Llega a los cines La mercancía más preciosa, la última película de Michel Hazanavicius, que fue seleccionada para competir por la Palma de Oro en el Festival de Cannes 2024, convirtiéndose en el primer largometraje de animación que se proyectó en la Sección Oficial, desde Vals con Bashir, de Ari Folman, en 2008. También participó como película inaugural del Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy y compitió en la Sección Oficial de la pasada SEMINCI y en el BCN Film Fest. Además, en el Festival Mar de Plata recibió el Premio Especial del Jurado y estuvo nominada a Mejor Película.
En Francia, La mercancía más preciosa recibió tres nominaciones a los César de la Academia Francesa. Tras ganar el premio a la Mejor dirección en 2012, Hazanavicius compite este año en las categorías de Mejor guión adaptado, Mejor música original y Mejor película de animación. La película de Hazanavicius, narra la historia ambientada durante la Segunda Guerra Mundial, en la que una familia judía es deportada a Auschwitz. En el tren hacia el campo de concentración, en un gesto desesperado, el padre arroja a una de sus hijas a la nieve, donde es rescatada por una humilde pareja de leñadores. Al adoptar a «la mercancía más preciosa», sus vidas y las de aquellos que les rodean cambiarán para siempre.
El director de El artista (2011), que ha explorado diversos géneros en su filmografía, se mostró en el pasado reticente a llevar al cine el Holocausto, pero se decidió a adaptar el libro de Jean-Claude Grumberg —amigo de sus padres desde la adolescencia— por considerarla un regalo, ya que, según declaró, es una historia profunda, poderosa, humanista, y al mismo tiempo es sutil y modesta y cuando la descubrí, antes incluso de que se publicara, para mí era un clásico. Lo que fue sin duda lo más difícil para mí, como director de cine, fue encontrar una historia que mereciera la pena. Siempre puedes encontrar buenas escenas, buenos actores, buenas situaciones, y buenos momentos cinematográficos, pero cuando encuentras una historia realmente genial no puedes dejarla pasar.
Elegir la animación como vehículo para la historia tiene que ver, en el caso de La mercancía más preciosa, con el deseo de estilización, de huir de un abordaje excesivamente sombrío. Así lo revela Hazanavicius: La animación es ultraficción, mientras que las tomas reales tienden a hacer creer que se está retratando la realidad. En una película de animación, nada es real y eso se ve y se asume. Ya existe la distancia que impone el formato. En cuanto a Auschwitz, la cuestión de la ficción no es inocente. De hecho, está en el núcleo de lo que se cuenta. Con la desaparición de los últimos supervivientes, la ficción tomará el relevo para contar la historia de ese periodo. El género de animación permitió al director no tener que elegir entre mostrar el horror con una versión fidedigna propia de historiadores y testigos, y con ello producir una obra imposible de mirar o susceptible de ser considerada obscena y, por otra parte, en el caso de no narrarlo encontrarse negando la historia. Toda la cuestión es de sugestión. Y para eso, la animación, el dibujo, para mí, en cualquier caso, era la forma más adecuada para tomar el relevo de los documentales…
Hazanavicius rodó La mercancía más preciosa sin contar con un codirector especializado en animación. Era su primera experiencia y, según ha confesado, no había previsto la enorme diferencia técnica respecto a una película con imágenes reales. En consecuencia, tuvo que aprender sobre la marcha, a base de ensayos y errores. Dibujé todos los personajes. Hice los papeles secundarios, los extras, todos. Pero para empezar hice bocetos que no podían ser animados, porque esa no es mi profesión. Mi estilo de dibujo es muy tradicional, lo que no era algo fácil de tratar para el equipo. En cuanto a sus referentes, el director afirmó que fueron sobre todo subliminales, especialmente la visita que realizó al inicio del proyecto a Auschwitz con Bérénice Bejo le hizo revivir el paisaje que encontraron los deportados, por lo que ese impacto provocó sus elecciones en cuanto a sonido y aproximación visual a la naturaleza, sobre todo la languidez que aportó al filme. En cuanto a Chaplin, con la debida reserva, pensé en él brevemente con respecto a una escena. La escena del reencuentro entre el padre y su hija en el pueblo polaco. Esa escena me llevó muchísimo tiempo.
La película cuenta con la valiosísima aportación de Jean-Luc Trintignant como narrador, así como con Dominique Blanc, Grégory Gadebois y Denis Podalydès en diferentes papeles. La banda sonora original está firmada por el doblemente oscarizado Alexandre Desplat, quien, según Hazanavicius, investigó para abordar el filme desde dentro, no para imponerle su estilo o su firma. Por supuesto, es Desplat, pero en realidad se basó en la película.
La mercancía más preciosa se estrena en cines el 11 de julio.
Nadie ha publicado ningún comentario aún. ¡Se tú la primera persona!