Pongamos que la música tiene alguna clase de poder espiritual. Nos adentraríamos, de sopetón, en el vasto campo de la música para la sanación, la meditación, la salud mental, la terapia antiestrés… ¡Cuán enrevesado rescatar gotas de verdad de toda esa marabunta que inunda tanto las tiendas de discos como las de amuletos y velitas!
Probablemente los autores que les presentamos experimentaron prodigios reales; otra cuestión es si la armonía de las esferas cabe en los tres acordes del pop.
Kay Gardner
Pionera de la música de sanación, Kay Gardner libró una cruzada contra el rock ‘n’ roll. A su juicio, el compás de cuatro por cuatro, el de la mayoría de las canciones de la música popular, era “anapéstico” para el corazón, lo que quiere decir que va contra su ritmo natural y puede producir graves desarreglos. Gardner contraatacó componiendo música con vibraciones y ritmos positivos, que pueden “alterar el cuerpo físico a un nivel celular”.
En sus primeros años en el sector, la neoyorquina fundó el grupo de folk feminista-lésbico Lavender Jane, con quienes grabó la rareza Lavender Jane Loves Women (1973). Posteriormente, se orientaría hacia la espiritualidad femenina. “La Niña Prodigio del Cosmos” combinaba interesantes grabaciones con talleres de curación, ritos de la Wicca diánica y obras comprometidas. Una de estas fue el oratorio Ouroboros: Seasons of Life—Women’s Passages (1994), interpretado exclusivamente por mujeres y de temática neopagana, inspirado en los tres aspectos de la Diosa: Doncella, Madre y Bruja.
Según la teoría de Gardner, existen nueve elementos musicales que se pueden conjugar en función de los chakras del oyente: pedal, repetición, armónicos, armonía, melodía, color instrumental (el timbre), forma y “propósito” benévolo del compositor. La artista afirmaba que, tras el despertar de su propia kuṇḍalinī, podía oír sinfonías en el océano. Soñaba con el día en que se pudieran conectar instrumentos musicales a aparatos médicos, para captar el pulso del paciente y diagnosticar melodías a medida.
Kay Gardner falleció en 2002, de un ataque al corazón. Dicen que el rock ‘n’ roll ganó esta batalla (que no la guerra). Les dejamos con la que una vez llamó su canción más saludable:
Wilburn Burchette
Poco es lo que se sabe sobre el Maestro Wilburn Burchette, salvo que en algún momento lució una poblada barba y que se dedicaba a componer discos con títulos como Wilburn Burchette Opens The Seven Gates Of Transcendental Consciousness (1972): “Wilburn Burchette abre las siete puertas de la Conciencia Trascendental”. Su retrato más extenso se encuentra en el libro Revelation: The Divine Fire (1973) de Brad Steiger, quien afirmaba haber tratado al joven “ocultista-músico”, el cual llevaba realizando extraños experimentos musicales desde los doce años, tratando no “interpretar música, sino emociones”.
Decía Burchette que había descubierto la música de los Misterios Antiguos, aquella que en la prehistoria hacía las veces del lenguaje y permitía a los hombres trascender la temporalidad de lo terreno. Sin embargo, las sleeve notes de The Seven Gates Of Transcendental Consciousness atribuyen los méritos enfáticamente al barbudo californiano:
[Este disco] ha sido creado por Wilburn Burchette desde sus propias ideas originales. La música fue escrita, interpretada y producida por Mr. Burchette. No sólo creó Burchette el concepto, sino que combinó lo creativo con lo práctico diseñando y construyendo la IMPRO GUITAR única en la que se reproduce la música y [el equipo electrónico] que construyó y operó él mismo.
Wilburn escribió la poesía y colaboró en la creación de siete piezas del diseño artístico originario, representando las SIETE PUERTAS, con la artista de Wisconsin Caren Caraway.
LAS SIETE PUERTAS DE LA CONCIENCIA TRASCENDENTAL es ciertamente una Producción de Wilburn Burchette.
Declara este folleto atormentado que si se cuela ruido blanco de fondo es porque él, Wilburn Burchette, así lo ha preparado “para eliminar el vacío de fondo de vacuidad”. Sus oyentes y compradores no se imaginan cuán privilegiados son:
“Ahora USTED puede experimentar la conciencia trascendental sin pasar diez años en un monasterio tibetano […] Esta es una experiencia que puede recrear una y otra vez en la privacidad de su habitación: una experiencia que una vez fue la propiedad exclusiva del místico consumado. Ahora, usted también puede compartir el estado de mente indescriptible que ha sido el objetivo de buscadores de todas las tierras desde el principio de los tiempos. Ganará la serenidad de la mente y recibirá su propia medida de iluminación mientras finalmente rompe las ataduras, restricciones e inhibiciones que siglos de miedo, confusión y orgullo han infligido en la mente consciente de nuestras modernas civilizaciones. Wilburn Burchette le da las siete llaves: es usted el que debe abrir las puertas.”
Hubo otros discos del Maestro, dedicados a la meditación y a la glorificación de La Deidad (“The Godhead”), a menudo bajo el sello Burchette Brothers, codirigido con su hermano, que era químico. En 1977 se retiró y destruyó casi todo lo relacionado con su carrera musical, por una razón que desea guardarse para sí.
Iasos
Descubrimos a Iasos en imágenes semejantes a la que encabeza este artículo. Jamás se nos habría ocurrido que detrás de las apariencias (su aspecto de santón no ayudaba demasiado) se ocultaba un alma singular que, según los últimos descubrimientos científicos, había cruzado realmente a la Otra Orilla.
El compositor, de raíces griegas, afirma ser capaz de percibir una música paradisíaca en su cabeza desde 1967 (año idóneo para tales acontecimientos) y su labor musical ha consistido en plasmarla en grabaciones, con la inestimable ayuda de un ser interdimensional llamado “Vista”. Iasos concibe un universo dividido en tres planos: el de los seres humanos, el de los elementales que engendran la materia de las formas naturales desde el pensamiento, y el de los ángeles que protegen la Creación y sus criaturas. También habla de monarquías galácticas: por ejemplo, entiende que los dioses grecorromanos Apolo y Diana se refieren al dios solar y la diosa lunar de un sistema solar cercano al nuestro.
Además de sus lecciones de cosmología planetaria, Iasos es sanador. Sana incluso en vídeos online, como el titulado Eleve sus vibraciones, que consiste en un repetir un sonido ascendente. Las instrucciones son claras: Duración temporal=flexible: Salga cuando se sienta completo.
Su biografía oficial acredita que Iasos empezó lo que ahora es conocido como música new age en 1975 (cursivas suyas), junto a Steve Halpern, y —esto puede ser más difícil de rebatir— grabó el primer videoclip new age en 1982. De él habría dicho Alan Watts que está haciendo la música clásica de la Nueva Era.
Pero el mayor de los laureles lo recibió en 1989, cuando el Departamento de Psicología del State College de Plymouth hizo un experimento con individuos que habían tenido experiencias cercanas a la muerte. Les facilitaron música de diversos artistas y Angelic Music (1978) de Iasos fue votada, con un amplio margen, como lo más parecido al Más Allá de lo que tenemos por acá.
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