Puede ser nostalgia, puede ser que hace 25 años se hacían mejores películas -o incluso ambas cosas. La cuestión es que de la lista de 50 películas, 28 pertenecen a los primeros 25 años de Sitges y 22 a los últimos 25. Aunque el festival ha vivido ediciones de una calidad sobresaliente, como pudieron ser las de 1995 y 2014, en mi opinión su edad de oro se concentró entre finales de los 70 y principios de los 90, y así lo refleja la desigual distribución de títulos en una y otra etapa.
En cualquier caso, es innegable que estos últimos 25 años nos han dejado películas imprescindibles, sin las que es imposible entender la trayectoria del festival de Sitges. Aquí están todas ellas, completando nuestro post anterior, de nuevo en riguroso orden cronológico.
PESADILLA ANTES DE NAVIDAD (The Nightmare Before Christmas. USA, 1993, Henry Selick)
AÑO: XXVII Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Sitges (7-15 octubre 1994).
SECCIÓN Y PREMIOS: Sección Informativa.
No hizo falta esperar unos años, como sí ha sucedido con otras películas, para entender que estamos ante una absoluta, tremenda, descomunal, obra maestra sin precedentes en la historia del cine. Su finísimo sentido del humor, su ternura, su creatividad desbordante, sus delirantes canciones, convirtieron a Pesadilla antes de Navidad en un clásico instantáneo. Y el titánico esfuerzo de rodar este cuento con muñecos animados, fotograma a fotograma, es en última instancia lo que acaba cohesionando la propuesta, es el pegamento que mantiene unidas a todas las piezas y que convierte a la película en una experiencia inolvidable.
EL CUERVO (The Crow. USA, 1994, Alex Proyas)
AÑO: XXVII Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Sitges (7-15 octubre 1994).
SECCIÓN Y PREMIOS: Sección Informativa.
Película bastante popular en su época debido a la muerte accidental de Brandon Lee durante el rodaje, lo que de alguna manera ya envolvía a la película de un halo macabro que, involuntariamente, se acababa convirtiendo en un elemento presente durante todo el metraje: Lee interpretaba a la víctima de un asesinato que volvía de la tumba para vengarse. Proyas supo dosificar con precisión las escenas de acción, las peleas cuerpo a cuerpo, y todo el elemento fantástico de la historia, creando un fresco que, contra todo pronóstico, rezumaba sensibilidad y romanticismo sin dejar de ser totalmente siniestro. La música de Graeme Revell es, por méritos propios, uno de los mejores scores de toda la década de los 90.
TESTIGO MUDO (Mute Witness. Rusia-Reino Unido-Alemania, 1995, Anthony Waller)
AÑO: XXVIII Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Sitges (7-14 octubre 1995).
SECCIÓN Y PREMIOS: Película de clausura.
Mute Witness fue una sorpresa que, en su proyección en Sitges, arrancó furiosos aplausos de la audiencia por su concepto de montaña rusa, que saltaba del humor más grotesco al thriller más inquietante, a veces consiguiendo incluso mantener ambos presentes en la misma escena, como el momento en que la actriz protagonista es atacada en su apartamento. Concebida como un homenaje al concepto de suspense que Hitchcock inmortalizó décadas antes, sus primeros 30 minutos son, sin ningún género de duda, los mejores que el cine de terror dio en la década de los 90: prácticamente sin diálogos, el juego de persecuciones entre la protagonista y los asesinos que se narra está presentado con tal astucia, con un aprovechamiento tan angustioso del formato scope, que casi es imposible respirar.
AGÁRRAME ESOS FANTASMAS (The Frighteners. Nueva Zelanda-USA, 1996, Peter Jackson)
AÑO: XXIX Festival Internacional de Cinema Fantàstic – Sitges 96 (4-12 octubre 1996).
SECCIÓN Y PREMIOS: Sección Competitiva. Premio a los mejores efectos especiales para Richard Taylor.
Peter Jackson no fue con esta película el primero (ni el último) que mezcló humor y terror, pero si por algo sobresale Agárrame esos fantasmas es por la increíble efectividad que demuestra tanto en una como otra faceta. Entrando por la puerta grande en Hollywood, de la mano de Robert Zemeckis, Jackson fabricó un producto comercial en el que no costaba rastrear las señas de identidad que le habían hecho famoso en la serie B gore de Nueva Zelanda. El sonoro batacazo comercial que se pegó es totalmente injusto, porque la propuesta sobrepasaba con creces lo que el cine mainstream de los 90 había dicho hasta entonces en el género de la fantasía y el terror.
