Jean Paul Gaultier y Azzedine Alaïa son algunos de los diseñadores que han creado vestuarios para las obras del coreógrafo Angelin Preljocaj, quien celebra sus 30 años de carrera.
El mundo de Gaultier, excesivo y barroco, también ha sabido adaptarse a la necesaria ligereza y maleabilidad del vestuario de escena. Su nombre es solo uno de los más conocidos con los que ha trabajado Preljocac.
De la importancia de estas colaboraciones con los diseñadores, artistas plásticos o músicos, da fe la exposición que hasta el 6 de marzo próximo se puede ver en el Centre National des Costumes de Scene, que acoge una extensa muestra de vestuario de danza seleccionado entre las más de 40 coreografías que durante sus tres décadas de carrera ha compuesto el francés, uno de los puntales de la danza francesa.
Nacido en Francia (1957) de padres albaneses, Preljocaj, director artístico y residente en Pavillon Noir de Aix-en-Provence desde 2006, ha compuesto algunas de las coreografías de referencia de la danza contemporánea, como Noces (1989), Roméo et Juliette (1990) o Blanche Neige (2008), esta última, Premio Globo de Cristal al mejor espectáculo de danza en 2009, con vestuario de Jean Paul Gaultier, que fue llevada también al lenguaje audiovisual por el mismo coreógrafo.
La exposición que se puede ver en el museo de Moulins, en el centro de Francia, gira precisamente en torno a tres ejes de los contornos creativos de Preljocaj: la alta costura, las artes plásticas y la música. Mientras que las vitrinas presentan piezas de los vestuarios de diferentes ballets, las pantallas muestran proyecciones de obras como Eldorado, realizada junto a Olivier Assayas; fotografías y entrevistas completan la visión que del universo creativo del artista quiere dar la exhibición comisariada por Delphine Pinasa, historiadora del arte especializada en vestuario escénico y directora del CNCS.
Legado tangible
Este distinguido centro se asienta en un edificio de finales del siglo XVIII y cuenta con innumerables fuentes de recursos, que se suman a sus más de 20.000 piezas de vestuario: un fondo de documentación con más de 10.000 títulos en torno a su especialización y dosieres pedagógicos y divulgativos al servicio de sus constantes visitas. Permite asimismo la consulta de los fondos on line y organiza variedad de charlas, encuentros y talleres que lo convierten en un dinamizador constante en su materia.
A las interesantes exposiciones temporales sobre vestuario de ópera, teatro, danza o circo (con sugerentes temas como el vestuario de las divas, las variaciones escénicas de Christian Lacroix, o sobre el más atrevido vestuario para circo) suma una exposición permanente sobre Rudolf Nureyev.
La Colección Nureyev está compuesta de algunos de los trajes con los que bailó por los principales teatros del mundo (es bien sabido que concedía importancia extrema a su atuendo escénico como buen amante de la belleza y de la moda), además de fotografías, instrumentos musicales, grabados, esculturas y otros objetos que pertenecieron a la estrella. Con todo ellos se recrea su vida, desde sus primeros años y adolescencia en Rusia, su fulgurante carrera balletística y su intensa vida personal.
Donada por la Fundación que creó el artista antes de su muerte, y gestionada desde entonces por sus herederos, parte de la Colección Nureyev ha viajado por diferentes museos del mundo para enseñar algunas de las facetas menos conocidas del mito.
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