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Curtis Mayfield, el gran olvidado del soul

En Música 12 enero, 2021

Sergio Ariza

Sergio Ariza

PERFIL

Curtis Mayfield, un nombre que si no eres un gran aficionado a la música puede que no te suene de nada, pero que inspiró a Bob Marley en sus comienzos, fue uno de los modelos para la forma de tocar la guitarra de Jimi Hendrix y de cantar para Prince, sobre todo su cuidado falsete. Además, le puso banda sonora al Movimiento de Derechos Civiles del reverendo Martin Luther King (canciones como «People Get Ready» o «We’re a Winner» no pueden faltar en cualquier documental sobre el movimiento) e inició el cambio hacia los discos de protesta social en el soul de los 70, abriendo el camino para que Marvin Gaye o Stevie Wonder se liberaran de las restricciones de la Motown y sacaran algunas de las más grandes obras maestras de los últimos 50 años.

Curtis Mayfield nació y creció en los barrios más problemáticos de Chicago, guetos de los que era casi imposible salir, las únicas salidas legales eran la música y el deporte, Mayfield probó suerte con la primera. En el coro de su iglesia había conocido a un chico con una voz prodigiosa con el que se enroló en sus primeros grupos góspel, se trataba de Jerry Butler. Mayfield que también tocaba la guitarra, un instrumento que había aprendido de manera autodidacta escuchando discos de Muddy Waters y Andrés Segovia, no dudó un momento en seguir a Butler cuando en 1957 este entró en un grupo de doo wop, en el que ya estaban Sam Gooden y los hermanos Richard y Arthur Brooks, se llamaban The Roosters, pero al poco de la entrada de Butler y Mayfield ficharon por Vee-Jay y cambiaron su nombre por el de Jerry Butler & The Impressions.

Curtis Mayfield

Lo primero que grabaron fue «For Your Precious Love», a comienzos de 1958, una canción que se convertiría en un éxito enorme, tanto en las listas R&B como en la general del Billboard. Tras un nuevo sencillo de éxito, Butler dejó el grupo e inició una exitosa carrera en solitario, al principio Mayfield se fue con él como guitarrista y compositor, pero al final volvió a la banda y se convirtió en el nuevo líder y cantante principal. Al poco tiempo se incorporó Fred Cash como quinto miembro.

La fuente principal de ingresos de Curtis Mayfield seguía siendo Butler, para el que seguía componiendo, y utilizó ese dinero para llevarse a los Impressions de vuelta a su Chicago natal, donde acabaría firmando con ABC-Paramount Records. Con ellos sacaría la fundamental “Gypsy Woman”, un número dos en las listas R&B y 20 en las pop, con la que demostraba el enorme compositor del que estamos hablando. Cuando la canción salió al mercado, Mayfield apenas tenía 19 años, desde ese momento estaría al frente de varios de los cambios fundamentales de la música negra.

1963 fue un año fundamental en su carrera, el grupo, ya como trío, tras la salida de los hermanos Brooks, comenzó su asociación con el productor Johnny Pate y los Impressions sacaron su primer larga duración, un disco donde se incluía su mayor éxito hasta la fecha «It’s All Right», un sencillo que vendió más de un millón de copias, situándose en lo más alto de las listas R&B (siendo el primero de seis números uno) y subiendo hasta la cuarta posición en las listas de Billboard. Por si fuera poco en una de las giras de aquel año coincidieron con un joven guitarrista zurdo que quedaría maravillado con Mayfield y su forma de tocar. Se llamaba Jimi Hendrix y años después dejaría escrito: El mejor bolo de aquella época fue trabajar con Curtis Mayfield y los Impressions. ¡Era un guitarrista muy bueno! Aprendí mucho en ese corto tiempo. Probablemente me influyó más que nadie con quien haya tocado hasta entonces, ese dulce sonido suyo, ya sabes. El inicio de «Little Wing», «Castles Made Of Sand» o «(Have You Ever Been To) Electric Ladyland», dejan bien clara la huella de Mayfield en la música del Dios del Rock.

Curtis, por su parte, lo había conseguido, había salido del gueto, pero era totalmente consciente de las condiciones que había dejado atrás. Eso, por no hablar de que en EEUU todavía había sitios en los que podían actuar pero no podía sentarse en una mesa por ser negro. Su conciencia social se puso de manifiesto en “Keep On Pushing”, una canción que se convertiría en uno de los himnos del movimiento de los derechos civiles en 1964, siendo alabada por el mismísimo Martin Luther King. La canción daría título a otro de los discos fundamentales de la banda, con otras gemas como la maravillosa I’ve Been Trying o su popular versión del “Amen”. A principios de 1965 se podría ver la portada del disco en la carátula del Bringing It All Back Home de Bob Dylan, otro famoso seguidor de Mayfield.

