Pese a la catastrófica situación, la cultura sigue, y tiene que seguir. Por ello, traemos buenas noticias, porque vuelve el festival La Cabina, y lo hace en un estado de salud a prueba de bombas. Y es que la decimotercera edición del festival internacional de mediometrajes de Valencia, que se celebrará hasta el 20 de noviembre, ha inaugurado con La voz humana, de Pedro Almodóvar, y lo hace entre la incertidumbre y las ganas de llevar adelante una encuentro que sí o sí se celebrará.
Mientras tanto, nosotros hemos tenido el placer de entrevistar a Sara Mansanet, directora del festival, para conocer un poco más a fondo esta nueva edición que tendrá lugar en La Filmoteca y el Centre La Nau, donde se proyectará la cuidada selección de 24 mediometrajes internacionales que prometen dar mucho de qué hablar.
Vuelve La Cabina en una nueva edición, y lo hace en un momento complejo, ¿cómo se gestiona a un equipo seguramente afectado por este contexto?
La gestión de las emociones es compleja y también muy necesaria. Tengo la suerte de tener un equipo comprometido y generoso; todas hacen un trabajo excepcional y yo intento darles la confianza y la libertad que creo que pueden necesitar.
¿Cómo valoras la situación que estamos sufriendo en la cultura? ¿Cómo crees que va a cambiar a partir de ahora el sistema del cine, en general? ¿Toca reinventarse?
La situación actual en el sector cultural es compleja, pero no olvidemos que la cultura tiene en su ADN una tremenda capacidad de adaptación dada su eterna precariedad.
Espero que los cambios vayan en la dirección de dignificar este sector y a los, y las, profesionales que se dedican a él.
¿Qué destacarías de esta nueva edición La Cabina? ¿Sobre qué eje se vertebra?
La Cabina 2020 es la edición con mayor número de estrenos nacionales e internacionales de la historia del festival. Es una experiencia estupenda adentrarse por nuestras secciones a competición. Os animo a hacerlo con ojos curiosos; encontraréis verdaderas maravillas.
¿Cuáles son tus objetivos para esta edición en concreto?
Desde el primer momento sabíamos que iba a ser una edición muy complicada. Nuestro objetivo principal ha sido consolidar la marca del festival, reforzar la comunicación, apostar fuertemente por la presencialidad y no cancelar.
La cultura tiene en su ADN una tremenda capacidad de adaptación dada su eterna precariedad.
¿Cómo piensas que ha evolucionado este festival de cine? ¿Cómo empezó, y qué ideas había en el ambiente, y cómo se ha acabado formando?
La Cabina es un certamen vivo, que ha crecido progresivamente estos últimos años. Su evolución viene de la mano del compromiso de las instituciones y patrocinadores que lo respaldan; todos ellos nos han dado total libertad para desarrollar el festival, de manera que este se ha convertido finalmente en un reflejo fiel de la mejor producción del mediometraje internacional.
Para esta edición, contáis de nuevo con La Filmoteca y el Centre La Nau como sedes ¿Qué programación podemos encontrar en cada espacio?
La Nau y La Filmoteca son nuestras sedes principales desde hace varias ediciones. En ellas podemos encontrar las secciones a competición (Oficial y Amalgama) e Inèdits.
¿Qué podrías contarnos sobre los estrenos mundiales, europeos y nacionales? Personalmente, ¿qué te ha llamado la atención de la selección en general?
Tenemos 4 world première, 3 estrenos europeos y 15 estrenos nacionales. La selección camina desde Colombia hasta Corea del Sur y de ella destacaría la fuerza de todas las historias.
Me interesa mucho cómo desarrollan las narrativas las y los cineastas que apuestan por el formato del mediometraje. Siempre sorprende y nunca defrauda.
¿Qué nos puedes contar de la selección del jurado? ¿Cuál ha sido el criterio?
En los diferentes jurados de La Cabina buscamos la mayor variedad posible. En 2020 contamos con profesionales de la gestión cultural, cineastas, programadoras y guionistas.
Es interesante la propuesta del diseño de cartel de Ada Diez, ¿cómo surgió este planteamiento en la imagen, más desenfadado, para el festival?
Ada Diez tiene un estilo inconfundible. En la creación del cartel para la XIII edición de La Cabina le pedimos que fuera libre en sus planteamientos. El primer contacto con Ada fue en el mes de enero y el cartel se desarrolló a lo largo del confinamiento. Ciertamente es un golpe de energía en la imagen elegida y los colores que la acompañan. Me encanta.
¿Cómo ves el festival La Cabina en el futuro?
Como un referente al alza en la exhibición de los mejores mediometrajes y con mayor presencia de producciones españolas (ojalá).
En estos momentos de incertidumbre, ¿qué mensaje de ánimo y de confianza te gustaría trasladar a todos los operadores y actores del mundo de la cultura?
Resiliencia. Trabajar en la cultura nunca es un error.
¿En qué más proyectos podemos encontrar a Sara próximamente?
En mi labor como responsable del Aula de Cinema de la Universitat de València, desde donde desarrollamos La Cabina y nuevos proyectos formativos para estudiantes y cineastas.
Nadie ha publicado ningún comentario aún. ¡Se tú la primera persona!