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El libro de Boba Fett: nostalgia depredadora

En Cine y Series, Serial Watcher domingo, 13 de marzo de 2022

Aníbal Moltó Barranco

Aníbal Moltó Barranco

PERFIL

Boba Fett, el cazarrecompensas más famoso del universo Star Wars, goza, por fin, de su propia historia. En El imperio contraataca, su primera aparición, este quimérico personaje consiguió seducir definitivamente a los fans de la saga de George Lucas. Pese a no disponer de ningún tipo de información sobre el mismo, el fandom quedó impresionado por su misteriosa apariencia: un traje-coraza acompañado de un icónico casco mandaloriano, ambos repletos de muescas y enigmáticos atributos. Estos particulares rasgos supusieron una enorme fuente de especulación, haciendo de él uno de los iconos más populares de la franquicia.

Su incuestionable atractivo hizo que resultara especialmente dolorosa su repentina (e incluso ridícula) muerte en El retorno del jedi, siendo arrojado accidentalmente al estómago de Sarlacc. Era evidente que un personaje dotado de esa dosis de carisma merecía un desenlace más digno. Es por eso que el fandom elaboraría toda una serie de teorías sobre su más que posible supervivencia, siendo la más razonable que Boba Fett activó los propulsores de su mochila para salir volando de las entrañas de aquel monstruo del desierto de Tatooine.

Boba Fett

Boba Fett junto a Lando Calrissian en El imperio contraataca.

Con el estreno de El ataque de los clones, los warsies obtuvieron alguna información acerca de su vida, más concretamente en lo referente a sus orígenes. Jango Fett, cazarrecompensas mandaloriano, puso su código genético al servicio de la República Galáctica, con el fin de crear un ejército de clones para la guerra contra la Alianza Separatista. Además de sus elevados honorarios, Fett pidió algo más, un clon de sí mismo inalterado al que criaría como hijo suyo y al que llamaría Boba. Supimos también, que tras la muerte de su padre en la batalla de Geonosis, decidiría seguir sus pasos como cazarrecompensas. Para ello, decidió unirse a la peor escoria criminal de la galaxia, dispuesto a convertirse en uno de ellos.

Tras la adquisición de Lucasfilm por parte de Disney, la esperanza invadió el corazón de los fans, ya que suponía la más que posible oportunidad de ver el regreso de su admirado cazarrecompensas. Sus reivindicaciones fueron satisfechas en 2020, en la segunda temporada de The Mandalorian. De entre los muchos personajes que hicieron acto de presencia en aquella célebre serie, Boba Fett era, sin duda, el más esperado. Su retorno no dejó indiferente a nadie, por sus ingentes dosis de epicidad, siendo este el preludio de la que posiblemente sería la serie más esperada de la saga galáctica: El libro de Boba Fett (The Book Of Boba Fett, Jon Favreau, 2021).

Su historia discurre a través de dos subtramas, siendo la principal la de Boba Fett y su compañea Fennecc Shand, en busca de consolidar su poder dentro del mundo del hampa galáctica. La otra subtrama avanza a través de una serie de flashbacks, que se centran en la esperada salida de Boba Fett del estómago de Sarlacc y los acontecimientos consecuentes.

Este modelo narrativo resulta bastante novedoso dentro de la saga, superando en este aspecto en calidad a The Mandalorian, cuyos capítulos no eran sino pequeñas y simples aventuras que vivía su protagonista, sin que supusieran elementos de desarrollo de su personaje. No obstante, su evolución resulta bastante inestable, ya que la trama de flashbacks se muestra considerablemente menos interesante que la otra, provocando un desequilibrio en la serie, que la convierte en un lastre dentro de esta epopeya. Además, si bien puede apreciarse cierto desarrollo en la esencia de Boba Fett, también es cierto que resulta pobre y limitado, apreciándose apenas cambios en su carácter y acciones.

Boba Fett

Boba Fett y Fennecc Shand.

No obstante, no es este el principal defecto de la serie, de hecho, su excesiva dependencia del fan service ha sido su mayor error, una constante que ha caracterizado a las historias de Star Wars de la era Disney (exceptuando algunas honrosas excepciones) desde Star Wars: el despertar de la fuerza. Las últimas producciones de esta saga, se centraron casi exclusivamente en ofrecer a sus fans sensaciones similares a las que experimentaron durante su infancia y adolescencia. Al igual que en The Mandalorian, en El libro de Boba Fett se obstinan en transmitir a los incondicionales, la sensación de encontrarse con viejos amigos a través de la presencia de personajes conocidos y de diversos guiños que evocan entregas anteriores.

Esta tendencia ha provocado que, actualmente, Star Wars se encuentre secuestrada por la nostalgia, prueba de ello son los futuros proyectos de la franquicia, centrados en las figuras de Obi Wan Kenobi, Ashoka Tano, Lando Calrissian y Casian Andor, todos ellos personajes definitivamente familiares para el fandom. Esta política basada en la añoranza, aunque comprensible, está depredando la esencia de la saga galáctica, dificultando la posibilidad de ofrecer auténticas novedades.

Boba Fett

Boba Fett.

Si por algo destacó, en su momento, Star Wars, pese a la sencillez de sus historias, fue por la formidable imaginación que desprendía.  La magia de sus personajes, escenarios, efectos especiales, destacaban por resultar altamente novedosos, verdaderas fuentes de inspiración para creadores posteriores. No obstante, estas nuevas historias apenas exploran o amplían aquel mundo ficticio que George Lucas creó hace más de cuarenta años. Por muy entrañable que resulte encontrarnos con viejos amigos, a la larga, la excesiva nostalgia, destruye la magia de la que antaño suscitó La guerra de las galaxias.

Muy a pesar de lo que opinen muchos fans de esta franquicia, Rian Johnson arriesgó mucho con Star Wars: los últimos jedi, rompiendo esquemas, buscando sorprender al público. El resultado fue una de las mejores entregas de la saga, que puso de manifiesto una realidad hasta entonces negada por muchos: que Star Wars aún podía resultar sorpresiva y singular. Lo más inteligente que podrían hacer los responsables de los próximos proyectos es tomar esta vía rupturista y de nuevas perspectivas.

Boba Fett

Rey Skywalker (Daisy Ridley) en Star Wars: los últimos jedi.

El libro de Boba Fett, sin embargo, no es en ningún caso una obra de Star Wars para echar por el inodoro. Resulta una ficción divertida para gozar en familia con trepidantes escenas de acción y un espléndido diseño de producción en el que se homenajea no solo a la saga original, sino también producciones míticas, como El Padrino o King Kong. Sus últimos tres capítulos están cargados de acción y resultan absolutamente emocionantes, aunque sin descartar el más que evidente hecho de que se trata simplemente de una obra más de la saga, ni más ni menos.

A la vista de cómo se presenta el futuro de Star Wars, pocas esperanzas quedan ya para las novedades. Aún así, los amantes de las nuevas ideas no debemos perder la esperanza, pues como muy bien dijo en una ocasión el maestro Yoda: imposible de ver el futuro es.

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