No sería el mayor hito del año y es que Mayfield, inspirado por el discurso de «I Had A Dream» de King, compuso el himno definitivo de los derechos civiles, «People Get Ready», una de las canciones más importantes de la década. Curtis Mayfield y los Impressions, gracias a este nuevo enfoque político y social, además de a sus cuidadas armonías, se convertirían en ídolos en la recientemente independizada Jamaica, un país en el que Bob Marley, Peter Tosh y Bunny Livingstone moldearían a su grupo, los Wailers, a imagen y semejanza de los Impressions. Los Wailers realizarían varias versiones de Mayfield, llegando a utilizar su “People Get Ready” para una de sus canciones más conocidas, “One Love”.

Pero tras el éxito de «Woman’s Got Soul», también incluida en el LP People Get Ready, la banda pasaría un par de años sin volver a tener mucha repercusión en las listas, con la Motown y Stax dejándoles, momentáneamente, en fuera de juego. Curtis Mayfield tenía claro que si quería verdadera independencia, tanto artística como monetaria, tenía que formar su propio sello. El músico tenía un conocimiento amplio de la industria ya que, no solo lideraba, componiendo, tocando y cantando para los Impressions, sino que aún le sobraba el tiempo (y el talento) para escribir éxitos para otros, así había regalado canciones tan gigantescas como «Mama Didn’t Lie» para Jan Bradley, «Rainbow» para Gene «Duke Of Earl» Chandler o «The Monkey Time» para Major Lance (una canción que también grabarían Smokey Robinson & The Miracles)

Primero lo intentó con pequeños sellos como ‘Mayfield’ o ‘Windy C’ y finalmente montó Curtom con Earl Thomas, el mánager de los Impressions, gracias al dinero obtenido por otra de sus canciones míticas, «We’re A Winner», la canción con la que los Impressions volvieron por todo lo alto en 1968, con un himno positivista de orgullo negro que se adelantaba al «Say It Loud, I’m Black And I’m Proud» de James Brown o al «Stand» de Sly & The Family Stone. Mayfield se convirtió en uno de los primeros artistas negros que tenían una compañía propia, modelando Curtom en la vena de Motown, pero con Curtis adoptando, a la vez, el papel de Berry Gordy, Smokey Robinson y los Funk Brothers, esto es el dueño, el principal compositor y músico de sesión. Eso sí, Curtis Mayfield demostró tener gran olfato para el talento ajeno y fichó a un joven Donny Hathaway como arreglista, músico, compositor y cantante, además de al gran Baby Huey para el que escribiría otro de sus clásicos, “Hard Times”.

El primer disco que publicaron los Impressions en el nuevo sello de Mayfield fue otro de sus clásicos, The Young Mods’ Forgotten Story, en el que se incluía otro himno de autoafirmación, «Choice Of Colors», o la espectacular «Mighty Mighty (Spade and Whitey)» que veía como Mayfield se iba adaptando al signo de los tiempos acercándose al funky.

Pero, para entonces, todo había cambiado. El 4 de abril de 1968 asesinaron a Martin Luther King, y la noticia sacudió a toda la población afroamericana, en especial al  músico más asociado con el movimiento de los derechos civiles, el propio Mayfield. No en vano suyas eran las canciones que coreaban los miembros que se subían en los autobuses de la libertad que iban al segregado sur del país. Si en las marchas del Black Lives Matter se canta el «Alright» de Kendrick Lamar, en las marchas de la libertad del Movimiento de los Derechos Civiles se cantaba el «Keep On Pushing» de Curtis y los Impressions y el propio MLK utilizaba esa canción, «People Get Ready» o «We’re a Winner» por su habilidad para inspirar y empoderar (qué poco me gusta esa palabra) a los suyos.

El optimismo del movimiento de los derechos civiles se va cambiando por el pesimismo de ver como casi nada ha cambiado y que la vida en el gueto sigue siendo igual de dura, los jóvenes afroamericanos vuelven de Vietnam en ataúdes en una guerra en la que, como decía Muhammad Ali, cuando se negó a ser reclutado Yo no tengo problemas con el vietcong. Ningún vietcong me ha llamado negrata. La población negra estaba cabreada y el positivismo del soul de los sesenta se iba a oscurecer en la siguiente década.