CUBE (Canadá, 1997, Vincenzo Natali)
AÑO: Sitges 98. Festival Internacional de Cinema de Catalunya. XXXI Edición (8-17 octubre 1998).
SECCIÓN Y PREMIOS: Secció Oficial Fantàstic. Premio a la mejor película y al mejor guión para André Bijelic, Vincenzo Natali y Graeme Manson (ex aequo con el guion de Gaspar Noé para Seul contre tous (Francia, 1998, Gaspar Noé).
Otra película que Sitges convirtió en clásico de culto de manera automática, antes incluso de que llegara a estrenarse en salas de cine en España. Propuesta de arriesgada resolución narrativa, puesto que nunca se llega a explicar de manera clara qué es el cubo de cientos de cubos, en el que los protagonistas están encerrados, se trata de un survival extremadamente original, de exquisita factura, y con algunos planteamientos que avanzaban en cierta medida el género del torture porn que muy poco tiempo después institucionalizaría Saw. Resultaba realmente impresionante contemplarla en el Auditori de Sitges, con sus 1.300 butacas ocupadas casi en su totalidad, y con un silencio tenso que casi se podía cortar con un cuchillo.
MEMENTO (USA, 2000, Christopher Nolan)
AÑO: Sitges – Festival Internacional de Cinema de Catalunya. XXXIIII Edición (5-14 octubre 2000).
SECCIÓN Y PREMIOS: Secció Oficial Gran Angular. Premio de la Crítica.
Revelación internacional del talento de Christopher Nolan, aunque incluso con una película tan extraordinaria muy pocos podrían haber adivinado que se convertiría, a golpe de obra maestra, en el mejor director de cine vivo y en activo del mundo. La valentía narrativa de explicar una historia, ya de por sí enrevesada, de manera fraccionada en bloques y contada al revés cautivó a todo Sitges en un año en el que, francamente, no había competencia: de los peores de toda la historia del festival. Inolvidables Guy Pearce y Joe Pantoliano, en una película cuyos detalles es imposible completar con un solo visionado, lo que curiosamente genera cada vez que se ve una ansiedad por volver a verla de nuevo. Droga dura para el cerebro.
AMÉLIE (Le fabuleux destin d’Amélie Poulain. Francia-Alemania, 2001, Jean-Pierre Jeunet)
AÑO: Sitges – Festival Internacional de Cinema de Catalunya. XXXIV Edición (4-13 octubre 2001).
SECCIÓN Y PREMIOS: Sesión Especial.
Una de las películas más sorprendentes que ha dado el cine mundial en los últimos años, fuente inagotable de imaginación y verdadero tributo a la fantasía, así, con mayúscula. Evidentemente tiene muchos puntos en común con Delicatessen, tanto a nivel argumental como sobre todo a nivel formal. Posiblemente su propio artificio, mucho más elaborado y aparatoso, sea el motivo por el que no consiga alcanzar las cotas de lirismo poético de aquella inolvidable película, pero eso no le impide erigirse como un espectáculo de una inventiva desbordante que continuamente estampa lo irreal (cuando no lo surreal) en sus imágenes. Una obra maestra.
THE SALTON SEA (USA, 2002, D.J. Caruso)
AÑO: Sitges – Festival Internacional de Cinema de Catalunya. 35 Edición (3-13 octubre 2002).
SECCIÓN Y PREMIOS: Secció Oficial Gran Angular. Sin premios.
Una pequeña joya incomprendida en su día, estrenada por cierto muy mal en cines españoles, que vertebra todo un discurso fatalista en torno a una historia de detectives, delincuentes y drogas, y en la que el protagonista esconde más de lo que parece a simple vista. Por su halo poéticamente irreal, con imágenes tan poderosas como la del incendio o las que tienen el lago del título como escenario, y con esa música dreamy de Thomas Newman, casi podría haberse incluido en la sección oficial a concurso de aquel año. Desde luego, películas mucho más cercanas al realismo que esta han desfilado por esa sección.
SAW (USA, 2004, James Wan)
AÑO: Sitges – Festival Internacional de Cinema de Catalunya. 37 Edición (2-11 diciembre 2004).
SECCIÓN Y PREMIOS: Sesión Especial.
