adoptado por los millonarios Hobart. Hijo de Marc Platt el productor de La La Land (2016), el actor, que a los 26 ha encarnado a un estudiante de último año de instituto, despliega un carisma y un desparpajo que expresa hasta cantando o tocando el piano en los distintos episodios.
Los papás Hobart están encarnados por el veterano Bob Balaban y la pluscuamperfecta Gwyneth Paltrow (Georgina), genuina showstopper que se atreve incluso con la autoparodia, acompañados por sus conspiradores y celosos hijos gemelos Martin y Luther (Trevor y Trey Eason).
El reparto de The Politician no puede ser más inclusivo, con una directora de insti afroamericana y sorda (Natasha Olifi); un personaje interpretado por un actor con parálisis cerebral (Ryan J. Haddad), en el que se incluyen personajes «fluidos», como Theo Germaine que interpreta a James Sullivan, trans no binario. Laura Dreyfuss (Mc Afee Westbrook), la angloamericana Lucy Boynton (Astrid Sloan) que interpretó a Mary Austin en Bohemian Rapsody (2018), Julia Schlaepfer (Alice Charles) y David Corenswet —que aparece en el capítulo 72 de House of Cards—, como el adorable River Barkley, completan el círculo de Payton.
Mención aparte merece Jessica Lange, de nuevo en el equipo de Murphy, como la intrigante estafadora abuela de Infinity Jackson, compañera de candidatura del protagonista, que compone un personaje excesivo y temible. El brillo del casting se completa con Dylan McDermott, además de Bette Midler y Judith Light (Transparent) como maduras corredoras de fondo en las bregas electorales, personajes propios de un tiempo pretérito con fecha de caducidad. Y no olvidemos el cameo de Martina Navratilova en su segunda aparición ante las cámaras, tras interpretarse a sí misma en Portlandia en 2013.
#4 Diseño de producción
El manierismo de The Politician, que bebe de paletas cromáticas y decorados muy reconocibles, es de nuevo fruto de la colaboración de Ryan Murphy con Jamie Walker McCall (Pose, The Good Place). La decoración ha estado a cargo de Amber Haley, inspirándose sobre todo en los trabajos de los legendarios Sister Parish y Albert Hadley, quienes han influido el interiorismo posh americano a lo largo de más de tres décadas.
La puesta en escena de El Graduado o el estilo de Los Tenenbaums han impregnado una serie en la que el dormitorio de Payton Hobart se asemeja curiosamente al dormitorio presidencial de los Kennedy y una cómoda Harrington llega a titular un episodio en el que este mueble juega un papel determinante.
Los candelabros en las cuadras de la mansión, por donde Georgina se pasea con absoluta pulcritud, los papeles pintados, la oscuridad, la madera y la asfixia setentera de la casa de Infinity, redefinen la sofisticación y la recreación de ambientes que se extiende a espacios como la biblioteca del instituto o las calles de Nueva York.
#5 Vestuario
Los estilismos de The Politician son una auténtica pasarela de tendencias que combina grandes diseñadores con firmas low cost, jugando al despiste y colando prendas icónicas de uno y otro rango. En cuanto a diseño de vestuario, observamos dos grandes grupos de personajes. Por una parte, quienes hacen gala de buen gusto y pueden permitírselo: la familia Hobarts, el grupo de apoyo a la campaña de Payton y los Sloan, familia de la oponente en la carrera electoral. Desde la estética preppy, estilo Ralph Lauren o Tommy Hilfinger a las grandes firmas, el diseño de vestuario apuesta por la intemporalidad.
Sobre todos ellos emerge, cual diosa entre sus pares, fiel a su estilo desde su elegantísima aparición para recoger el Oscar a su Victoria de Lesseps de Shakespeare in Love (1998), Gwyneth Paltrow —pareja de Falchuk y productora ejecutiva de la serie. Los fascinantes estilismos con modelos y accesorios de Dior, Chanel, Miu Miu, Sandro o Maje, Asos, Gucci, Urban Outfitters y Zara se completan con un conjunto de joyas de Harry Winston, que con un valor de 10 millones de dólares adornan a Georgina Hobart.
Por otra parte, los personajes más populares como Infinity, su abuela y su novio Ricardo apuestan por estilismos más propios de la estética ochentera, con prendas oversize, sudaderas o los increíbles suéteres, todo el brilli brilli y animal print combinado con cardados imposibles que luce Jessica Lange.
#6 Música
La banda sonora de The Politician, de la que es responsable la supervisora Amanda Krieg Thomas es impecable. De acuerdo con la tónica de acronicidad de la serie, en casa de Infinity se escuchan vinilos de Shirley Bassey, pero a lo largo de los episodios también encontramos a Tame Impala o Sufjan Stevens, Barbra Streisand, Bach, Donna Summer, Claudine Longet o The Cure.
Las versiones de «River» (Joni Mitchell) en el primer episodio (puedes escucharla aquí) o de «Vienna» (Billy Joel), en el del mismo título (puedes escucharla aquí), que interpreta Platt dan fe de la importancia de la música en The Politician. La banda sonora de Mac Quayle, ganador de un Emmy en 2016 por Mr. Robot y compositor de Feud, American Horror Story o Pose continúa una colaboración de seis años con Ryan Murphy quien le pidió una partitura que combinara comedia y misterio, en la que el músico añadió un toque de evocación española y música clásica.
#7 Revés sin manos a Donald Trump
En los títulos de crédito no perdamos el detalle de la lista de biografías de presidentes cuyos títulos incluyen a Reagan, Clinton, Bush, Obama y a continuación un libro titulado Idiot’s Guide to Clowning.
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