La cerveza es la prueba de que Dios nos ama y quiere que seamos felices (Benjamin Franklin).
Gota a gota, sorbo a sorbo, trago a trago y litro a litro, como quien no quiere la cosa, llegamos ya al ecuador de este viaje alrededor del panorama cervecero valenciano. Hoy afrontamos la tercera entrega, seis letras más de nuestro ‘Abeercedario’ que esconden la ilusión de entusiastas emprendedores y recogen el fruto de su trabajo detrás de los tanques de fermentación. Agua, malta, lúpulo y levadura… Cerveza, sólo cerveza.
L: De La Socarrada. Parida en Xàtiva y desde hace un año elaborada allí, sin duda, una de las cervezas artesanas más internacionales. Elaborada con romero y miel de romero, no deja indiferente a nadie y se exporta a diferentes continentes. Una cuidada imagen, un packaging de diseño y ediciones especiales para Fallas, partidos de fútbol y el Mundial demuestran un trabajo muy completo de equipo. De la misma factoría sale Er Boquerón (de la que ya hemos hablado aquí) y una Saison cuya producción se destina exclusivamente al mercado norteamericano.
LL: De Lluna, la cerveza valenciana ecológica, elaborada en Agullent. Una de las veteranas que ahora ha rediseñado totalmente su imagen. Elaboran cinco cervezas diferentes, algunas de ellas con nombres tan originales como Happy Flower o Happy Trip. Felicidad es sin duda lo que transmite el equipo humano que integra esta marca.
M: De Micalet, el sueño hecho realidad de tres amigos y una de las cervezas que, por el gancho turístico de su nombre (además de una contrastada calidad,) se ha abierto mercado y se ha convertido ya en un clásico en Valencia y alrededores. Muy originales han sido sus botellas ‘tuneadas’ estas pasadas Fallas.
N: De Níspero. Fruta muy típica en la provincia de Alicante que sirve de base y elemento clave en dos cervezas elaboradas por cooperativas de la provincia, de las dos principales zonas productoras. Así, la de Callosa d’en Sarrià da su nombre a Ruchey mientras que de la de Altea surge Nispra.
Ñ: De Abadía Española. Cerveza nacida en el barrio de Benicalap de Valencia y, a diferencia de muchas otras detrás de las cuales encontramos el trabajo de jóvenes emprendedores, en este caso, único en España, la iniciativa (no menos entusiasta) parte de cuatro amigos jubilados, algunos de ellos vinculados laboralmente con las grandes marcas cerveceras. Elaborada de una manera prácticamente casera y después de una época de indecisión, se vuelve a producir ahora en La Pobla de Vallbona, bajo la batuta del joven Josep Tort.
O: De Oripell. Unos de los últimos en llegar a este mundillo. De Elche, con un nombre que hace referencia a una de las grandes tradiciones y fiestas de la ciudad, El Misteri d’Elx, en concreto al momento en que del cielo de la Basílica cae el oripell, el papel dorado.
Nadie ha publicado ningún comentario aún. ¡Se tú la primera persona!