La Línea de Bachiller abrió hace unos meses ocupando un espacio necesario en el barrio. Elaboran buena cocina fusión con sorpresas en su carta.
A pesar de la eclosión de buenos restaurantes que ha vivido Valencia en los últimos años, estos suelen concentrarse en un área reducida de la ciudad. Si uno se sale del triángulo Ruzafa-Cánovas-Carmen, es difícil encontrar opciones interesantes, con honrosas excepciones.
Los universitarios, esa subespecie con hígado de acero capaz de sobrevivir a macarrones con tomate Solís todo un mes, no se distinguen especialmente por una dieta rica y variada ni por su sibaritismo a la hora de escoger sitio para cenar. Más bien, se dejan guiar por las ofertas semanales del 100 montaditos. Esa es la razón por la que la zona de Benimaclet, Xúquer o El Cedro están llenos de bares ruidosos donde los refritos, los congelados y los kebabs son los reyes de la noche. También estas zonas cuentan con honrosas excepciones, por supuesto.
La calle Bachiller es una frontera difusa entre Benimaclet y la Alameda que se sitúa en tierra de nadie. Una zona donde residen los abuelos de los actuales cahorros de la burguesía valenciana, que ha quedado algo obsoleta y que adolece de una mínima oferta de locales de ocio. Por eso, la reciente apertura de La Línea de Bachiller ha supuesto un soplo de aire fresco para la zona. Ocupando el bajo donde anteriormente estaba La Founde de Bachiller, el pasado noviembre abrió este local proporcionándonos una gran alegría a los que vivimos por el barrio.
Con una decoración moderna y sobria, que bebe del estilo nórdico pero sin seguirlo a rajatabla, lo mejor de La Línea es su carta que, sin excentricidades ni exceso de platos vanguardistas, consigue sorprender con propuestas como el ceviche de medusa o el tataki de ternera. Su oferta se divide en aperitivos, ensaladas, tartar y sashimi, escabeches y ceviches, entrepanes y burgers y sugerencias. Destacables son su selección de croquetas (prueben las de setas y cecina de León o la de pollo de corral con cebolla caramelizada), su ensalada de algas, con un sabor intenso y equilibrado entre los distintos ingredientes o sus chupachups de langostinos, rebozados de arroz inflado, grandes y jugosos. Si aman los postres, como yo, no dejen de probar su tarta de chocolate.
Sus pescados son frescos y las carnes de primera calidad, además suelen tener platos fuera de carta que son muy recomendables. Cuentan con unos precios muy competitivos, es raro excederse de los 20 euros si no te pasas con la bebida. De lunes a viernes tienen un menú por 10,50 € y los fines de semana de 16€.
Les faltan algunos detalles por pulir que estoy segura que acabarán por solventar, las copas de vino son, en mi opinión algo escuetas, y necesitan algo de ambientación musical, que según me han dicho, ya están tramitando. Por lo demás, si continúan por la misma línea (juego de palabras), les auguro un fructífero y largo futuro.
Dirección: Calle Bachiller, 22. 46010 Valencia. España
Zona: Aragón- Blasco Ibáñez
Teléfono: (+34) 961 478 938
Web: La Línea de Bachiller
Menú: De lunes a viernes 10,50 €. Fines de semana 16,50 €.
Precio: 20 euros
Bodega: Básica
Horario:
De martes a domingo. De 12 del mediodía a 1 de la mañana sin interrupciones. Lunes cerrado.
Especialidad
Cocina fusión
Lo +
Sus croquetas y una propuesta que sorprende sin excesos de vanguardismo
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