Sitges 2022: manual de supervivencia

El 55 Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya – Sitges 2022 está a punto de comenzar. Entre el jueves 6 y el domingo 16 de octubre, 190 largometrajes y 86 cortometrajes inundarán las diversas pantallas del certamen, desde la imperial que se monta y desmonta para la ocasión en el Auditori del Hotel Melià hasta las centenarias de los cines Retiro y Prado, pasando por Brigadoon o por la sala Tramuntana.

Es un festival excesivo, intensivo, exhaustivo, y algunas otras cosas que omito y que también terminan en -ivo. Por eso este año he creído idóneo ofrecer una pequeña guía para no perderse entre tanto título, tanta sala y, sobre todo, entre los 200.000 visitantes que se espera que inunden Sitges estos días. Allá vamos.

Deadstream (Joseph Winter, Vanessa Winter, 2022)

La película que hay que ver este año si uno quiere pasarlo terriblemente bien es Deadstream, que es otro found footage aunque esta vez con irresistible pinta de tren de la bruja. Es decir: de esas películas que adquieren toda su dimensión vistas en Sitges y en una sala a reventar, en oposición a verla en casa solo. Y a reventar estará, os lo garantizo: los dos pases previstos tienen sold out desde el mismo día en el que se pusieron a la venta las entradas.

The Munsters (Rob Zombie, 2022)

La película sorpresa de este año no es The Munsters, aunque por una parte Sitges ha proyectado absolutamente todas las películas dirigidas por Rob Zombie con la única salvedad de Halloween II, y por otra parte The Munsters se estrenó en Netflix en todas partes el 27 de septiembre, excepto en España, donde también debería haberse estrenado ese día, pero misteriosamente no lo hizo…

Noves Visions

Es la sección en la que, según afirma el propio festival, se incluyen títulos que “apuestan por la experimentación, los nuevos lenguajes y formatos, y la hibridación de géneros”. Es una de las secciones más nutridas este año, 21 películas la conforman. Entre ellas, por ejemplo, la excelente Saloum, una propuesta que bebe tanto de Abierto hasta el amanecer como de un concepto de cine de terror más misterioso y clásico, en la línea por ejemplo de La niebla de John Carpenter.

Midnight X-Treme

Esta es la sección para descerebrados que se cascan maratones de tres películas que empiezan a la una de la madrugada. (Esta afirmación podría acabar en “descerebrados” y seguiría teniendo sentido). Este año concurren diez cintas en esta sección, la única de Sitges (probablemente) donde encontraríamos a un Papá Noel robótico asesino blandiendo un hacha y descuartizando a gente a diestro y siniestro. Sí, sí, esto es verdad, y la película se llama Christmas, Bloody Christmas (Joe Begos, 2022). Apuntadla. Será, sin duda, uno de los highlights de Sitges 2022.

Barbarian

La película sorpresa de este año no es Barbarian, (Zach Cregger, 2022), que es la que cualquier aficionado al género de terror tiene más ganas de ver ahora mismo y que nadie comprende que no esté en el line up de Sitges 2022.

Panorama Fantàstic

La sección donde se incluyen las películas de género más “puras” es Panorama Fantàstic. Traduzco: muchas, si no la mayoría de ellas, suelen ser las películas que habrían acabado en sección oficial a competición en el Sitges de los años 80′. Veintitrés son las películas que este año conforman la sección, entre ellas una de las últimas sensaciones del cine de terror, The Harbinger (Will Klipstine, 2022) y también The Lake, cinta tailandesa que, a priori, parece que se inscribe dentro del kaiju inspirándose principalmente en El mundo perdido (Jurassic Park) y el Godzilla de Roland Emmerich, es decir, el bueno.

Pearl

Esta es la película que más va a gustar a todo el mundo… porque todo el mundo adora X, la maravillosa cinta de Ti West de la que Pearl es precuela. Va a competición, así que podéis apostar a que el entusiasmo y la calidez con que será recibida implicará cero premios en el palmarés oficial.