Todo esto se verá reflejado en el debut en solitario de Mayfield, uno de los discos más importantes (y mejores) de la década de los 70. Curtis se abre con un grito: Negratas, blancuchos, judíos… no os preocupéis, si hay un infierno ahí abajo vamos a ir todos a él. Un largo trecho de decepciones ha pasado desde que Curtis cantara «People Get Ready». Ese primer disco en solitario será el que cambie la balanza en la música negra, pasando de estar enfocada en los sencillos para hacerlo en los discos de larga duración. En eso puede verse como un equivalente del Sgt. Pepper’s de los Beatles, al poco tiempo todas las grandes figuras de la música negra; como Marvin Gaye, Stevie Wonder, Sly & The Family Stone; estarán sacando discos rompedores, comprometidos política y socialmente.

Encuadrado por las dos canciones que abren cada cara, las más funkies y aplaudidas «(Don’t Worry) If There’s a Hell Below, We’re All Going to Go» y la gloriosa «Move On Up», Curtis se puede ver como un todo en el que Mayfield actúa como portavoz de la comunidad afroamericana, mientras que musicalmente es todavía más influyente con unos arreglos impresionantes adornados con cuerdas, arpas o percusiones latinas, una verdadera orquesta soul a más gloria de unas canciones que funcionan en solitario y como conjunto. Para entender el nivel, baste decir que una de sus canciones menos conocidas, «Wild And Free», era una de las fijas en las legendarias fiestas de Prince en Paisley Park.

Después llegaría el fantástico Curtis/Live!, en el que despojado de toda esa barroca instrumentación sus canciones seguían sonando igual de estupendas, aquí se puede volver a apreciar al maravilloso guitarrista rítmico que era y clásicos de los Impressions como «People Get Ready», «We’re a Winner» o «Gypsy Woman», mezclan a la perfección con sus recientes temas en solitario como «The Makings of You», «We the People Who are Darker Than Blue» o «Stone Junkie».

Precisamente hablando de yonquis, camellos y la vida en el gueto llegaría el gran clásico de su carrera, la banda sonora de Superfly. La elección de Mayfield como compositor de bandas sonoras blackexplotation es muy acertada, pero el artista evita celebrar la vida de los camellos sin caer en la moralina, describiendo vibrantes viñetas de la vida en el gueto que conocía tan bien, la suya es una banda sonora muy superior a la propia película, formando una película alternativa mucho más interesante que a la que está poniendo música. Una música que se ve reforzada por la guitarra wah y el esplendor absoluto de Mayfield como compositor, igual de cómodo en las baladas («Give Me Your Love» o «Eddie You Should Know Better»), las bombas funk («Pusherman», «Freddie’s Dead» o la canción titular) y cualquier otra cosa que se le pase por la cabeza («Little Child Running Wild»).

Era 1972 y Curtis estaba en el apogeo de su creatividad, no solo siguió sacando grandes discos por su cuenta, como Back To The World o There’s No Place Like America Today. En la portada del disco se leía No hay ningún lugar como EEUU hoy en día, sobre una valla publicitaria en la que aparecía una familia blanca de clase media representando ese sueño americano que seguía escapándose a la realidad de la comunidad afroamericana en una cola del paro. Además, también tenía tiempo para grabar y escribir para otros grandes de la música negra como Gladys Knight & The Pips o los Staple Singers, a los que cedería la sensacional «Let’s Do It Again».

Con la llegada de los 80, Mayfield cerró su compañía discográfica y se trasladó a Atlanta con su familia, aunque Curtis siguió grabando ocasionalmente. Pero el 13 de agosto de 1990 durante un concierto en Brooklyn le cayeron parte de las luces del escenario dejándole paralizado de cuello para abajo. Aun así se las arregló para sacar un último disco, New World Order, en 1996, que fue visto como un retorno a su mejor forma.

Pero cuando murió, un 26 de diciembre de 1999, su nombre no era reverenciado de la misma manera que los de Marvin, Stevie, Prince, Marley o Hendrix, una verdadera injusticia pues su mensaje sigue presente en el trabajo de los más destacados músicos negros de la actualidad, como Kendrick Lamar o Run The Jewels, y su música sigue siendo reverenciada por las nuevas generaciones de las últimas décadas gracias a la utilización de sus canciones como samples en el hip hop, un género en el que ha aparecido en grabaciones de nombres como los de Jay-Z, Eminem, RZA, Tupac o siendo uno de los predilectos de otro paisano de Chicago, Kanye West. Y es que la huella de Mayfield en el desarrollo de la música popular es indudable y su nombre debería estar ahí con los más grandes, a la altura de Jimi Hendrix, Marvin Gaye, Stevie Wonder o Prince, todos ellos, en algún sentido, discípulos suyos.

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