El 18 de julio de 1963 los Beatles volvieron una vez más a los estudios de grabación de Abbey Road de Londres para comenzar a grabar canciones de cara a su segundo disco del año, en ese momento la Beatlemanía llevaba apenas unos pocos meses, su disco de debut, Please Please Me, que se había publicado el 22 de marzo llevaba en el número uno de las listas desde el 5 de mayo, una posición que no abandonaría hasta que el 1 de diciembre le sustituyese el disco del que vamos a hablar: With The Beatles.
En 1963 nadie sabía cuánto podía durar el éxito de una banda pop, pero hasta los propios indicados dudaban de que fuera mucho más allá de dos o tres años, así que había que exprimir al máximo a la gallina de los huevos de oro mientras durase. Y en 1963, en el Reino Unido, no había una gallina de los huevos de oro más grande que los Beatles. El caso es que el mánager de la banda, Brian Epstein, y el productor de la misma, George Martin, habían llegado a un acuerdo, había que sacar dos discos de larga duración y cuatro sencillos al año. Eso eran alrededor de 36 canciones que caían principalmente en las espaldas de los dos compositores principales de la banda, John Lennon y Paul McCartney.
Las mejores canciones —muchas veces en estos tiempos, fruto de la colaboración de ambos compositores—, se dejaban para la cara A de los sencillos, aunque en la cara B también iba una canción propia, a la que se podría describir como una gema escondida. Para ese 18 de julio ya habían cumplido casi la cuota, desde enero habían aparecido “Please Please Me” con “Ask Me Why” y “From Me to You” con “Thank You Girl”, y tenían esperando para salir “She Loves You” con “I’ll Get You”, que habían grabado en una sesión el 1 de julio de ese mismo mes (cuando lo hizo, en plena grabación de With The Beatles, en agosto de 1963, se convertiría en el sencillo más vendido en el Reino Unido durante los años 60).
Pero era imposible cubrir todo solo con canciones originales, así que para esa primera sesión de With The Beatles tiraron de repertorio de directo y grabaron varias versiones que les acompañaban desde Hamburgo y la Caverna. En ellas se podían rastrear claramente sus influencias, había un par de temas de la Motown, el “Money (That’s What I Want)” que definía a la perfección el espíritu del jefe de la compañía, Berry Gordy, y el “You Really Got a Hold on Me” de Smokey Robinson para sus Miracles. Robinson se había convertido en su compositor favorito y su influencia se puede ver claramente en el Lennon de la época, una de sus canciones para el disco, “All I’ve Got to Do”, estaba claramente influida por él.
Las dos las cantaba un Lennon que era todavía claramente el líder y cantante principal, algo normal si escuchamos estas canciones, principalmente la segunda, con una gran armonía a cargo de George Harrison, donde muestra uno de los timbres más bonitos de la historia del rock.
Luego también grabaron una versión del “Devil in His Heart” de las Donays, un grupo de chicas, otro de los sonidos que más les influían, con sus armonías y sus respuestas y llamadas, la canción la masculinizaron cambiando el título a “Devil in His Heart” y pusieron a George Harrison como voz principal, en la otra canción que grabaron ese día, se veía que sus influencias eran muy amplias, se trataba del “Till There Was You”, que compuso Meredith Willson para el musical “The Music Man”. Paul McCartney, que fue el encargado de cantarla, la había descubierto en la versión de Peggy Lee y los Beatles le hicieron un arreglo que se acercaba al bolero, con Lennon y Harrison en las guitarras españoles, como ya habían hecho con “Bésame Mucho”.
Si el primer disco lo grabaron en un solo día, para este tuvieron un poco más de tiempo, con cuatro sesiones distintas a lo largo de un par de meses y George Martin metiendo pianos y otros instrumentos. Volvieron a la Motown con otra de las mejores versiones de su carrera, el “Please Mr. Postman” de las Marvelettes y también volvieron a una de sus principales referencias con el “Roll Over Beethoven” de Chuck Berry, pero las dos mejores canciones volvieron a llevar su firma. La primera era obra de Lennon y se encargaba de abrir el disco con esos “yeah yeah” que se convertirían en marca de la casa. Era una clara afirmación de “hemos vuelto y somos imparables”, la otra era una composición de McCartney llamada “All My Loving” que era una verdadera maravilla en la que todo el grupo funcionaba a la perfección, el sólido ritmo de Ringo Starr, el solo rockabilly, con un poco de Chet Atkins, de Harrison, y esa guitarra rítmica de Lennon que lleva el peso de la canción. Aunque no la sacaron como sencillo, al año siguiente, cuando explotara la Beatlemanía en EEUU sería una de las canciones que utilizaría la banda para su mítica primera aparición en el programa de Ed Sullivan, el 9 de febrero de 1964.
El disco se editó para seguir los pasos del primero, siguiendo su composición, se abre con una imparable composición propia, “I Saw Her Standing There” e “It Won’t Be Long” y se cierra con una versión frenética, dos canciones que también utilizaban los primeros Beatles para finalizar sus conciertos, “Twist and Shout” y “Money (That’s What I Want)”, entre medias un repaso a influencias y temas propios donde se ve cómo van absorbiendo aquellas. Lennon es el cantante principal en siete canciones, McCartney en tres, Harrison en dos, incluida su primera composición propia, “Don’t Bother Me”, mientras que a Ringo, Lennon y McCartney le pasan su “I Wanna Be Your Man”, que ya habían dado anteriormente a los Rolling Stones y que aparecería el 1 de noviembre de 1963 como segundo sencillo de la banda londinense.
La versión de los Beatles, junto al resto del disco vería la luz el 22 de noviembre de 1963. En una semana desbancaría a su propio debut, Please Please Me, en la primera posición de la lista de ventas y se quedaría ahí hasta el 26 de abril de 1964, prácticamente un año después del inicio del reinado de los Beatles, cuando fue sustituido, precisamente, por el debut de los Rolling Stones. Pero no fue un problema, para ese día la Beatlemanía ya se ha convertido en un fenómeno global y los de Liverpool son la banda más famosa de todo el planeta Tierra, ocupando las tres primeras posiciones de las listas de sencillos de EEUU con “Can’t Buy Me Love”, “Twist & Shout” y “Do You Want To Know A Secret”.
Pero antes de terminar con With The Beatles tenemos que hablar de otras dos cosas muy importantes. La primera, del sencillo que grabaron en las mismas sesiones, el que les faltaba para completar los cuatro de 1963, y que les dio su primer número uno en la tierra prometida, EEUU. Se trata de “I Want to Hold Your Hand” con “This Boy”, otros dos clásicos absolutos que muestran a una banda en su momento de mayor felicidad, grabados el 17 de octubre de 1963 y publicados el 29 de noviembre de ese año, una semana después del disco.
El otro asunto del que hay que hablar a la hora de cerrar la historia de este disco es de su mítica portada, del fotógrafo Robert Freeman, al que conocían por sus retratos de John Coltrane en blanco y negro. La banda se metió por primera vez en el diseño de sus portadas y pidió Freeman que les hiciera una foto del tipo que les había hecho Astrid Kirchherr en Hamburgo y, además, le pidieron que no les sacara sonriendo, la compañía puso objeción a esto, pero lograron salirse con la suya y comenzaron a probar el poder del arte pop y del disco como mucho más que un producto de consumo de usar y tirar. Ése es otro de los grandes avances de una banda que en breve colocaría el LP como el producto artístico más importante de los años 60.
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