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España (y el flamenco) según Hollywood

En Cine y Series 9 octubre, 2019

Aníbal Moltó Barranco

Aníbal Moltó Barranco

PERFIL

Todas las naciones soportan inevitablemente, de una forma u otra, una carga variable de tópicos y estereotipos. ¿Quién no ha oído referirse a los franceses como chauvinistas, a los italianos como locuaces o a los estadounidenses como fanfarrones? Evidentemente, España no se libra de ello, siendo los tópicos más usuales los toros, la música de guitarra o el flamenco. Tan uniforme es su perspectiva sobre nuestro país, que no tienen para nada en cuenta su pluralidad cultural. De esta manera, toda España se convierte en Andalucía con alguna dosis de tradiciones navarras. Esta imagen ha influido en el turismo de tal forma que, por ejemplo, en Galicia ya hay más tablaos flamencos que en toda Andalucía. El turismo de tópicos puede llegar a producir paradojas extraordinarias.

Aunque a veces puedan parecer insultantes y sean fruto del desconocimiento y la ignorancia, hay que admitir que en ocasiones resultan hilarantes e incluso simpáticos. Así pues, en este post ofrecemos una selección de los tópicos más divertidos y/o absurdos sobre la cultura española presentes en el cine americano.

¡Olé!

Persecución en los encierros Noche y día (Knight and day, James Mangold, 2010)

Entre las tradiciones españolas, puede que los encierros pamploneses se encuentren en el top de popularidad americana. Se trata de una tradición que requiere  valor y dispara la adrenalina, por ello ha atraído a celebridades de todo el mundo. Incluso algunas ciudades estadounidenses la han incorporado, de forma sui generis, a su catálogo de festividades.  Aunque si bien el objetivo final de los encierros es conducir a los toros a la plaza para ser toreados, en el caso de Estados Unidos consiste únicamente en correr delante de ellos. Por supuesto, no son toros bravos.

La fama de esta fiesta no podía quedarse fuera del séptimo arte y el film al que pertenece esta escena es un claro ejemplo de ello: Tom Cruise y Cameron Diaz huyen de los villanos en una moto y aprovechan una gran estampida de toros para acabar con ellos. Como recurso de escena de acción, el toro bravo puede resultar original y efectivo ¿Problema? ¡La ciudad en la que se encuentran es Sevilla! ¿Qué hacen en Sevilla una gran cantidad de individuos vestidos como en San Fermín? Ni a la proximidad geográfica se puede recurrir para justificarlo. No obstante, estamos hablando de cine, se supone que lo que cuenta es el espectáculo.

Un recorrido por España Cómo conocí a vuestra madre (How I Met Your Mother, varios directores).

Lo que ocurrió en el capítulo de esta célebre serie está a caballo entre lo grotesco y lo vergonzoso. En esta escena, Ted narra a sus amigos sus andanzas por España, los tópicos que se encuentran en este capítulo son tantos en tan poco tiempo que requieren un análisis pormenorizado. Al inicio de la secuencia, aparece el protagonista con un mapa de España a su espalda, donde se pueden ver nombres de ciudades como Valencienia, Tarrogona o Marida. Además, Sevilla está colocada en la frontera con Portugal, Mérida, directamente en el país lusitano, Barcelona en el interior… ¿Qué les costaba buscar un mapa en Internet? Esto no es ya una cuestión de estereotipos, sino de la más profunda ignorancia y dejadez ¡Tienen ustedes un cero en geografía! La escena continúa con una bailarina vestida de flamenca con una rosa en la boca, emulando el tango argentino. Cómo no, el flamenco hace acto de presencia. Al momento, aparece el protagonista corriendo en un encierro, por supuesto, un elemento muy relacionado con el flamenco.

No obstante, el culmen del ridículo llega al final, cuando aparecen tres mariachis en el parque Güell de Barcelona. Esto ya no es un caso de batiburrillo de tradiciones españolas, sino de un profundo desconocimiento no solo de España, sino de México. Un crimen de doble dimensión, ya que resulta incluso más chocante que estén desinformados acerca de un país con el que comparten frontera. Fue tal el impacto de esta escena, que los productores recibieron una cuantiosa cantidad de quejas. En consecuencia, la edición en DVD y la reposición de la serie cambiaron el fondo de España por uno de México, conservando todo lo demás. Ni que decir tiene que es menos chocante ver a tres mariachis delante de una pirámide azteca que en Barcelona.

Las Fallas de Sevilla Misión imposible 2 (Mission: Impossible 2, John Woo, 2000).

Junto a la Semana Santa de Andalucía y los Sanfermines en Navarra, las Fallas de Valencia son las fiestas españolas más internacionalmente conocidas. No es casualidad que hace dos años fueran declaradas patrimonio inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Por ello, Estados Unidos incluyó esta fiesta valenciana en Misión imposible 2.

Al principio de esta película vemos al protagonista aparecer en medio de dicha fiesta. Pero, un momento ¿dónde se encuentra Ethan Hunt? Si se trata de Valencia, ¿por qué hay procesiones y se escuchan saetas? Todo encaja ahora, el agente se encontraba en Sevilla, y para que al público estadounidense no le resultara raro, incluyeron los tópicos andaluces por excelencia: flamenco, saetas y procesiones. Todo ello aderezado con falleras y figuras ardiendo en un popurrí sin precedentes. Pero, atención, estamos hablando de Tom Cruise, a él los cócteles no le son ajenos.

Flamenco y castañuelas Cosas de casa (Family Matters, varios directores, 1989-1998).

