El cantante Miguel Poveda presentará su último disco, Sonetos y poemas para la libertad, el próximo sábado 24 de octubre en el Palau de les Arts de Valencia.
Las decenas de versos que conforman el último trabajo discográfico de Miguel Poveda, Sonetos y poemas para la libertad (Universal, 2015), transitarán entre expresiones del flamenco más tradicional y un recuerdo a las coplas de su infancia, en un repertorio con el que su cante jondo punzará el cuerpo oval del Palau de les Arts de Valencia, el próximo sábado 24 de octubre.
Una vez más, el cantaor demuestra que su hacer es de profundidad, consiguiendo que música y literatura se miren a los ojos a una misma altura. Esta colección de quince poemas transita con naturalidad, entre palos flamencos, por el Siglo de Oro y la Generación del 27, acercándose también al alma de la poesía latinoamericana del XX o al carácter descarnado de la Generación del 50: creo que es necesario que la música esté al servicio de la poesía y no al contrario. La música tiene que estar en sintonía con el carácter del poema, no siempre se consigue pero creo que en este caso Pedro Guerra, que es un gran músico, ha realizado un buen trabajo y Joan Albert Amargós ha sabido revestirlo con la elegancia que le caracteriza.
Sin ninguna duda, aquí la música se pone al servicio de la poesía para acercarla al gran público, el cual se deja llevar por el torrente artístico de un Poveda, con luz y garra, que canta a la libertad a través de un cancionero hecho del puño y letra de Miguel Hernández, Lope de Vega, Quevedo, Borges, Pablo Neruda, García Lorca, Gil de Biedma o Antonio Muñoz Rojas, entre otros. Joan Albert Amargós le ha dado una sonoridad al disco que antes no habíamos trabajado y eso nos ha hecho disfrutar mucho, siento que siempre estoy en una nueva etapa musical, porque no dejo de aprender y crecer, explica Poveda, quien se ha enfrentado por primera vez al castellano de Quevedo y Lope de Vega de la mano de Luis García Montero y Pedro Guerra, con quienes dio forma al repertorio.
Creerte lo que cantas, haberlo vivido y sentir amor por los textos, ese es el secreto de Poveda, quien se distingue por ser un cantaor que no pone límites a las posibilidades de su arte, fiel a lo más primario del cante, pero en constante renovación y apertura a nuevas y distintas sonoridades. Este disco es riqueza estilística dentro del mar flamenco, un álbum que se recibe también como un canto a la libertad de este estilo tan dado a la ortodoxia: intento cantar desde la libertad de hacer lo que creo que necesito expresar, aunque a veces tropiece, la libertad de defender las músicas que te definen y a mí me definen varias.
En este sentido, su carrera profesional es el reflejo de una continua exploración estilística, con la que llevar al flamenco y la copla a diferentes dimensiones artísticas, impulsado por una íntima motivación personal: no me pongo metas, cuando no te las pones y obtienes logros desde el amor que le has puesto al trabajo no sientes frustraciones. Para alcanzar esos logros, Poveda confía en los grandes músicos que lo acompañan, como Chicuelo, a quienes hace partícipes y protagonistas de sus éxitos con respeto y admiración. Otro nombre conocido de la escena musical que ha formado parte de la banda de Miguel Poveda en alguno de sus últimos conciertos ha sido el trompetista valenciano David Pastor: es emocionante el dominio que tiene en la música y la seguridad. Es de esos grandes músicos que a veces están en la sombra, pero que para la gente de la profesión es muy querido. En este disco ha sumado su participación por la gran personalidad y buen gusto que tiene.
Además de su riqueza instrumental y semántica, Sonetos y poemas para la libertad conjuga el dejo flamenco de Poveda con el tono roto de Sabina, para recordar a Enrique Morente, y con la veteranía de Miguel Ríos y Ana Belén, para cantar a Ángel González. Este trabajo todavía se encuentra en su punto álgido y continúa sumando fechas de agenda, por lo que el cantante todavía no se ha planteado, de momento, el contenido del próximo disco: estoy disfrutando esta gira y espero que vengan ideas desde el descanso y la tranquilidad, aunque si surgen durante los meses en los que estoy de gira las apuntaré, para ver si luego tienen salida.
Parece que Poveda ha venido a llevarse la vida por delante y dejar huella, como escribió y recitó Gil de Biedma, de quien obviaremos el sabor amargo, porque, este sábado, que se marche entre aplausos de Valencia será el único argumento de la obra.
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