Película seminal del llamado torture porn, género que nunca fue consciente de inaugurar porque, al contrario que sus aburridas secuelas y que la oleada de imitaciones que provocó, su efectividad no se basó para nada en lo maquiavélico y lo gore de sus muertes, sino más bien en conformar un puzle cuyas piezas iba encajando el espectador, a medida que lo hacían sus dos protagonistas. Cinta, pues, más de progresión psicológica que de impactos puntuales (otra gran diferencia con todo lo que vendría tras ella), tiene la habilidad de esconder para el final una última pieza del puzle, provocando así uno de los desenlaces más aturdidores y sorprendentes de toda la historia del cine.
LA FUENTE DE LA VIDA (The Fountain. USA-Canadá, 2006, Darren Aronofsky)
AÑO: Sitges – Festival Internacional de Cinema de Catalunya. 39 Edición (6-15 octubre 2006).
SECCIÓN Y PREMIOS: Secció Oficial Premiere.
Delirante y ambiciosa fábula que juega con conceptos metafísicos, religiosos, científicos y éticos, en una amalgama sobre el papel indigesta, pero resuelta por Aronofsky con una lucidez apabullante… y eso, a pesar de lo espeso de su entramado narrativo que a más de uno sí que se le indigestó en Sitges. El lirismo fatalista que insufla vida a todo el relato es sobrecogedor, se mire como se mire. Una absoluta obra maestra cuyo eco resuena en la conciencia del espectador durante mucho tiempo.
TRICK ‘R TREAT (USA, 2007, Michael Dougherty)
AÑO: Sitges – Festival Internacional de Cinema de Catalunya. 41 Edición (2-12 octubre 2008).
SECCIÓN Y PREMIOS: Sesión Sorpresa.
La mejor sesión sorpresa de la historia reciente del festival (y probablemente de toda su historia) es esta alucinante película de relatos cuyo denominador común es la noche de Halloween. Su fascinante diseño de producción y la honestidad cinematográfica con la que el proyecto es abordado, huyendo tanto de los típicos efectismos del género como del gore que entonces estaba tan de moda, ya dejaban entrever el abrumador talento de su director, Michael Dougherty, talento que quedaría confirmado (demasiados) años después con la también inolvidable Krampus: Maldita Navidad (Krampus. USA, 2015). Con permiso del inevitable referente de Carpenter, esta es sin duda la película que mejor ha sabido retratar la magia siniestra que envuelve a la noche del 31 de octubre.
DÉJAME ENTRAR (Let the Right One In / Låt den rätte komma in. Suecia, 2008, Tomas Alfredson)
AÑO: Sitges – Festival Internacional de Cinema de Catalunya. 41 Edición (2-12 octubre 2008).
SECCIÓN Y PREMIOS: Secció Oficial Fantàstic. Sin premios.
Uno de los veredictos más discutidos y abucheados de la historia del festival, que dejaba sin absolutamente ningún premio a esta película, favorita de buena parte del público de aquel año. Álex Gorina tuvo que justificar arduamente la decisión del jurado que, aunque quedó claro que fue el resultado de un consenso bastante habitual dentro de las lógicas internas de los jurados de festivales de cine, aún hoy día muy pocos comparten. Y esto es así porque Déjame entrar fue otra de esas películas que Sitges convierte de vez en cuando en clásicos de culto instantáneo. No era para menos: su sorprendente aproximación al mito del vampirismo desde la perspectiva de dos niños es capaz de conmover y de aterrar a partes iguales. Una obra maestra imprescindible.
THE DOOR / DIE TÜR (Alemania, 2009, Anno Saul)
AÑO: Sitges – 43 Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya (7-17 octubre 2010).
SECCIÓN Y PREMIOS: Secció Oficial Fantàstic Competició Panorama. Sin premios.
Otra de esas gemas escondidas entre la programación cada año más inabarcable de Sitges. Con solo dos pases concentrados el segundo día de certamen, no muchos pudieron descubrir esta inteligente vuelta de tuerca al asunto de los viajes en el tiempo. Protagonizada por un Mads Mikkelsen excelso, la película plantea una paradoja temporal tan absolutamente cruel que el protagonista se ve obligado a asesinarse a sí mismo en el pasado. A partir de ese momento tan surrealista, la apuesta va in crescendo hasta desembocar en un final admirable, tanto por su coherencia interna como por su tristeza narrativa.
INK (USA, 2009, Jamin Winans)
AÑO: Sitges – 48 Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya (9-18 octubre 2015).
