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Serial Watcher

«Years and Years»: huevos de serpiente

En Cine y Series, Serial Watcher 12 septiembre, 2019

Eva Peydró

Eva Peydró

PERFIL

Years and Years es la pre-apocalíptica miniserie de seis episodios de la BBC y HBO, creada por Russell T. Davis (Doctor Who), que ha llevado Black Mirror a un escalofriante nivel usuario. Transcurre entre los años 2019 y 2034, cuando Gran Bretaña ya no es Europa y la familia Lyons, tan empatizable como la tuya o la mía, se asoma a un abismo colmado de huevos de serpiente, que transparentan un futuro inmediato tan verosímil como aterrador. Los cuatro hermanos, sus parejas e hijos y la abuela Muriel, una carismática Anne Reid (La madre) —como bastión y punto de gravedad simbolizado en la casa familiar-refugio, lejos de Londres—, encarnan los destinos que nos aguardan a la vuelta de la esquina, tras esa cadena de desdichados cambios.

Estos nuevos derroteros —algunos incluso aceptados alegremente— son solo el primer escalón de un imparable descenso a los infiernos. Daniel (Russell Tovey) es un funcionario gay, Edith (Jessica Hynes, ganadora de tres Bafta y creadora de Spaced), una arriesgada activista sobre el terreno, de una organización no gubernamental; Stephen (magnífico Rory Kinnear), un acomodado ejecutivo de finanzas y Rosie (Ruth Madeley), una joven madre con espina bífida y dos hijos interraciales, en resumen, un grupo que cuando empezó este siglo llevaría la etiqueta de clase media.

Years and years

La familia Lyons reunida alrededor de su asistente virtual.

¿Recordáis esos años en que la política del hemisferio norte nos aburría, nadie prestaba atención a los telediarios y la vida, hasta el sobresalto de la crisis/estafa económica de 2008, era un río de cauce y caudal bastante previsible? Los Lyons también lo recuerdan con la añoranza de la infancia feliz. Sin embargo, en los últimos tiempos, la actualidad política se ha convertido en un vodevil-thriller de formato folletinesco, en el que los giros de guion, encumbramiento de líderes insospechados y decisiones arrebatadas que nos implican a todos —en ocasiones, cambiando radicalmente nuestras vidas y, casi siempre, a peor—, ha adquirido un protagonismo inaudito en las pasadas décadas.

Con el soporte vital de la tecnología y sobre todo de su uso con un propósito que dejaría en pañales al Dr. No, el populismo —¿os suena lo de no ser ni de izquierdas ni derechas?— las fake news, la manipulación digital capaz de colar cualquier cosa, y un discurso cada vez más descarado por parte de políticos convertidos en compradores y seductores de votantes, el mundo ha cambiado. Y el cambio no implica un nuevo statu quo sino un tornado que a velocidad vertiginosa dificulta la toma de conciencia y la reacción, lo que hoy es legal mañana ya no lo será, no hay certezas y la aparente arbitrariedad bien calculada de una moderna reina de corazones, llamada Vivienne Rook, les tiene a su merced.

Years and years

Maxim Baldry (Viktor Goraya) y Russell Tovey (Daniel).

Lo que muestra Years and Years en su terrorífica distopía es que no hay nada que no pueda pasar, las semillas del diablo germinan y sus frutos son tóxicos. Volviendo a los huevos de serpiente que fueron metáfora shakespeariana en Julio César y también en la película de Bergman (El huevo de la serpiente, 1977) recordamos las palabras de Abel (David Carradine) en el Berlín de 1923: Lo peor de las pesadillas es que al despertar la realidad es aun peor. La ilusión de estar a salvo tras sobrevivir a un ajuste de plantilla o a un recorte de libertades a cambio de falsa seguridad ya no es una opción, la familia Lyons comprueba atónita que las reglas del juego no dejan de cambiar de un día al otro, las barajas se rompen al dictado de los gobernantes, que son simple fachada de los poderosos.

El personaje principal del lado oscuro es la política recién llegada Vivienne Rook (Emma Thompson), uno de esos especímenes cultivados en el laboratorio de los broncos debates televisivos y la mercadotecnia, donde gana quien mejor polemiza, noquea al adversario y conecta con el espectador, tan crecida que apoyada por el poder crea un partido de ecos italianos, llamado Cuatro estrellas como recordatorio de las que le ponen en pantalla cuando suelta un taco. Rubia como los payasos Trump y Boris, milita en la liga de los Salvini, Putin… seduciendo con el arma de doble filo que ensalza a los independientes, el discurso de un Beppe Grillo que nadie tomaba en serio y frases lapidarias apropiadas, que descubrimos con horror haber pronunciado en algún momento de nuestras vidas: El pueblo es mejor que sus dirigentes.

Years and years

Celeste Bisme-Lyons, la esposa de Stephen, es interpretada por T’Nia Miller.

La desconfianza hacia la política y la consiguiente desafectación contrastan con el apasionamiento hacia los nuevos líderes, que ante nuestros ojos se metamorfosean de ácratas a tiranos. En esta nueva Weimar tecnológica, los Lyons sufren, uno a uno y una a una, los zarpazos del poder 3.0, que los mutilan o aniquilan, arrebatándoles todo lo que creían seguro. ¿Cuántas veces no nos hemos preguntado por qué los judíos no emigraban al comenzar la persecución nazi? porque era un cuestión de tiempos y dosificación. Polanski, en El pianista, lo describe muy bien, el ser humano se aferra a la esperanza, por la incredulidad ante el horror que niega lo peor y espera que las cosas vuelvan a su lugar.

Por supuesto que Years and Years habla de nosotros, es una advertencia brutal sobre nuestro futuro y una llamada a la conciencia y el desencanto. La lucidez de Muriel y su desconfianza hacia los graciosos y los payasos, su temor a que tras un monstruo llegue otro, son compatibles con los valores que comparten los Lyons, a pesar de los golpes y la indefensión. La abuela podría reencarnar el espíritu de resistencia de la disidente que se inmola en su casa rodeada de libros, en la novela de Bradbury, mejorada con una inquebrantable fortaleza cimentada en sus valores y la capacidad de adaptación.

La banda sonora de Murray Gold, colaborador habitual de Russell, acompasa el ritmo acuciante del relato y cuando eleva el volumen incluyendo segmentos vocales apocalípticos, consigue acelerarnos fácilmente el corazón. La puesta en escena recurre a las conferencias múltiples, en las que la familia se mantiene constantemente en contacto, a través de su asistente virtual, émulo de Alexa, aquí denominado Signor. Las llamadas rutinarias o dramáticas despliegan una cotidianidad de soap opera cuyo contraste con la trascendencia del argumento es un gran acierto.

Years and years

Jessica Hynes es la activista Edith Lyons.

Years and Years es la puesta al día del cine social de la era Thatcher, en la serie está el más reciente Loach de Sorry, We Missed You (2019) y el Frears de La furgoneta (1996). En un mundo en que el biohacking nos puede convertir en transhumanos permanentemente conectados como mediums de datos, las fronteras son cada vez más infranqueables; la política, un barrizal de hooligans y el mercado laboral, puro canibalismo; pero, el amor, la solidaridad, la lealtad y la generosidad son revolucionarias.

Después de Years and Years, las noticias ya no te parecerán lo mismo.

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