El último éxito del canal Adult Swim es un gratificante disfrute animado repleto de aventuras espaciales disparatadas.
En Total Rickall, la última obra maestra encapsulada en un episodio animado de 20 minutos, Dan Harmon y Justin Roiland han confirmado lo que la primera temporada de Rick & Morty dejó entrever: Estamos ante uno de los imaginarios más fascinantes, locos y gratificantes del panorama televisivo estadounidense actual. No es grandilocuencia. Ahora mismo resulta inconcebible no colocar a esta producción del canal Adult Swim como una de las cinco mejores series de TV en emisión.
Rick & Morty sigue las desventuras de Rick, un científico brillante y borracho que de vez en cuando mete a su nieto Morty, un panoli recién entrado en la adolescencia, en los follones multidimensionales e interplanetarios más disparatados posibles. Y esto va desde descubrir la increíble variedad de realities de TV que inventan al otro lado de la galaxia, hasta conocer a las decenas de Ricks y Mortys que pueblan el resto de líneas temporales. El reparto lo completan los padres (Jerry, el patético paterfamilias; Y Beth, una cirujana de caballos encerrada en su decepcionante matrimonio) y la hermana de Morty (clásica joven pegada a su ego -y a su móvil, evidentemente-).
En el capítulo de Rick & Morty que se emitió la semana pasada en Estados Unidos, los guionistas aprovecharon muy bien el triste carisma que envuelve a todos los personajes. Total Rickall contó con una especie alienígena que convence a la familia protagonista de que los nuevos huéspedes son compañeros de viaje con los que ha compartido ya muchos años de historia. Un lápiz que habla, un velociraptor que toma fotos o incluso una jirafa inversa con la voz del actor Keith David (Community). Sí, completamente salvaje.
Todos esos nuevos inquilinos participan en flashbacks estrafalarios de cariz simpático y entrañable que hace que la familia de Morty no sospeche de la procedencia extraterrestre de ninguno de ellos. Al final, el juego del Cluedo de mil asesinos acaba convertido en un mar de gags hilarantes que además se complementa a la perfección con el retrato familiar que lidera la función. Porque la solución al conflicto, al final, es saber quién consiguió dejar tu vida sembrada de todo tipo de recuerdos, tanto tristes como alegres (y aquí podríamos ponernos más complejos y hablar de asco, ira o miedo, pero entonces ya habría que pasarse al tema Pixar).
El hecho de que una serie tan aventurera y fantástica como Rick & Morty se atreva incluso a acometer nuevos desafíos con su microcosmos familiar la convierte en un logro aún más merecedor de la increíble reputación que se ha granjeado en apenas un año, así que aquí seguiremos, saboreando y revisitando cada episodio.
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