SECCIÓN Y PREMIOS: Seven Chances.
Una de las películas más imaginativas surgidas del cine independiente estadounidense, cuya extraordinaria factura sorprende aún más si se tiene en cuenta la precariedad presupuestaria con la que se rodó. Demostración palmaria, pues, de que no es imprescindible mucho dinero para armar un relato eficaz si se tiene talento y las ideas claras. La clásica lucha entre el Bien y el Mal tiene aquí su traslación al mundo de los sueños, con unos ángeles guardianes que han de proteger a los humanos de las pesadillas que provocan unos inquietantes y misteriosos seres. Lo mejor de todo es que el relato está atravesado por una poesía visual que se permite momentos tan inolvidables como el baile de causalidades/casualidades en la calle o el tenso y emotivo final en el hospital, todo ello con una música, obra del propio director, que apoyándose en el minimalismo dota al conjunto de una aura mágica y sensible a la vez. Si alguna vez tenéis la oportunidad de verla, no la dejéis pasar.
DREAM HOME / Wai dor lei ah yut ho (Hong Kong, 2010, Ho-Cheung Pang)
AÑO: Sitges – 43 Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya (7-17 octubre 2010).
SECCIÓN Y PREMIOS: Secció Oficial Fantàstic Competició – Sitges 43. Premio a la mejor actriz para Josie Ho y a los mejores efectos de maquillaje para Vitaya Deerattakul & Andrew Lin.
Película de una contundencia gore inusual que, bajo el artificio de su trama de asesinatos, esconde una feroz crítica social: filmada cuando la crisis económica ya hacía estragos en la clase media, denuncia la burbuja artificial de precios de la vivienda en Hong Kong con una historia que, ojo al dato, está inspirada en hechos reales. Detalle este último que hiela la sangre cuando se considera la brutalidad sin límites de los asesinatos mostrados, cada uno más gráfico y atroz que el anterior. Película no apta para estómagos delicados.
INSIDIOUS (USA-Canadá-Reino Unido, 2010, James Wan)
AÑO: Sitges – 43 Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya (7-17 octubre 2010).
SECCIÓN Y PREMIOS: Secció Oficial Fantàstic Competició Panorama. Sin premios.
Tan solo tiene siete años, pero a estas alturas ya es perfectamente rastreable la enorme influencia que Insidious ha tenido en el cine de terror actual, ya no solo en sus (prescindibles) secuelas, sino en el cine del propio Wan y en otras manifestaciones cinematográficas tanto de Estados Unidos como de otras cinematografías, por ejemplo de la española. De todos los que lo han intentado, ha sido precisamente Wan el único que ha conseguido acercarse a la efectividad de Insidious con sus dos películas sobre el matrimonio Ed y Lorraine Warren. El resto se queda a medio camino, incapaz de reproducir el genuino sentido del escalofrío de esta película, su precisa y casi matemática estructura dramática cuyo único objetivo es destrozar los nervios del espectador, sus letales y puntuales sustos que hielan toda la sangre del cuerpo, su incontestable maestría a la hora de generar imágenes de pesadilla. Lo dije aquí no hace mucho y quiero repetirlo: James Wan es lo mejor que le ha ocurrido al género del terror moderno. Su vuelta a un terror más puro, con menos aparatosidad formal, apenas sin contaminaciones de otros géneros, es una excelente noticia.
THE RAID / SERBUAN MAUT (Indonesia-Francia-USA, 2011, Gareth Evans)
AÑO: Sitges – 44 Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya (6-16 octubre 2011).
SECCIÓN Y PREMIOS: Secció Oficial Fantàstic Panorama Casa Asia. Sin premios.
Convertida en clásico desde su ya mítica proyección en un Retiro abarrotado hasta los topes, The Raid deja en pañales a prácticamente cualquier actioner que se haya hecho hasta entonces, gracias a un concepto de la violencia durísimo, gore en no pocas ocasiones, con peleas secas, contundentes, dolorosas, de una fisicidad imposible de encontrar en productos similares cocinados en Occidente. Crowd pleaser de los más bestias que han pasado por Sitges, una vez comienza el despiporre, la película se convierte en un non-stop de violencia extrema que le deja a uno literalmente hecho polvo en la butaca. Un viaje salvaje que se contempla a medio camino entre la incredulidad (por lo gráfico del contenido) y el placer culpable más furioso. Inenarrable.
