En el primer artículo, nos hemos referido a lo que podemos considerar los tres pilares básicos de la revolución musical que vivió Valencia en los 80. En este nos referiremos a otras discotecas que nacieron a la sombra del éxito de las primeras.
Si bien las primeras discotecas de la ruta nacen a la ribera de la Albufera, sobre todo Barraca y Chocolate, la tela de araña de las discos de la ruta se empieza a extender por otros pueblos aledaños a la ciudad de Valencia, incluso dentro de la ciudad. La primera en apuntarse a esta lista es ACTV. Alojada en unas antiguas termas de principios de siglo, Julio Andújar explotaba en este recinto otras salas más comerciales como Tropical o Casablanca.Tras el éxito de esta nueva corriente musical más electrónica y oscura, ACTV abre en 1987, con un logo muy contemporáneo y futurista, creado por el fallecido Quique Company.
En un primer momento, su nombre crea algunas leyendas urbanas. Desde la más variopinta, como Arturo controla toda Valencia, hasta la más posible, la fusión de dos ideas: por un lado, la creciente fama de AC/DC y, por otra, la creciente moda de los video clips en TV, de ahí surge la leyenda que sugiere la síntesis de ACTV. Nada más lejos de la realidad. Como bien explica Julio en el documental “72h… y Valencia fue la ciudad”, su idea es que el complejo donde alojaba sus diferentes salas fuera un espacio cultural donde se aprovecharan las máximas horas posibles del fin de semana. Bajo el manto de la cultura, Julio inaugura Actividades Culturales Termas Victoria, con el acrónimo ACTV.
Otra de las salas que le pone ingeniería intelectual, ante la falta de recursos económicos, es N.O.D. Al año siguiente de inaugurar ACTV, Clemente Martínez abre la discoteca que antes había sido Bravatta, donde Toni Vidal “el gitano” emigró después de su salida de Chocolate. Situada en Ribarroja, su nombre inicial es Don Julio, el mismo nombre que el propietario, quien también poseía un pub en Chiva con el mismo nombre. Don Julio, no era el mejor nombre para una discoteca que buscaba respirar y transmitir modernidad. Pero los recursos no eran muchos, así que se opta por quitar Julio y darle la vuelta a DON, transformándose en N.O.D. Además, Clemente nos comenta que con ese cambio, y la creciente oferta de ocio musical, esas siglas querían decir “No Olvides Dónde”.
Tras pasar por Woody y Arsenal, Chimo Bayo abre en Cullera El Templo. Una discoteca muy ligada al cine por su anterior nombre, Paris-Texas, y también con este nuevo nombre, como veremos ahora. Aunque Chimo explica que el nombre proviene de su afición por la literatura medieval de libros de templarios, mercenarios medievales, y de ahí, El Templo. No hay que olvidar que esa influencia literaria no solo la recogió Chimo, sino millones de personas en todo el mundo en aquel tiempo. ¿Por qué?. Habría que retroceder unos años atrás con la edición del libro de Umberto Eco El nombre de la rosa, un best-seller curioso por su alto contenido intelectual, y que posteriormente se llevó al cine, amplificando aún más el éxito de la novela, creando una corriente de moda literaria con los templarios como fuente de inspiración. Con lo que podíamos concluir que la discoteca de Cullera fue la más cinematográfica.
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