Las redes sociales, y Facebook en concreto, permiten muchísimas posibilidades de relacionarse con otras personas, y lo que es mejor, infinitas opciones para dejar de hacerlo. El bloqueo es el nuevo no soy yo, eres tú. A ver si nos espabilamos y dejamos de tenerle miedo, que a veces puede hacernos la vida un poquito mejor.
Si hay algo realmente apetitoso en Facebook es que permite hacer algo casi imposible en la vida real: hacer desaparecer a alguien. ¡Puf!, como si no existiera. ¡Magia!
Facebook da la opción de bloquear a alguien de tal manera que es posible no volver a verle más. En ningún sitio de esa red. Nunca. Never. Jamais.
Pero ten en cuenta que es recíproco: cuando bloqueas a un usuario de Facebook no sólo es él (o ella) quien desaparece, tú también desapareces.
Puede buscarte, claro, pero no va a encontrarte, es como si hubieras cerrado su cuenta. No vas a aparecer en el listado de amigos comunes, ni en el listado de amigos sugeridos. ¿Sabes esa columna que ves a la derecha, en la que aparecen los comentarios que tus contactos hacen en otras publicaciones? Sí, efectivamente, ahí tampoco vas a ver las interacciones de los contactos comunes en sus publicaciones.
Como contrapartida, tú tampoco lo vas a tener fácil y no vas a encontrarle, por mucho que le busques, también es como si hubiera cerrado su cuenta así que olvídate de cotillear en su perfil. Tenlo en cuenta si esperabas estalkear vilmente.
El bloqueado no puede mandarte mensajes internos ni interactuar contigo, ni siquiera en tus publicaciones públicas porque, recuerda, tú no existes. Él no existe. Olvídate de escribir crípticos mensajes con la esperanza de que se dé por aludido por algo, no va a poder leerlos.
El bloqueo va más allá y también hace que desaparezcan sus Me gusta y sus comentarios en tus publicaciones y, lo que es más inquietante, dejas de ver sus interacciones en las publicaciones de los contactos comunes. En los pasados, presentes y futuros o, al menos, hasta que siga bloqueado.
No sólo desaparece, es como si nunca hubiera existido.
No tienes que dar explicaciones para bloquear a alguien. No tienes que razonar. Basta con tener el deseo de no volver a ver a nadie y el valor suficiente de apretar el botón de bloquear. ¿Valor? Sí, valor. Aún no hemos interiorizado suficiente que alguien tenga un deseo tan fuerte de no saber nada de nosotros como para hacernos desaparecer de su vida digital. Porque, no te equivoques: se va a enterar de que le has bloqueado. Es la única explicación que justifica que hayas desaparecido como por arte de magia.
Es maravilloso. Es triste pensar que hay alguien a quien no se quiere ver con tanta intensidad que se desea que desaparezca del día a día pero también es maravilloso.
Bueno, a veces no, pero casi siempre.
Y, cuando no lo es, o cuando deja de serlo, por si lo de poder bloquear no fuera bastante bueno, ¡es reversible! Puedes desbloquear a ese usuario y aparecer de nuevo mágicamente. Ahora, eso sí, para volver a ser su “amigo” tendrás que reunir el valor suficiente para volver a enviarle una solicitud de amistad. ¿Valor? Sí, valor. A ver quién es el guapo que tiene la cara suficiente para querer reconectar con alguien ha tenido bloqueado.
¿Tú estudias o bloqueas?
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