Òrbita

La sección Òrbita, que había sido la gran damnificada por la pandemia, regresa tres años después de su última aparición en 2019. Es una sección en la que se incluyen películas (y vuelvo a citar al festival) “de géneros limítrofes con el fantástico como el thriller, suspense, artes marciales, acción, aventura, etc.”. Dejando a un lado que una división por géneros como filtro de programación en un festival de cine es algo trasnochado y caduco, lo cierto es que en Òrbita se han podido disfrutar nada menos que algunas de las mejores películas que han pasado por Sitges en los últimos años.

Suele ser el refugio habitual de películas orientales en las que las hostias como panes adquieren categoría de arte, como ocurrió con The Night Comes for Us en 2018, una película que redefinió el concepto de “pelea” llevándolo a un extremo de salvajismo y de violencia absolutamente demencial. Este año hay once películas programadas dentro de Òrbita, y aunque mamporros habrá, sin duda, de entrada no parece que vayan a ser tan violentos. Al menos dos de ellas no tienen nada que ver con la violencia pero, lo avanzo, son dos cintas altamente recomendables: Watcher, o cómo el concepto clásico de La ventana indiscreta puede retorcerse con resultados bastante satisfactorios; y Diabolik, re-imaginación del clásico de Mario Bava, adaptación a su vez de los populares cómics italianos, que devuelve el sabor del cine clásico de aventuras con una apuesta estilizada, sensual y muy adictiva.

Bodies Bodies Bodies

La película sorpresa de este año no es Bodies Bodies Bodies. Y si lo es, muchos van a pillar un cabreo monumental: hace días que circulan copias por el universo torrent y lo más probable es que muchos de los que se han gastado 14 euros en la entrada acaben tirándola a la basura. (Por cierto, lo mismo aplica a The Munsters).

El terror elevado

El concepto “terror elevado” es rechazado (por ejemplo, por el mismísimo director del festival) y defendido a partes iguales. Yo no sé si existe, y en caso de existir tengo serias dudas de cuál sería su definición. Pero si por “terror elevado” entendemos una película que pretende asustar esquivando los resortes clásicos del género, entonces no hay que perderse Speak No Evil. (Christian Tafdrup, 2022). Muy correcta, muy densa, muy incómoda, pero tan parecida a una película de terror como se parece Jungla de cristal a Los bingueros. ¡Ah! Pero es danesa, que eso siempre queda muy cool, viste mucho, y además dices “Dinamarca” y lo primero que te viene a la cabeza es el rostro de Mads Mikkelsen, la quintaesencia de lo cool. (Aclaración por si no me he explicado con suficiente claridad: Mads Mikkelsen NO sale en Speak No Evil).

¿Presencias confirmadas?

Robert Englund. Siguiente pregunta.

Vale, venga

Dejo de ser un poco cretino. Además de Freddy Krueger, la lista de presencias confirmadas es, como viene siendo habitual, extensa y variopinta. A los ya anunciados Edgar Wright y Neil Marshall se suman, entre otros, los siguientes nombres: el gran William Lustig (director del Maniac original) como uno de los 5 miembros del jurado; Dario Argento, que tendrá el honor de ser la primera persona a la que el festival otorgará un nuevo premio, el Golden Honorary Award, y que aprovechará para presentar su último largometraje, Occhiali Neri, de la cual mejor no hablaré; Colin Arthur, que recibirá un Gran Premio Honorífico, es una leyenda de los efectos especiales responsable de, entre muchas otras escenas icónicas, la escena de la sangre saliendo del ascensor de El resplandor; Eva Green, que presentará en sección competitiva Nocebo; y Lee Jung-jae, que escrito así quizás pocos sepan de quien hablo, pero la cosa cambia (¿a que sí?) si digo que es el protagonista de la serie El juego del calamar. Respecto a presencias patrias, se dejarán ver en Sitges, entre otras, Álex De la Iglesia, Jaume Balagueró (su película Venus inaugura el certamen), Carmen Machi, Javier Gutiérrez, Nacho Vigalondo, Javier Gurruchaga, Joaquín Reyes, Carlos Areces, Macarena Gómez, Silvia Abascal, y Rodrigo Sorogoyen.

Competición

Por último, 32 son las películas que este año lucharán por los premios de la sección oficial competitiva. Entre ellas, nada menos que dos películas (sí, dos) de Quentin Dupieux, la última de Peter Strickland (Flux Gourmet), o la nueva propuesta de los siempre interesantes Justin Benson y Aaron Moorhead.