WARRIOR (USA, 2011, Gavin O’Connor)
AÑO: Sitges – 45 Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya (4-14 octubre 2012).
SECCIÓN Y PREMIOS: Seven Chances.
Accidentada sesión en el Prado, lleno hasta los topes, en una tarde de lluvias torrenciales y con cortes de luz incluidos. Escenario por otra parte idóneo para disfrutar de este drama de proporciones bíblicas que enfrenta a dos hermanos y al padre de ambos por el perdón mutuo. La película explora la consecución de ese perdón por la vía de la violencia con una solidez dramática muy difícil de encontrar hoy en día. Interpretaciones sobresalientes de sus tres protagonistas (nada menos que Nick Nolte, Tom Hardy y Joel Edgerton), y unos cinco minutos finales tan emocionantes que desataron una cerrada ovación entre el público asistente.
TOWER BLOCK (Reino Unido, 2012, James Nunn, Ronnie Thompson)
AÑO: Sitges – 45 Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya (4-14 octubre 2012).
SECCIÓN Y PREMIOS: Secció Oficial Fantàstic Panorama en Competició. Premio Méliès d’Argent.
Si John Carpenter no existiera está claro que estos dos británicos lo habrían inventado con esta película que cita constantemente al maestro del cine de terror. No es una propuesta de género fantástico en realidad, pero apela directamente a esos personajes encerrados en espacios (cerrados o no) tan presentes en la cinematografía de Carpenter. De la misma manera, y siguiendo con Carpenter, su idea del Mal como algo inmaterial (en este caso, un francotirador que no se vuelve de carne y huesos hasta el final) seguro que le encantó, así como el aprovechamiento del formato panorámico con una rara habilidad en el cine de hoy en día. Si hasta se permite al final una leve crítica social, como también hizo el maestro en alguna de sus películas.
COHERENCE (USA-Reino Unido, 2013, James Ward Byrkit)
AÑO: Sitges – 46 Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya (11-20 octubre 2013).
SECCIÓN Y PREMIOS: Secció Oficial Fantàstic Sitges 46. Premio al mejor guion para James Ward Byrkit. Premio Jurat Carnet Jove.
Después de Memento, probablemente el rompecabezas más fascinante que ha pasado por las pantallas de Sitges. Un juego de realidades paralelas que vuelve loco al espectador y que se complica hasta límites insospechados. Es de esas raras películas que obliga a rascarse la cabeza constantemente, a deducir, a elucubrar, que se disfruta desde la más absoluta admiración no solo por una idea tan difícil de materializar (estamos hablando de física cuántica, nada menos), sino por haber conseguido esta hazaña prácticamente desde unos postulados de cine de guerrilla: la película se rodó en la casa y el barrio del director, con actores amigos, y sin un guion específico, solo con anotaciones acerca del comportamiento de los personajes. Una de las obras maestras inapelables que ha dado la ciencia-ficción reciente.
IT FOLLOWS (USA, 2014, David Robert Mitchell)
AÑO: Sitges – 47 Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya (3-12 octubre 2014).
SECCIÓN Y PREMIOS: Secció Oficial Fantàstic Sitges 47. Sin premios.
Ya lo advertía el programa de mano del festival: es un cruce entre el cine indie y el de (nuevamente) John Carpenter. Una descripción muy afortunada a la que yo añadiría como referente el cine desnudo de artificios de (¡también otra vez!) James Wan, inspiración más que obvia de It Follows a nivel formal, que no argumental. Extraordinaria película que hace del menos es más toda una religión, y que basa todo su poder de convicción en una buena historia, repleta de significados que van más allá de lo estrictamente terrorífico, y en el poder de sugestión de unas imágenes filmadas con un gusto exquisito. Inolvidable.
PREDESTINATION (Australia, 2014, Michael Spierig, Peter Spierig)
AÑO: Sitges – 47 Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya (3-12 octubre 2014).
SECCIÓN Y PREMIOS: Secció Fantàstic Panorama. Sin premios.
Si la propuesta de The Door ya era ambiciosa en cuanto a retorcer las paradojas asociadas a los viajes en el tiempo, lo que hace Predestination ya es directamente de otra liga, de Champions, vamos. Pliegues temporales que se superponen, capas de personajes que se entrecruzan, y uno de los finales más sorprendentes que ha dado el género en toda su historia. Otra de esas películas a la que Sitges no consiguió dar la visibilidad que se merecía, pero que sobresale en la selección de, eso sí, uno de los mejores años del festival.
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