El sol, ese pedazo de astro increíble que nos ilumina los días, nos da calor y nos despierta las hormonas de la felicidad y del bienestar, tiene también algunas cosas que no son tan maravillosas. Cuando el calor comienza a ser intenso y empiezo a tener problemas para conciliar el sueño, dificultades para salir a la calle y no tener ganar de hacer nada me doy cuenta que mi cuerpecito se resiente.
Un tema interesantísimo de conversación entre los humanos, que surge de manera espontánea en ascensores, paradas de autobús, ayuntamientos, etc., es el tiempo y cómo no, en estos días de calor no se habla de otra cosa, incluso los telediarios se ceban con nuestro cerebro sacando imágenes de termómetros ciudadanos que asustan a los transeúntes con cifras exageradas que atacan nuestros niveles habituales de confort.
Insolaciones, golpes de calor, lipotimias, quemaduras, enfermedades que se agravan y decesos veraniegos de los mayores nos invaden sin cesar en esos días. Sin embargo, hay otras consecuencias que no salen en los informativos y que nos afectan, de manera importante, a gran número de personas y es el aumento de la irritabilidad y de conductas agresivas. El impacto del calor sobre los estados de ánimo personales hace que el mal humor sea una constante veraniega. ¿Discutimos más en verano? ¿Se incrementan los divorcios? Quizá la consecuencia sea por la convivencia y no por el calor, pero seguro que todo tiene algo que ver.
Soy de los que piensan que cuando se tiene conciencia de los sucesos, la reacción que se produzca sólo depende de uno mismo, es decir, si el calor nos produce mal humor, seguro que tenemos opciones para transformar esos estados de ánimo y poder disfrutar del verano de una manera mucho más saludable que ir peleándose con todos los que nos rodean.
Si el poder personal de cada uno no fuera suficiente para transformar la influencia de las condiciones ambientales, la tecnología nos ayuda a descubrir nuestra propensión a sufrir incomodidades por los cambios temporales.
El grupo de Biometeorología de la Universidad de Cantabria, Geobiomet, analiza la relación entre el tiempo meteorológico y la salud, con el fin de desarrollar sistemas de alerta biometeorológicos que mejoren la calidad de vida de las personas y ayuden a gestionar los recursos. Se ha desarrollado una aplicación gratuita de móvil para Android, OxyAlert que recoge los datos meteorológicos de todo el mundo y el cambio de oxígeno en la atmósfera traduciéndolo a un sistema de riesgos con los colores de un semáforo.
Si te sale una luz roja, precaución, porque tanto calor puede estar alterando tu paz interior. Es necesario protegerse y tomar las medidas necesarias para disminuir los efectos rápidamente.
Disfrutemos del verano, del sol y del calor con la conciencia en sus efectos, para poder saborear al máximo todo lo maravilloso que nos ofrece esta época de vacaciones, alegría y buen ánimo.
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