Si se pregunta a un extranjero sobre España, lo primero que le vendrá a la cabeza es el flamenco. No se tiene en cuenta la variedad de bailes regionales españoles, tales como la muñeira, la sardana, la jota o el ball pla entre otros. Y es que para el público americano, un ambiente español es muy sencillo de recrear, solo hace falta un buen disco de flamenco y unos bailaores. Y si no, que se lo digan al estrafalario Steve Urkel, que es oír la palabra «flamenco» e invadirle un arrebato por todo el cuerpo que le hace sentir como si bailara en el mismo tablao de Los Gallos de Sevilla. Quien dice Sevilla, dice cualquier lugar de España.

La guitarra flamenca catalana Vicky, Cristina, Barcelona (Woody Allen, 2008).

Como ya hemos visto antes, la guitarra española es para los estadounidenses un elemento clave de nuestra cultura. Este género musical, según ellos, es común a todos los rincones del país. De hecho, siempre que aparece España en una película extranjera en algún momento se oye cierto eco de guitarra española. Y así consideran habitual, tal como Vicky en la escena que mostramos, asistir a conciertos de guitarra española en Barcelona. ¿Grallas? ¿sardanas? ¡Ni hablar! ¡Flamenco y olé!. Hay que decir, sin embargo, que no es tan descabellado como los mariachis catalanes.

MacGyver y los etarras MacGyver (varios directores, 1985-1992).

El pueblo vasco no está exento de tópicos, algunos de los cuales encontramos en la serie sobre el manitas más famoso de la televisión: MacGyver. En este capítulo vemos cómo el agente secreto rescata a una geóloga capturada por ETA. Lo curioso es cómo muestra a los miembros de la banda terrorista: un comando de guerrilleros, que vive en un campamento en las montañas, luciendo la característica txapela como parte de su uniforme. Sin embargo, lo más cómico es el recurso que usan estos terroristas para avisar de la llegada de intrusos. Por supuesto, los irrintzis. La enorme capacidad pulmonar empleada por los vascos para emitirlos puede resultar un recurso efectivísimo a larga distancia. ¿Quién puede necesitar una alarma disponiendo de irrintzis? Sobran las palabras.

La Inquisición española La loca historia del mundo (History of the Word: Part I, Mel Brooks, 1981).

Los estereotipos que se tienen en el extranjero respecto a España no solo se circunscriben a las tradiciones. También nuestra historia ha sido objeto de revisiones y manipulaciones de la industria cinematográfica anglosajona. Posiblemente la leyenda negra acerca de la Inquisición española sea el ejemplo paradigmático. Este mito creado por el mundo anglosajón  pone de relieve las torturas llevadas a cabo por los inquisidores, sobre los considerados herejes, torturados salvajemente mientras eran obligados a confesar. El director de El jovencito Frankenstein (Young Frankenstein, 1974), muestra, valiéndose del humor, esta visión tan extendida acerca de la Inquisición española.

Sin embargo, nada más alejado de la realidad. Según María del Pilar Rabade Obradó profesora de historia de la Universidad Complutense de Madrid, la tortura no era una práctica habitual en la Inquisición. Hasta 1504, se usó en un 10% de los casos, a partir de entonces aumentó a un 16%. Incluso en mucho casos, la tortura no llegaba a ponerse en práctica, pues se conducía al reo a la cámara de tormento, se le enseñaban los instrumentos para ello y se le presentaba a los verdugos, con el fin hacerles confesar antes de ser torturados.

Otra imagen que se ha transmitido desde el cine americano, como puede verse en el vídeo, es la del inquisidor interrogando al preso durante la tortura. En caso de autorizarse, primero se martirizaba al acusado y, generalmente, al día siguiente se le volvía a interrogar. Pero nunca  durante un tormento, ya que las confesiones bajo tortura, como hoy, no tenían validez.

Combate a la española En busca de la ciudad perdida  (The Quest, Jean-Claude van Damme, 1996).

Acabamos este ranking con el conglomerado de tópicos más absurdo que nos ha ofrecido el cine americano hasta el momento. Que ya es decir. En este film, el personaje de Jean-Claude van Damme asiste a un campeonato internacional de lucha en una perdida ciudad asiática. Por supuesto, él representa a Estados Unidos. A lo largo del metraje, los diferentes representantes irán enfrentándose entre sí poniendo en práctica sus dotes pugilísticas.

En la secuencia en cuestión, el representante de España se enfrenta al de la Unión Soviética. El español muestra una amalgama de estereotipos que rozan lo ridículo. Por un lado, la vestimenta: unos pantalones negros ajustados y una camisa blanca abierta casi hasta el ombligo. Junto a esta indumentaria y el pecho velludo, luce, además, una coletita característica de los toreros. Por otro lado, se santigua, un estereotipo muy extendido: el de que todos los españoles son católicos practicantes. Lo que ya no queda claro es por qué luce en el fajín la bandera de Albania. Por la razón que sea, para el guionista de este film, el águila bicéfala es un símbolo inherente a España. No obstante, teniendo en cuenta que el mismo van Damme es quien escribió dicho guión, todo cobra más sentido…

Por supuesto, el flamenco no podía obviarse de esta antología de estereotipos. Puede percibirse en su posición de guardia, altamente reveladora, pues muestra un sospechoso parecido con los movimientos del flamenco, pues como todo el mundo sabe, el flamenco, bien empleado, puede resultar un arma mortífera. De hecho, el contendiente se pasa todo el combate bailando y emitiendo sonidos vocales evocadores del flamenco. Profundizando en la idea, Farruco podría haber vencido perfectamente en combate a Chuck Norris sin ninguna dificultad.

Por último, nuestra fama de ligones tampoco falta en este filme, al ver cómo el púgil español echa una mirada seductora a la coprotagonista femenina. Y es que, allí donde vamos, triunfamos.

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