El gran espíritu de la colmena

En estos días he tomado la decisión de adquirir un NIP (nido de insecto polinizador). Las razones son muchas, pero solo una ha ido tomando fuerza, tras conocer a personas que viven por y para las abejas: su poder polinizador.

Es cierto que esa costumbre humana de trashumancia de colmenas tras las grandes floraciones en todo el territorio, tenga mucho más que ver con la indecencia que con la inocencia, y más que ver con el negocio que con la sostenibilidad.

Aprovecharse del instinto de supervivencia de toda una especie, donde nadie decide, nadie manda y todo sucede bajo el mandato de ese espíritu de la colmena, del gran genio de la vida y donde todo va dirigido a procurar como especie el mejor de los futuros, para hacer negocio, tiene mucho de sibilino y, a la vez, de envidia y desesperación.

Ello es debido a que nosotros, los humanos, cada día tenemos más claro que el futuro de nuestra especie está en entredicho y no hacemos demasiado para mejorar las condiciones del planeta en el que vivimos sino al contrario, dificultamos de mala manera la constante expresión de la vida en parajes idílicos y espectaculares.

Los pasados incendios de este verano en España, especialmente en la zona de Jávea (Alicante), han causado dolor y desesperación entre muchos de nosotros. Quizá solo nos quede la queja, quizá no estemos en disposición de contribuir con alguna actuación encaminada a favorecer la recuperación del bosque o también, quizá, esperemos que otros, políticos y estudiosos hagan algo para favorecer la reforestación adecuada de esas zonas quemadas sin contemplación alguna.

Quizá no todo esté perdido y no solo las cenizas tengan algo que decir. Las semillas del subsuelo sí germinarán y el verdadero desastre vendrá si la segunda generación de plantas tras el incendio, no logra una adecuada polinización. Esas fueron las palabras de Salvador Andrés (Gerente de ASAF, asociación a favor de la polinización forestal y CEO de www.abejasilvestre.com), cuando me contaba lo que muchos podemos hacer para contribuir a mejorar ese medio ambiente.

He decidido contribuir con un NIP (en lugar de colmena, como llaman en ASAF a sus nidos pensados para el bienestar y supervivencia sin intervención de abejas silvestres), porque ya casi no quedan árboles viejos, de grandes troncos, para albergar los enjambres naturales. Es necesario dotar las zonas quemadas con una infraestructura adecuada para que los enjambres encuentren un habitáculo que iguale o mejore las condiciones naturales que tenían.

Para mejorar como especie sería bueno aprender de las abejas, pero también de personas que dedican toda su vida a vivir con ellas, a estudiarlas y a ayudar en sus procesos, para que todos vivamos un poco mejor y no, únicamente, a sacar provecho y tajada de estos.

Salvador, con sus talleres de Apicultura Medio-Ambiental y desde www.abejasilvestre.es nos ha enseñado mucho, pero también nos ha llevado con él, para que aprendamos el manejo, para que convivamos y entendamos el gran espíritu de la colmena y podamos descubrir el gran espíritu de la Humanidad.

El respeto que he experimentado estos días, por el resto de especies que conviven con nosotros, en el Parc Natural de la Serra de Mariola y en concreto en la Finca Buixcarró, de la Fundación Victoria Carbonell Laporta, con Vicent Ferri y Salvador me ha emocionado tanto, que en mi vida habrá un antes y un después en conceptos medioambientales y de crecimiento personal.